Caida de un angel

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Era tarde, lo sabía, miró por el gran ventanal, a su suspiro el hombre rubio alzo la mirada enfocándome con sus ojos verdes, el sonrió un poco, había tenido uns relación tensa con el hombre tras ese escritorio, el rubio solo le sonrió de regreso, debía admitir que era un gran hombre, a pesar de que al principio no se llevaban buen ahora incluso eran amigos, sus ojos amatista recorrieron el lugar dejándose caer en el sofá de cuero.
- Debes irte?- indagó el hombre de abrigo
-No creo que le importe-Suspiro el pelirosa de ojos amatista, ante esto su amigo, si eran amigos, suspiro en un silencio algo tenso.
-Cuanto más vas a soportar?-le pregunto algo dolido por el joven que aprendió a querer y tal vez a más....
-Creo que no mucho-Susurró el otro-cada vez que lo veo con alguien más, que huele al perfume de otras, que....que me trata mal, simplemente....quiero que deje de pasar, desearía poder ser suficiente, pero él no pone de su parte y así.... cualquier otra persona se cansaría y yo aunque me cueste decirlo....estoy en mi límite, Thoma....crees ¿que cambie?-
Seguchi Thoma, presidente de NG récords, ex cuñado del escritor Yuuki Eiri, le tenía rencor al ver como trataba al chico y como lo dejaba por días, incluso Mika le había gritado a Eiri cuando se desapareció una semana, sin avisar y dejando a Shuichi con la preocupación que casi le deja en una crisis nerviosa, Mika decía que si él no le importaba que le dijera, Yuki la había mirado y luego resopló y dijo que el tonto le pertenecía y que no se metiera. Todos estaban preocupados, Shuichi se apagaba y Thoma no quería eso, le observó y decidió luchar un poco y más.....algo lo impulsaba.
-vamos refrescate y luego continuamos.-Shuichi asintió dejando el cuaderno que había utilizado para escribir en el sillón, se fue al baño más cercano, ya dentro saco una larga varita de madera oscura, era larga y su diseño representaba un serpenteante dragón tallado en blanco, sus ojos brillaron al sentirla, el único secreto que había ocultado de Yuki: su magia, cuando quería hablar sobre ella, su voz no salía, cuando quería decirle pasaba algo o los interrumpian, Seguchi había sido un gran apoyo, pues era su senpai, se había graduado hace unos años ya de Mahotokoro, pero quería incursionar en el mundo muggle de la música, la música era mágica sin importar si la persona lo era, hizo un movimiento y conjuro un Tempus, suspiro ya era tarde, sacudió su pelo y sus ojos se apagaron un poco, debía regresar....a su.... hogar?.
Suspiro otra vez y decidió pedirle a Thoma un aventón.
**†††††††
Thoma estaba jugando con su varita de madera oscura y una piedra insertada en su base, una turquesa, suspiro al verla pulida y perfectamente circular, aunque busca tener un poco de paz no puede, suspiro y miro por la ventana, quería....
-Thoma...puedes llevar... pasa algo?-A los ojos de Shuichi su jefe estaba muy tenso, tenía sus ojos fijos en el horizonte lejos de el, eso le preocupo y cuando sus ojos se encontraron, de nuevo se pregunto por qué no podía alejar sus ojos de su figura.
Seguchi sonrió con algo de falsedad.
-No sucede nada, quieres que te lleve verdad?-El pelirosa asintió-Vamos es tarde ya- habían trabajado todo el día en una nueva canción, pero ninguno hiso progresos y la verdad estaba hartos, salieron dirigiéndose al auto del mayor, Shuichi sintió entonces un escalofrío recorrerlo, su corazón se apretó, pero ya era común, al tener un poco de paz, Yuki lo arruinaba, con una mueca entro en el auto, suspiro al ver a Thoma cuestionando le con la mirada, el negó restando importancia y pronto se hallaban conversando sobre trivialidades como viejos amigos, bueno la magia era un secreto de ambos.
Llegaron, Thoma no quería dejar ir a Shuichi, algo le decía que no le dejara ir.
-Te veré en la mañana, Thoma y gracias!-La voz alegre de su amigo le saco de su ensoñación, le vio entrar y arrancó el carro....luego lo apagó, algo iba a pasar y debía estar allí, para el.
†††††††††******
Subió en el elevador, camino tranquilo hasta la puerta del departamento de su pareja y entonces....vio la puerta abierta.
Dudoso se adentro, tomando su celular para marcar de ser necesario, se acercó a donde era el cuarto principal....
Escuchó un golpe, dos y una risa, se congelo al identificar el timbre de su amigo y de repente un jadeo. Se acercó a la puerta a escuchar.... no.
No....
-Yu...lo ha!-
No, no tu....
-Hiro basta....quédate quieto-
No. Por favor no....
-Shuichi no vendrá tenemos toda la noche....- un beso se escuchó junto a jadeos y gemidos, entonces su corazón se rompió, mantuvo su temblorosa respiración, cuando logró huir ellos se decían un te amo, eso termino por matarle, el que había esperado, el que había confiado, el que.....
Salió corriendo, mantuvo su paso hasta llegar al último piso, fue cuando vio a Thoma aún en su auto, rápidamente salió, al ver como se hallaba, simplemente le abrazo y lo dejo llorar.
Lloro por saber la verdad
Lloro por su corazón roto.
Lloro por la tradición de su amigo a quien consideraba un hermano.
Lloro por las mentiras del hombre que creía amar.
Lloro y se desahogó.
Sintió su corazón romperse y su alma desagarrarse.
Y de improviso sus alas se extendieron, su criatura queriendo ahuyentar la razón de su dolor, o venganza, no sabía cuál, Thoma cayó al piso cuando una enorme ala le golpeó, un imponente dragón negro le devolvió la vista, ojos amatistas y llenos de ira, la larga y serpenteante cola se balanceaba preparándose para el vuelo, de inmediato atrapó su cuello en un abrazo.
Shuichi no le dijo que era un Drachen!
Los dragones antigüos eran capaces de tomar forma semi-humana, en especial si encontraban a su destinado entre los humanos, ahora veía a un descendiente de ellos, trato de calmar a la bestia, los dragones son territoriales, posesivos y altamente peligrosos si saben de una traición con quien iba ser su pareja de por vida, Thoma sabía que si el dragón mataba a los adulteros era por honor y no por amor, por que si ya habías sido elegido y engañadas al Drachen este moría de tristeza.
-Basta Shuichi! Controlate! No vale la pena!-debia desviar la atención, si alguien.....no le quedaba de otra.-Escuchame Nightwish!- bueno tenía lógica llamar a su dragón así, el dragón se detuvo y entonces una voz (si se le puede llamar así ) mentalmente le hablo.
- que quieres mago?-
- Por favor perdona la vida a Eiri-
Las enormes alas se batían con fuerza tratando de alzar el vuelo, en ese momento dejaron de hacerlo y de estiraron hasta cubrir al rubio, en dragón le miró con fijeza, atento, Thoma logró calmarse un poco.
- A cambio de que?- la voz hablaba con interés, su magia se agitaba y era compatible con el mago de ojos verdes, debía atarle y a Suichi su parte humana le interesa ese mago así que no había problema, su pareja....
Sería Seguchi Thoma.
Seguchi sabía que pasaría, dispuesto a no dejar que algo así ocurriera, Shuichi debía estar al lado de su felicidad y no cargando con la muerte (aunque se lo mereciera) de quiénes le traicionaron, desidio entonces lo mejor.
-Sere tu pareja, nunca te traicionare y amare a Shuichi como a ti, nunca miraré a alguien más de esa forma, te entrego mi cuerpo alma y corazón, te doy.....te doy mi aceptación en formar un vínculo de compañero.-el dragón escuchó atentamente-Solo Shuichi no debe mancharse de sangre ni de venganza, el, el....-
-Mi parte humana es bastante blanda, pero comprendo que lo haces por el y no por los dos de allí arriba, mi honor será entonces para ti y mi destino atado al tuyo Seguchi Thoma- El dragón se alzó en dos patas seis metros de dragón le dieron la vista más impresionante a Seguchi y cuando comenzó a disminuir su tamaño una marca apareció en su brazo, le quemo hasta formar un tatuaje de un brazalete: un dragón negro de ojos amatista.
Cuando Shuichi reapareció conjuro una manta y la pudo sobre el, su magia y la del pelirosa se agitaron contentas de hallarse y unirse, cargo al inconsciente chico y pensó en donde ir, tenía que pedir ayuda y Shuichi no debía ir con su padre el hombre odiaba la magia y su hermana detestaba a Shuichi, pensó y pensó, si conociera.....había una forma!, Regreso a su auto puso a su ahora pareja en el asiento de copiloto, condujo hacia las afueras donde una enorme mansión, llena de protecciónes y magia se hallaba, traspaso el portal, salió de nuevo, cargando su preciado tesoro toco, un elfo doméstico le atendió.
-Quisiera hablar con Tom Riddle, tengo una petición que hacerle y pedir su ayuda-
-Sobre que Seguchi?- el hombre de ojos verde esmeralda le miró desde el puerto de la escalera, a su lado un hombre de larga barba observaba con sus ojos azul cielo.
-Adopta a mi pareja- Dijo con Miles de sentimientos en los ojos.

Hadas en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora