Narra Vanessa
Un par de días fueron los que estuve aquí intentando comunicarme con la Abuela, pero... realmente no puedo, no tengo ni idea de como hacerlo, y eso comenzó a hartarlos.
- ¡¿Quieres que matemos a tu estúpido Mate o no?! -
- ¡Ya se los dije! No puedo hacerlo... -
- ¡No quieres hacerlo! ¡Eso es lo que pasa! - Solté un grito cuando me clava en la pierna una daga de plata la cual también había calentado hasta que estuviera rojo.
No pude evitarlo, las lágrimas rodaron sin control por mis mejillas mientras evitaba el suplicarle que se detuviera. Tenía miedo... sentía dolor y lo único que quería era quedar inconsciente para pasar todo esto.
- No me dejas otra opción... - Levanté la cabeza rápidamente - Voy a matar a ese chucho apestoso -
Jadeé de la sorpresa y ya no me importó el sentirme humillada ni nada...
- No... e..espera, por favor... - Supliqué, él se detuvo - Seguiré intentando, pero por favor... déjalo... -
- No creo que me sirvas de cualquier modo -
- Dame un poco más de tiempo... por favor... - Se queda en silencio y yo apreté los puños - Te lo ruego... -
Aquello pareció llamar su atención, se dio vuelta y caminó hacia mi con una sonrisa amplia.
- Dilo de nuevo... -
Fruncí los labios apretándolos con fuerza hasta que temblaron, pero bajé la cabeza avergonzada.
- Te... -
- No, espera... tengo una mejor idea - Chasqueó los dedos y los guardias se me acercaron y me soltaron las cadenas, me empujaron de ma silla y yo caí a los pies de aquel vampiro.
Intenté levantarme pero apenas y pude apoyarme en mis brazos, vi mis muñecas, estaban realmente mal... apreté los dientes.
- Ahora si... ya te imaginas como quiero que lo repitas... Hazlo -
Cerré los ojos un momento y me reprimí, suspiré derrotada y me removí en mi lugar para posicionarme frente a él, agaché más la cabeza.
- Te lo ruego... no mates a mi Mate... -
Escuché aplausos lentos y sarcásticos, yo me sentí humillada pero no levanté la cabeza.
- Hermoso... realmente... - Agarra mi barbilla y me obliga a mirarlo - ...hermoso... Jamás creí que una Alpha rogaría estando a mis pies... -
Aparté la cabeza y él me soltó sin más pero su sonrisa no desaparecía, gruñí por lo bajo.
- Muy bien... te daré un día más. Pero si no consigues conectar con la Diosa... mejor despídete de tu estúpido Mate -
Él sale de la habitación junto a los demás, yo me quedé en el suelo; apreté los puños pero rasgulando el suelo y dejando las marcas de mis uñas en este, no presté atención al dolor de mis dedos cuando mis uñas se destruyeron por aquella acción.
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MÍA, SOLO MÍA
Lobisomem¿Alguna vez... se preguntaron quién o qué creó a la madre y Diosa de todos los Licántropos: La Diosa Luna? Pues yo, Vanessa Wolf, sería la primera de mi generación y desde hace diez mil años... que sabrá sobre eso. Pero... ¿Qué tenía todo eso que ve...