Resoplé mientras estaba realmente cómoda con Jake, ambos acostados en el sofá mirando una película, yo estaba acostada sobre él quien acariciaba ni brazo constantemente. De vez en cuando lo miraba de reojo ya que... ¡Es hermosamente sexy! Pero a veces me atrapaba mirándolo y yo me sonrojaba.
— Vane... ¿Tienes hambre? — Pregunta en un momento.
— Realmente... Si — Respondí.
Él sonriendo asiente, yo me levanté para que él pudiera hacer lo mismo y antes de irse, deja un beso en mi cabeza y fue a hacer la comida. Me senté acomodándome en el sofá y seguí mirando la película.
Hasta que en un momento comencé a sentir leves dolores y molestias, no les di importancia creyendo que eso iba a pasar pero entonces fue cuando sentí un dolor bastante más fuerte.
— Au... — Murmuré.
Los dolores comenzaron a aumentar hasta el punto de que quería quejarme bastante y llamar a Jake, entonces se detuvieron por un momento, cuando sentí algo líquido escurrir por mis muslos.
— ¿Ah? — Abrí los ojos de par en par y los dolores comenzaron de nuevo — ¡Jake! — Grité adolorida y desesperada.
No pasó ni un segundo cuando él estaba junto a mi luciendo preocupado. Yo estaba hiperventilando por el dolor que comenzaba a sentir cada vez más fuerte. ¡¿Esto eran las contracciones?!
— ¡Jake, deja de parecer un idiota ahí parado y ayúdame! Esto duele... — Lloriqueé.
Jake reacciona y me carga rápidamente para llevarme corriendo al hospital. Nos atendieron inmediatamente mientras yo gruñía del dolor y trataba de no gritar pero estaba a nada de hacerlo.
— ¡No sé porqué mierda dejé que me hicieras esto! ¡Es horriblemente doloroso idiota! ¡Todo es tu culpa! — Comencé a decir en medio de mi dolor mientras apretaba la mano de Jake que nos seguía el paso a tropezones.
— Pero si hace nada te parecía linda la idea —
— ¡Una puede cambiar de opinión! ¡¿Sabes?! —
Llegamos a una sala donde tuvieron que separar a Jake de mi y los doctores me prepararon para el parto, yo ya casi que no podía soportar las contracciones pero finalmente me dijeron que comenzara a pujar. Yo así lo hice e intenté apresurar a que la bebé saliera porque esto es terrible.
Un par de lágrimas aparecieron en mis ojos pero Jake me sujetó la mano y trató de calmarme, yo le grité un poco más pero entonces sentí que la bebé salía y el alivio recorrió todo mi cuerpo. Su llanto hizo eco en la habitación y yo comencé a respirar con pesadez y cansancio; Jake parecía hipnotizado con lo que veía.
— ¿Cómo es... ? — Murmuré apenas pudiendo abrir los ojos.
— Hermosa... — Dice sonriendo.
— Ya veo... — Sonreí.
Los doctores se movilizan por toda la habitación para atendernos a mi y a mi bebé, la llevaron para sus chequeos y limpieza mientras yo recuperaba energías. Jake fue a controlar a nuestra bebé mientras yo descansaba y luego de un tiempo él llegó... y la tenía a ella en brazos.
— Quiero sostenerla... — Pedí en voz baja.
Jake se me acerca y la deja delicadamente en mis brazos, yo la acomodé poco a poco y moví ligeramente la manta que cubría un poco de su rostro; no pude evitar sonreír ampliamente y comenzar a lagrimear de la felicidad.
— Al fin estás con nosotros... mi pequeña Nicol... — Suspiré y besé su frente, ella dormía tranquila, yo pasé mi dedo por su mejilla sintiendo la suavidad de su piel.
Jake se acerca a nosotras y me rodea con un brazo mientras besa mi cabeza.
— Es igual de hermosa que tú —
— Salió a ti ¿Qué dices? — Ambos sonreímos.
Nos quedamos en silencio, contemplando a Nicol hasta que nos avisaron de las visitas que nos esperaban. Nuestros familiares y amigos entraron al lugar en silencio y con algunos cuantos regalos, mi mamá parecía la más emocionada, casi chillaba pero tuvo que contenerse.
Pasaron de a poco para verla más de cerca y enternecerse con Nicol, las chicas pareciera que iban a desmayarse en cualquier momento por tanta ternura.
Jake y yo nos miramos y juntamos nuestras frentes.
— Gracias... — Mencioné.
— ¿No te habías arrepentido? — Bromea y yo bufé un poco divertida.
— Te dije que puedo cambiar de opinión —
— Lo sé, lo sé... — Él acaricia a Nicol — Gracias Vane... por todo —
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MÍA, SOLO MÍA
Manusia Serigala¿Alguna vez... se preguntaron quién o qué creó a la madre y Diosa de todos los Licántropos: La Diosa Luna? Pues yo, Vanessa Wolf, sería la primera de mi generación y desde hace diez mil años... que sabrá sobre eso. Pero... ¿Qué tenía todo eso que ve...