C I N C o

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Hoseok simplemente había demostrado lo que sentía a sus cercanos, sin embargo, la situación ahora era distinta. Por más que en el pasado su cobardía le hubiera sacado muchas sonrisas y carcajadas a Tae mientras el menor le cuidaba de los monstruos, en seis años debería de haber perdido, por lo menos un poco, el miedo a las cosas ficticias. Pero no todo era fácil de fingir en la vida.

—Tae... ¿Estás despierto?— De manera automática el mayor formó un puchero a pesar de que por la oscuridad no se apreciara, eso funcionaba para eliminar el enojo de ser despertado en la mitad de la noche en su amigo hace unos años. —Tae, tengo un poco de miedo.

—Hobi, desde que nos acostamos he sentido como te remueves.  Eso no es poco.— Bien, Tae no era quien para burlarse. Antiguamente él solía tener distintas pesadillas y Jung hacía lo posible para distraerlo de todo mal.

—Pero... ¿Y si un asesino serial con motosierra entra en la casa cuando estemos dormidos?— Fue inevitable no soltar una pequeña risita que de inmediato se cortó con el golpe que Hoseok le había propinado en el brazo. —No te rías Kim Taehyung. ¿Qué haríamos en ese caso?

—Nada, si estamos durmiendo dudo que seamos capaces de hacer algo Hoseok.

—Ah, Tae... Eres un tonto.— Y claro que estaba indignado, necesitaba ayuda emocional, no que saliera con reflexiones sobre lo estúpido que le dejó ver esa frase paranoica.

–Ven acá.— Dijo con una de sus típicas sonrisas. Al notar como el de pelo marrón se resistía receloso por haber herido su orgullo, Taehyung pasó su brazo por el cuerpo contrario para darle la vuelta y quedar de frente, luego lo atrajo hacia su pecho y envolvió sus piernas alrededor de las caderas del mayor. Hoseok no tenía más opción que disfrutar el calor transmitido entre sus cuerpos. Amaba como el olor dulce de Taehyung lo envolvía por completo, ambos hacían una muy buena combinación; naranja y pomelo mezclándose con lanvanda y manzanilla.

—Ambos podemos enfrentar al asesino si estamos juntos.— La posición era extraña para cualquier ser humano que los viera, pero daba resultados muy buenos alejando las imágenes de terror en la mente del bailarín.

Nada era como a los 13, y no podían evitar pensar en sus sentimientos más allá del cariño fraternal. Debido a todas esas emociones, Taehyung no supo evadir la necesidad de probar los labios de su amigo uns vez más. El contrario no tardó en corresponder, colocando sus dedos entre los cabellos suaves de su amante. Era un beso sin un porqué, no había tiempo para pensar en consecuencias ineludibles en su futura relación. Una lágrima de parte del menor fue suficiente para que con fervor se acoplaran en un abrazo. Años y años queriendo repetir mágicas instancias como aquella.

—Buenas noches Tae, descansa pequeño.

—Buenas noches Hobi— Dijo repartiendo caricias por el pelo contrario hasta verlo dormido. —Como te extrañé amor...— No pasaron muchos minutos antes de que en conjunto con las suaves respiraciones del mayor, Taehyung también cayera rendido con la cara entre su cuello.

No entendía como Tae podría estar haciéndole tal confesión. Él no podía irse así como así, todavía les quedaba tanto por recorrer a ambos. Un pequeño venía de camino, quería permanecer todo lo posible en su embarazo...

—¿Cómo estás Hobi? Me duele tanto verte así cariño. Te amamos, sigue adelante. Sé que lo conseguirás en unos años, espera por mí...



MY BEST FRIEND; Vhope [호석] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora