MY BEST FRIEND; Vhope [호석]

U N o

Algo no andaba bien para Hoseok. Si su madre le pedía que llegara temprano a la casa por una sorpresa, era para preocuparse. La señora Jung prefería que su hijo durmiera en el salón de prácticas a que llegara a interrumpir el K-Drama que salía por las tardes. Pero de forma obediente tuvo que salir de sus clases un turno antes, luchar contra el tránsito y sobrevivir a los gritos de su mamá Jung porque olía horrendo y se tenía que apurar.

Ya vestido para lo que parecía ser una elegante cena, Hoseok bajó hasta la primera planta de la casa y escuchó tocar el timbre. Escuchando un grito con voz de pánico tuvo que ir resignado hasta la puerta y abrir. En menos de un segundo su habla se enmudeció al ver la figura de un niño de unos 4 años sin compañía.

—Hola, mi nombre es Kim Jungkook y tengo 5.— Terminó de hablar el infante con una sonrisa que dejaba ver unos dientes de conejo y varios de leche a su alrededor sacados. —¿Cómo te llamas tú?

—Hola pequeño, yo... Soy Jung Hoseok. Tengo 25. ¿Y tu madre? ¿estás perdido?

Y no pudo responder porque en la calle del frente venía corriendo un chico muy guapo, que de alguna forma le resultaba familiar.

—¿Kookie, que te he dicho sobre correr por todos lados? No estamos en casa bebé, no puedes ir corriendo por ahí así sin más porque te vas a perder...— El chico que acompañaba al niño quedó sin habla al notar la presencia del adulto. No se había preparado mentalmente para volver a ver a su antigo mejor amigo luego de 6 años distanciados.

—¿Taehyung?— Preguntó el mayor mientras abría la boca sorprendido por todos los cambios de su chico. Tae estaba mucho más formado y maduro que cuando tenía 18. Estaba hermoso.

—¿Hobi?— Y gracias a dios, la señora de la casa había interrumpido el incómodo silencio presente en la entrada.

—Taehyung-ah, mi niño lindo. ¡Por fin estás acá!— Sonreía con cariño mientras le abrazaba notando un tierno pequeño detrás de su niño. —¿Él es tu bebé?— Ante su asentimiento con la cabeza agregó. —Es muy lindo.

Hoseok que se había dedicado a inspeccionar de arriba a abajo a los recién llegados, estaba en un transe. Lo había extrañado muchos años, de cierta manera le dolía que Taehyung nunca le hubiera llamado para poder escuchar su voz. Era un poco predecible el hecho de que el menor tuviera ya una familia, solo él había permanecido soltero por nunca haber encontrado alguien tan perfecto.

—¿Hoseok estás bien?— Dijo con algo de burla por la mirada que su amigo tenía sobre él. —Decía que estoy encantado de volverte a ver y que te presento a mi hijo, Jungkookie.

—Hola... Sí, se presentó cuando llegó. Es muy bonito al igual que su padre.— Mierda, lo último era un pensamiento. Recibió una sonrisa y los alaridos de su madre porque debían entrar para comer antes de que la comida se enfriara.

Jungkook era un buen niño, Taehyung lo había criado de una excelente manera.

—Hobi... ¿Te gusta Ironman?— Recitó el chico con timidez y sonrió feliz abrazándolo a la par que él asentía.

Su mejor amigo lo miraba con una sonrisa perdida. No era fácil reencontrarse con alguien que marcó tu vida completamente. Hoseok seguía siendo muy guapo, estaba más alto y su color de pelo había cambiado a un castaño. Sin duda seguía enamorado.

La cena había transcurrido perfecto, con su madre y Tae hablando la mayor parte de como lo había pasado en Japón durante tanto tiempo, de sus aventuras y como su chico se había titulado como profesor. Al parecer Jungkook estaba demasiado cansado, por lo que a penas terminar su plato de comida había pedido dormir. El menor lo llevó con permiso de Mamá Jung hasta la vieja habitación que ocupaba cuando adolescente y al terminar había regresado con una sonrisita.

—Tae cuéntame sobre más sobre Kookie.

—Ah, Jungkook nació el 1 de septiembre del año 2013. Cuando llegué a Japón donde mis tíos ellos... Ya sabían de mi condición y estaban muy dispuestos a ayudarme en todo lo posible, así que no fue tan difícil adaptarme a todo.— Dijo el castaño melancólico. —Los meses previos al parto fueron algo intensos ya que no todo el mundo está acostumbrado a ver un chico embarazado. Pero cuando nació mi bebé me di cuenta de que estaba completo, era un recuerdo hermoso de todo.

—¿Estabas embarazado?— Hoseok escupió sorprendido mientras limpiaba una lágrima que caía por su mejilla y terminó por suspirar. Prácticamente no sabía nada de su chico, se sentía una mierda de amigo al no apoyarlo en algo tan grande como es tener un bebé dentro de sí.