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—Y cómo te decía, Taehyung... —prosigue el pelinegro jugueteando un poco con la pequeña estatuilla de un edifício a escala sobre su escritorio—¿Me estás escuchando? —enarca una ceja levantando la mirada para centrarla en aquella persona que se encontraba cabizbaja, de manos entrelazadas sobre su regazo y el cabello levemente peinado hacia un costado.

Totalmente presentable.

—Taehyung, te estoy hablando —repite el mayor, esta vez se levanta y camina hacia él.

El menor lo mira y sonríe levemente en su dirección. Jungkook lo nota al instante en el que aquellos ojos achocolatados se encuentran con los suyos, aquella mirada infantil y brillosa se había perdido hace unos años. Ahora sólo era reemplazada por una cargada de recuerdos.

Jungkook acaricio su cabello y Taehyung sonrío complacido por su acción, despues de todo aquella aura infantil seguía en pequeños motes en su persona.

—¿Qué ocurre contigo? Estás más distraido de lo usual —afirma el pelinegro frunciendo levemente el ceño. Taehyung se encoge en su sitio.

—N-no encontré mucho —niega bajando su cabeza nuevamente y con sus labios curvados en una mueca incómoda—. Hay muchos Parks en toda la ciudad y..

Sabía lo que vendría despues.

—¿Y...? —inquiere Jungkook tomando nuevamente asiento frente a él—. Sólo hay un Park Jimin en toda la ciudad, no debe ser algo difícil de encontrar.

Su voz denota esperanza por unos segundos pero su hermano menor no cae en su pequeña fachada, Jungkook retoma su postura autoritaria y acomoda los primeros botones de su camisa blanca.

Algo que había adquirido a medida que el tiempo pasaba era la firmeza en cuanto a su apariencia, cosa que Taehyung solía envidiar de buena forma en varias ocasiones. Los años le habían hecho fuerte notablemente.

—Ese es el problema, no hay un solo Park Jimin en toda la ciudad —el castaño se levanta de su asiento y extiende frente a sus ojos una carpeta teñida en azul con muchas hojas—. Este es el último archivo que queda, movimos mares y tierra para conseguir eso. No lo desperdicies en desesperación, ya pareces un jodido acosador.

Jungkook levanta la mirada cuando aquella frase muere en los labios de Taehyung, el ceño del mayor se frunce levemente y el menor de ambos se encoge de hombros sintiendose la partícula más insignificante en el universo. Definitivamente eso le había enojado y estaba a punto de enfrentar el humor que los años le habían dado al pelinegro.

—Taehyungnnie.. —una sonrisa aparece en su rostro—el nombre de la persona que amo y amé por primera vez en mi vida puede estar en esta misma carpeta —señala el objeto sin quitar su amenazante mirada—y juré encontrarlo algún día, yo nunca rompo mis jodidas promesas.

Taehyung le miraba apenado y con un deje de arrepentimiento. Su hermano mayor había hecho una promesa realmente importante y desde el día en el que habían salido de aquel tétrico lugar no paraba de investigar en todos lados.

Su nombre, edad, dónde podría estar viviendo. Era algo extraño pero él simplemente lo tomaba muy en serio.

En serio le amaba a pesar de no tenerlo junto a él.

—Tienes razón, supongo —murmura Taehyung retrocediendo poco a poco y con la vista en el suelo.

—Sólo quiero encontrarlo..

                     ・•・

Ya era algo tarde, el cielo se cubría en un manto azul y sobre éste las estrellas iluminaban Seúl de una maravillosa manera.

All for You 《kookmin》 2T.So BadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora