Eterno Amor

Epilogo

Dos años después...

Kira y sus amigos llegaron a la región maya de Yucatán. Esta era su primera parada para que las comunidades no perdieran la fe en los antiguos dioses.

Hace dos años habían mostrado sus poderes a sus amigos y padres. Todos había quedado maravillados por tener a dos personajes como ellos de amigos y sus padres de hija. Pero Kira creía que no era la gran cosa, al final ella es la que se alegraba que no la abandonaran al saber el secreto y que además los ayudaran en su misión, le parecía increíble.

En el último año, Marcos había comenzado a salir con Valeria. En el hospital habían pasado mucho tiempo juntos y al final descubrieron que tenían mucho en común, comenzaron a pasar mucho tiempo junto y en el último año Marcos por fin le propuso que salieran juntos. Tenía sus reservas porque ella era dos años mayor, pero todos podíamos notar que eso no tenía cabida en su relación.

Para sorpresa de todos Andy y Ramiro comenzaron a salir en secreto hasta que una tarde Kira y Alec coincidieron con ellos en un restaurante y no hubo manera de negarlo. Kira estaba asombrada pues jamás se imaginó que Ramiro era gay. Andy estaba al corriente de que era un nahual, pero en vez de asustarlo o alejarlo, le parecía excitante tener un novio pantera.

Por su parte Alec cumplió la promesa de casarse con Kira una vez que la dieron de alta en el hospital. Sus padres accedieron después de escuchar su historia y en la boda su madre no dejo de derramar lágrimas de felicidad.

-¿Estas lista mi pequeña?- pregunto Alex a Kira sin soltar su mano.

-Contigo a mi lado siempre estaré lista- contesto Kira.

Acerco sus labios a los de Alec y se perdió en ellos como acostumbraba hacer cada que lo tenía cerca.

-Vamos chicos acabamos de salir de la habitación, tenemos cosas que hacer- soltó Andy que paso alado de ellos. Ramiro lo siguió y se disculpó al pasar junto a ellos.

Ambos se rieron.

Caminaron hacia la comunidad que ya los esperaba.

Kira pensó que eramuy afortunada por tener amigos y familia que la amaban tanto, pero sobre todoagradeció que Alec jamás se rindiera con ella y se aferrara a su amor. Testigode ello eran los volcanes que custodiaban la Ciudad de México, recordándoles atodos que el amor eterno existe.