Capítulo 3

32.7K 2.1K 110
                                    

- Oye discul... - Iba a disculparme por haberla chocado pero me detuve cuando ella comenzó a gritar.

- ¡Fíjate por donde vas, idiota! - Me empuja mientras yo estaba procesando lo que ocurría.

- ¿Qué te pasa? Tú tampoco te estabas fijando - Respondí.

- Yo no soy la que tiene que hacerse a un lado, tú si. Yo estaba caminando por aquí primero -

¿Es en serio?

- Okey, no tengo tiempo para esto - Preferí irme antes de perder mi tiempo con personas como esa - Vale ¿Nos vamos? -

- ¿Te atreves a ignorarme? ¡Ja! Realmente necesitas saber quién soy y tal vez así... -

- No. Déjame adivinar - Sonreí - Eres la típica chica que vió muchas novelas y que ahora quiere creerse como la reina abeja de su propia escuela, pero que en realidad no es ni importante ni del agrado de los demás... -

Ella me mira ofendida pero la mayoría de personas que miraban la escena me daban la razón.

- Creo que acerté... - Me crucé de beazos - Realmente no me importa quien te creas que eres, porque eso no aplica para mi ya que... ahora solo te veo como una chica idiota -

Al terminar aquello sentí mi mejilla arder, mi cabeza se había girado hacia un lado y todos se sorprendieron pero se quedaron en silencio.

- A mi nadie me habla de esa forma, para que te quede claro -

Yo apreté los puños pero entonces agarré su cabeza y la estrellé contra los casilleros hasta dejar un hueco en estos.

- Idiota - Murmuré enderezándome.

Valeria se coloca a mi lado y ambas decidimos alejarnos, pero escuché movimiento atrás; hice que Valeria retrocediera para luego actuar rápido, salté hacia los casilleros para dar una vuelta y pasar sobre aquella chica que se había transformado, pero aún así conseguí golpearla en la cabeza hasta el suelo y luego le di una patada que la dejó tirada y aturdida.

Todos me miraban asombrados mientras que yo me arreglaba el cabello ya que molestaba en mi rostro pero entonces escuchamos los pasos apresurados de profesores y la directora quien miró la situación.

- Ustedes dos - Nos señaló a aquella chica y a mi - A mi oficina ¡Ahora! -

Suspiré, miré a la chica por encima de mi hombro, se había vuelto humana de nuevo; gruñí y seguí a la directora, las amigas de la otra tuvieron que ayudarla hasta que ella las empujó.

La directora nos hizo sentarnos en las sillas frente a su escritorio y nos miró con severidad.

- Les daré la oportunidad de explicarse... ¿Quién empieza? - Iba a hablar pero la chica se me adelanta.

- Señora directora... yo solo estaba caminando cuando esta chica y yo chocamos... iba a disculparme pero ella simplemente comenzó a gritarme y luego de responderle me golpeó y quiso atacarme, yo solo me defendí - Llora ella y yo me la quedé mirando.

Realmente... es una hija de puta.

- ¿Vanessa? - La directora me mira para que hable.

- En realidad... fue al revés, si quiere puede comprobarlo en las cámaras - Sonreí leve mientras que la choca se tensa.

Sí, me había dado cuenta de aquellas cámaras todo el tiempo.

La directora me mira y luego teclea en su computador, escuchamos los sonidos de lo que había pasado hace un momento; la chica a mi lado estaba realmente nerviosa mientras que yo sonreía tranquila y tratando de no sonreír con victoria. La grabación termina.

- Taylor estás suspendida por dos semanas por agredir a tu compañera -

La chica de nombre Taylor se levanta de golpe mientras me apunta molesta y frustrada.

- ¡¿Pero y ella?! ¡También me golpeó! -

- Ella se defendió de ti, lo que justifica su comportamiento ya que estaba dispuesta a irse pero tú interferiate - Afirma la directora - Eso es todo -

Taylor intenta quejarse más pero termina por irse y yo detrás de ella. Cerré la puerta tras de mi pero Taylor se me acerca furiosa.

- ¡Esto no quedará así! -

- Hm... Yo creo que sí, nos vemos en dos semanas - Sonreí pasando por su lado.

Escuché su chillido de furia mientras se alejaba, lo que me hizo reír a carcajadas pero por aquello fue que nuevamente me había chocado con alguien al momento de cruzar por una esquina. Que manía de chocarme con los demás.

MÍA, SOLO MÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora