-¿Xus?- dije con voz temblorosa- ¿me oyes?- no obtuve respuesta y pensé que me lo había imaginado pero a los pocos segundos el movimiento se volvió a repetir.- ¿ Xus, Xus..?¿ Me escuchas? Estoy aquí. Soy yo.
-Cariño...
Dios mío, nunca en la vida una palabra me había hecho tan feliz, acababa de hablar, eso no me lo había imaginado, no había abierto los ojos todavía,pero su cuerpo empezaba a moverse lentamente.Cuando consiguió abrir los ojos no me podía mover, estaba estática, como una piedra, había deseado tantas noches que pasara esto que ahora mismo no sabia como reaccionar. No podía dejar de llorar y sonreír. Sus ojos se clavaban en los míos como si hubieran vuelto a nacer. Tenían un brillo especial, un brillo que yo conocía a la perfección porque Alfred también lo tenia.
-Dios mio Xus, estás bien, estás bien- dije llorando y acercándome a ella para abrazarla.
-Amaia ¿Qué pasa? - Escuché la voz de Alfred que se adentraba dentro de la habitación.
-Alfred...
- Mamá...- dijo casi en un suspiro mientras corría hacia la cama a abrazarnos al ver que su madre había despertado.- No me lo puedo creer, estás bien, estás bien, estás despierta...- decía entrecortadamente mientras besaba la cara de su madre repetidamente y las lágrimas salían de sus ojos.
Su cara cambió al instante cuando entró en la habitación y nos vio a las dos abrazadas, no podría explicar con palabras lo que sentí al mirarle a los ojos,podía ver la emoción, el miedo, y la esperanza que transmitían eso ojos marrones oscuros llenos de lágrimas. Mentiría si dijera que en ese momento era la mujer más feliz del planeta.
-Voy a avisar a los médicos-dije mientras me dirigía hacia la salida para dejarles un poco de intimidad.Al llegar a la puerta me giré y les observé durante un rato. Admiraba la relación que tenia Alfred con su madre, era única y especial, yo tenía una buena relación con la mía pero no se parecía en nada a la que compartían Xus y Alfred. Deseaba tener esa relación con mi futuro hijx.
Cuando los medicos entraron nos echaron fuera de la habitación para poder trabajar con mas tranquilidad ya que tenían que hacerle varias pruebas, había estado demasiado tiempo en coma y no sabían que lesiones podía sufrir. En ese momento llamamos a toda la familia para informar de lo que había pasado para que vinieran al hospital.
- Dios mio Amaia, ha despertado - dijo mientras me abrazaba con fuerza y daba vueltas sobre si mismo conmigo entre sus brazos.
-Te lo dije esta mañana, todo iba a ir bien, tenía un presentimiento- dije apretando su cuerpo con fuerza contra el mío, sonriendo contra su cuello.
ALFRED
Cuando entré en la habitación y me encontré a Amaia tumbada sobre la cama no podría imaginarme que se tratara de que mi madre había despertado, había pasado tanto tiempo que ya pensé que no iba a hacerlo. Cuando ví sus ojos llenos de luz otra vez sentí que volvía a nacer, sentí que la vida nos estaba dando una segunda oportunidad para vivirlo todos juntos y delante de mi se encontraban las dos mujeres de mi vida que venían a confirmármelo . No podía estar mas feliz en ese momento.
Cuando el medico salió de la habitación nos contó que se había recuperado completamente, que tendrían que tenerla en observación unos días y tenia que hacerle algunas pruebas porque era un milagro que hubiera despertado de esa manera y sin ningún daño.Pero que estaba todo bien, que en unos días se podría marchar a casa.
-¿Cómo te encuentras mamá? - le pregunté cuando volvimos a entrar a la habitación, aun no había llegado nadie de la familia por lo que solo nos encontrábamos Amaia y yo.
