No podía creerme lo que estaba escuchando, pero no pude evitar sacar una sonrisa.Era mío, íbamos a ser padres. Pero ¿Cómo había pasado?
Amaia notó que mi cuerpo se relajaba e inmediatamente ella también se relajó supongo que le aterraba mi reacción y al ver que no reaccionaba mal su cuerpo se tranquilizó.
-¿Pero cómo ha pasado? - dije cuando fui capaz de articular palabra.
-No lo sé, parece que las protecciones a veces fallan- dijo ella bajando la cabeza. Y era cierto, no es el primer caso en el que se ha roto un condón.
-¿Estás segura?- dije con voz temblorosa.
-Sí, bastante.
- Ay Amaia...- y me lancé a abrazarla, ella correspondió a mi abrazo rápidamente, como si mis brazos fueran su salvavidas y estuviera apunto de ahogarse. Noté el olor de su pelo bajo mi barbilla, le besé la cabeza, y en ese momento me di cuenta de que estaba llorando, eran lágrimas de felicidad, porque ese bebé venia para decirnos que nuestro destino era estar juntos, que aunque todo fuera oscuridad siempre había un punto que brillaba.Fue un abrazo largo, de esos que reconfortan hasta la persona mas perdida del mundo.
Nos separamos de ese interminable abrazo y sin poder evitarlo mis ojos se fueron a su tripa, una tripa inexistente pero que me parecía la tripa mas adorable y bonita del universo.
-¿Puedo? - le dije señalando su barriga.
-Sí- Dijo ella mientras se recolocaba en el sofá y de subía un poco la camiseta.
Mi mano se posó en su bajo vientre y acaricié suavemente su piel, estaba experimentando una sensación que no había vivido en la vida, era como si pudiera notar la presencia de la vida que se estaba creando. Era increíble, no entendía como había pasado de pensar que era el hombre mas desafortunado de mundo a ser el hombre mas afortunado de la historia en solo unos segundos.
Mis ojos dejaron de mirar su tripa, aunque mi mano seguía posada en ella, y se dirigieron a los ojos de Amaia, no mentiría si dijera que me estaba mirando con la mirada mas bonita que había visto jamás.
Tenía los ojos llorosos y desprendían amor, joder, tenía tantas ganas de besarla...pero no lo hice, era ella la que tenía que dar ese paso.-¿Qué quieres hacer? - dije mientras volvía a fijar mi vista en su tripa. Estaba embobado y no podía parar de imaginarme escenas de nosotros.
- No losé, tengo mucho miedo - dijo dejando escapar por fin una lagrima de sus ojos.
-Eeey Amaia- dije mientras levantaba mis manos y las posaba en sus mejillas para quitarle la lágrima- yo voy a estar contigo, decidas lo que decidas voy a estar a tu lado. Voy a cuidarte, no voy a moverme de aquí.
Dios Amaia esque te quiero tanto que no puedo expresarte con palabras todo lo que siento ahora mismo.Quería decirle que si quería tener ese hijo con ella, que era lo que mas deseaba en el mundo, pero no quería presionarla, ella tenía la ultima palabra,no éramos pareja y ese niño venía en un momento que nadie esperaba, pero si ella quería yo iba a apoyarla, y si pensaba que no era el mejor momento para tenerlo debido a las circunstancias también estaría ahí. Porque más allá de todo yo ya no podía vivir sin ella.
- ¿Y si todo sale mal? ¿ Y si nos volvemos a separar y me vuelvo a quedar sola?¿ Y si te vuelves a ir?
-Amaia, eso no pasará, te perdí una vez,no voy a permitir que eso pase otra vez. Eres la mujer de mi vida, lo supe desde el primer momento que cantaste starman en la gala 0- dije interrumpiendo su monologo- T'estimo.
Amaia nunca habia sido de muchas palabras, pero cuando se trataba de cosas importantes menos, pero sus ojos hablaban por si solos.
Decidió acortar la poca distancia que existía entre nuestros labios y depositó en ellos un suave beso el cual correspondí inmediatamente.
Era consciente de que con ese beso me estaba diciendo muchas cosas,me estaba afirmando que quería tener ese hijo y que quería que yo estuviera a su lado.-¿Tu quieres tener ese hijo conmigo? - dijo muy cerca de mi boca.
- No hay otra cosa en el mundo que me haga mas feliz que formar una familia junto a ti, Amaia - mi contestación hizo que ella esbozara una sonrisa y que a mi me saliera otra instintivamente.
-Vamos a tener un bebé- dijo cuando separó sus labios de los míos.
- Si Amaix, un pequeñito y bonito bebé - dije apoyando su frente contra la mía y acercándola un poco mas a mí mientras sonreíamos- Us estimo.
- Y nosotros a ti.
Era la primera vez en mucho tiempo que Amaia me decía que me quería,ojalá no dejara de decírmelo nunca.
Pasamos toda la tarde entre mimos y caricias, hasta que ella cayó rendida y se durmió en mis piernas. Me puse a observarla, era tan guapa y tan perfecta que no podía imaginarme la vida sin ella. Ojalá el bebé se pareciera a ella, en todo, hasta en lo desastre, nada me gustaría mas que tener a una pequeña Amaia entre mis brazos.
Cuando Aitana llegó ya era bastante tarde, yo seguía en la misma postura por miedo a despertar a Amaia.
-Hola- dijo Aitana en un susurro - ¿ te ayudo y la llevamos a la cama?
-Vale- me levanté del sofá lentamente y cogí a Amaia entre mis brazos. Cuando llegamos a la habitación la deposité en la cama y la tapamos con las sabanas, estaba tan mona durmiendo...
Antes de salir de la habitación le di un beso en la frente, ella se movió un poco en la cama y cuando ya me giré para irme me cogió del brazo y me dijo.-Alfred, quédate conmigo.
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Hola!Espero que no hayáis muerto de sobredosis de azúcar y que os haya gustado mucho, la verdad esque tengo un amor odio a este capitulo, pero espero que os guste mucho
Decidme que opináis, nos vemos en comentarios
Un cariñazo