MY BEST FRIEND; Vhope [호석]

F I n

Para dar inicio a las vacaciones de verano, la familia Jung había arrendado cabañas frente al mar. El clima, a diferencia de cuando habían llegado, estaba estupendo, ya que incluso con dieciséis grados el agua era cálida y cristalina. En ese momento Hoseok caminaba con su mano enlazada con la de su futuro esposo, mientras este le contaba todas las curiosidades que había conseguido averiguar sobre aquel sitio hermoso.

—¿Estás seguro de que Jungkookie estará feliz con la noticia?— Hoseok se detuvo, abrazó la cintura de Taehyung y los giró a ambos con la vista fijada en las olas. —Hmm, te quiero.— Dijo el menor oyendo su risa al lado de su oído derecho y sintiendo cosquillas.

—Muy seguro bebé. Kookie será el más feliz de todos.— Seguido de esto besó la nuca de su novio. Taehyung lo encaró sonriendo y le robó un beso. —Te amo mucho, ¿lo sabes cierto?

Taehyung sonrió en grande y se acercó de nuevo a los labios con la forma de corazón que tanto le encantaban. Los besó lento, y agarró con sus manos el contorno del rostro de Hoseok para eliminar todo espacio entre ellos. Las manos ajenas recorrieron con cariño sus omóplatos. Separaron sus labios unos centímetros, quedando sus frentes conectadas y sus narices rozándose. Juntos se adentraron un poco más en el agua salada, que terminó por cubrir sus rodillas. Jimin apareció junto a su esposo tiempo después para informar que los traviesos Jungkook y Yugyeom habían estado despiertos desde muy temprano viendo películas, y ahora estaban hambrientos.

—¿Les diremos ahora o durante el almuerzo?— Tae dudó por unos instantes.

—Estoy emocionado, así que ahora.— El pelinegro asintió también con un cúmulo de emociones variadas dentro.

Cuando comenzaron a caminar de vuelta a su encuentro corrieron los dos pequeños amigos inseparables vestidos con remeras que en conjunto daban forma a Los Vengadores y unos shorts negros. Hoseok levantó y puso a su hijo sobre sus hombros. Y Taehyung lo intentó con el más menudo, pero la timidez de Yugyeom se lo impidió, aunque eso no lo salvó de sus cosquillas en medio de la arena y que luego de reír todos, Tae envolviera sus largos dedos alrededor de la mano considerablemente más pequeña de Yu.

En la cabaña principal, de Hoseok y Taehyung, y más grande los esperaba un gran banquete de comida hecha por Yoongi y Seokjin. El primero era el esposo de Jimin, y la razón por la cual habían tenido charlas de chicos muchas noches. Su boda había sencilla, pero muy sentimental, pues el discurso que el mayor había hecho para Jimin había logrado que a la mitad de invitados se les escurriera una lágrima. Y todo esto a su vez aumentó las ganas que Hoseok tenía por cumplir uno de sus sueños, solidificar su relación aún más con la boda de ensueño que le había prometido a un Taehyung de diez años. Estando sentados todos, la pareja se puso de pie capturando toda la atención posible. Se miraron a los ojos sonriendo y Hoseok habló:

—Chicos, nos alegra informar que este precioso hombre en unos meses pasará a ser mi esposo.— Las bocas de todos se abrieron al mismo tiempo que sus ojos, gritaron de la emoción.

Felicitaciones se oyeron por toda la mesa, y un brindis con copas rellenas de jugo de piña fue solicitado por Jimin.

—En realidad esa no es la única noticia...— Los cristales dejaron de escucharse y los adultos contuvieron la respiración, ya que se hacían una idea de lo que vendría a continuación. —Un bebé viene en camino.

Jungkook fue el primero en saltar a los brazos de sus padres para demostrar lo contento que la noticia lo había hecho. El niño lloraba en medio de Hoseok y Taehyung, abrazado al vientre plano que albergaría al pequeño hermano o hermanita que él cuidaría mucho. Sus amigos se sumaron al abrazo grupal que más tarde empezó Yugyeomie, y terminaron celebrando las dos grandes novedades en ese gran desayuno que inspiraba a pensar en todo lo positivo que sus vidas gozarían ese año.

[...]

Durante el día se dedicaron a recorrer el lugar, probar comida hecha en Hamdeok y maravillarse con todo lo nuevo que sus ojos podían apreciar. Y cuando la noche dio inicio, Namjoon trajo un poco de champaña y gaseosas para los niños y Taehyung. Había que seguir festejando, y a esa hora todo era tranquilo por la falta de personas a la orilla del mar, sitio que estaba completamente iluminado focos de luz alimentados por grandes paneles solares. Las olas eran suaves y diminutas, así que los niños pudieron jugar sin problemas, y los más grandes se unieron tiempo después para jugar Vóleibol.

—Pa, tengo mucho sueño.— Taehyung sintió que su dedo índice era apresado por una manito pequeña. Resultó ser Yugyeomie, así que lo tomó en brazos y el menor se quedó totalmente dormido antes de siquiera llegar a la cabaña donde dormían.

Lo escuchó murmurar el nombre de su hijo en sueños y sonrió acariciando su pelo negro. Como estaba todo mojado y en su traje de baño, tuvo que cambiarlo de ropa y batalló hasta conseguir su pijama de Spiderman. Jungkook apareció con la respiración un poco agitada tras correr, y cuando vio a su amigo dormido tapó su boca con las manos tratando de no hacer ruido. Miró a Taehyung, y este sonrió sabiendo que el más pequeño estaría en buenas manos con su hijo custodiando. Jungkook se acostó al lado de Yugyeom con su pijama puesto y su computador encendido. Taehyung les dio un besito a los dos en sus cabezas y salió.

Encontró a Hoseok en su camino de regreso y el mayor no se contuvo de besar los labios esponjosos de su futuro esposo. Afianzó sus manos en la cintura y omóplato derecho de Tae, y profundizó el beso. Cuando su respiración se hizo errática volvieron. Kim dio una rápida mirada por el cuerpo de su novio y notó de pronto un bulto conocido.

—¡Hoseok, eres un calenturiento!— Le gritó avergonzado.

—¿Qué? Eres muy sexy, no lo puedo evitar ni siquiera imaginando a Namjoon usando con la tanga que encontramos en su maleta.— Hoseok arrugó la nariz. —Nos encantas.— Dijo acomodando la posición en que su pene estaba dentro de sus boxers.

Taehyung negó con la cabeza. Su novio era un diablillo. Y aún sabiendo lo que desataría, se acercó para morder el labio superior de Hoseok, y de paso delineó el miembro erecto de su pareja con la yema de su dedo. El de pelo negro soltó un quejido y se estremeció de pies a cabeza. Lo sujetó firme y se lo echó sobre el hombro izquierdo fon rumbo a su cabaña. Tae observó las reacciones de sus acompañantes, que hacían gestos obscenos con sus manos y rió. Esa noche sería muy divertida con ellos y un jacuzzi.