-Madre mía Aitana, son los cinco minutos mas largos de mi vida- dije mientras esperábamos que el predicto diera una respuesta a lo que llevaba rondándome por la cabeza durante las últimas semanas.
-Amaia tranquilizate, todo va a ir bien- me dijo Aitana mientras se levantaba de la cama para abrazarme, un abrazo que necesitaba mas que respirar.
-Y si sale positivo, y si de verdad estoy embarazada? No estoy preparada para esto, no ahora que las cosas no están bien.
-Yo estaré contigo, siempre, pase lo que pase, te apoyaré en todo lo que decidas- dijo mientras no sentábamos en la cama esperando que el tiempo pasara.Los minutos que quedaban se me hicieron eternos, me quedé pensando en como sería mi vida si de verdad estuviera embarazada, como sería tener un hijo con la persona que mas había querido en el mundo, lo maravilloso que seria criar a un hijo junto a él, pero aunque fuera lo que yo deseaba la realidad era completamente diferente, él no estaba a mi lado y por mucho que yo estuviera perdidamente enamorada de él no estar juntos era lo mejor para los dos.
El sonido de la alarma del móvil me trajo otra vez a la realidad, indicaba que el tiempo se habia agotado y que ya tenia una respuesta, una respuesta que temia bastante.Aitana me miraba con los ojos muy abiertos esperando a que reaccionara y fuera a mirarlo, pero no era capaz, no podia mover ni un músculo del cuerpo, estaba aterrada.
No entendia como podian haber cambiado tanto las cosas en tan poco tiempo.
Me levanté con decisión y me dirigí al baño, cogí el predicto conté hasta tres y le di la vuelta.
Cuando ví la pantalla noté como el baño empezó a darme vueltas y un sudor frío recorrió mi espalda, me senté en el vater por miedo a desmayarme.
- ¿Estás bien? - me preguntó Aitana mientras se acercaba a mi con cara de preocupación.
-Es positivo, estoy embarazada- dije mientras una lagrima lucha por salir de mis ojos.
Aitana me abrazó con fuerzas, no se cuanto tiempo estuvimos abrazadas pero se me hizo demasiado corto.
-¿Qué vas a hacer? - me dijo mientras se separaba un poco de mi para poder mirarme a los ojos.
-No lo sé Aitana, no lo se... - dije mientras agachaba la cabeza y jugueteaba con una goma del pelo que tenia entre mis manos.
-Amaia... deberías hablar con él, deberías contárselo - me dijo suavemente mientras me acariciaba el pelo
-No, no puedo decirle nada- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Hola!
Al final me he decidió a escribir esta historia, espero que os guste mucho y disfruteis leyendola, nos leemos