Me ahueoné 《CHILENSIS》

•otto•

Todavía no pongan la canción, yo les aviso<3

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Ocho de la mañana y de nuevo nos fuimos a juntar con los niños. Me puse al lado del Andrés y pasó su brazo por mi cuello.

—¿Y la Paz?— preguntó mirando pa' todas partes. Sólo habíamos llegado yo y la Cata.

—No va a venir, porque hoy día juega el David.— contesté y asintió. Levanté mi mirada al frente y vi cómo el Bruno nos miraba. Sus ojos reflejaban algo que no podía describir...

—Emi, ¿vai al carrete de la noche?— preguntó el Edu, haciendo que quitara mi vista del Bruno.

—Ah, sí.— hice una mueca. El Andrés me empezó hacer cosquillas.—¡No, culiao!— me alejé de él.

Estuvimos como dos minutos huebeando, hasta que cuando paró de hacerme cosquillas, me encontré con la cara rígida y seria del Bruno mirándonos.

¿Estaba celoso?

Al minuto, había tocado el timbre y justo cuando se iba a ir, miró mal al Andrés.

<<¿Me estai huebeando?>>

[...]

Estaba corriendo con la Cata, porque nos tocaba educación física y la hueona hablaba de algo.

—¡Es que es tan lindo!— gritó y yo me reí.

—¿Quién?— pregunté sonriente.

—El Max.— nombró al feo re culiao e hice una arcada violenta, huebeandola.

—Ah.— se me cayó toda la sonrisa. Ese culiao siempre me ha caído mal y tenía un mal presentimiento sobre él.

—Uy, hueona pesá.— frunció el ceño.—Si igual es lindo.— sonrió bien ahueoná.

—Como digai, gustos son gustos.— me encogí de hombros.

[...]

Acababa de salir del camarín e iba de camino al lugar donde siempre nos juntábamos, pero estaba ocupado por unos cabros de otro 3ro Medio.

<<Conchetumare...>>

Era el curso del Bruno.

Me fui a sentar ahí y me dio lo mismo, me relajé, total el Bruno nunca me mira.

Me puse los audífonos y me concentré leyendo una novela en wattpad. Era bacán, porque se trataba de una cabra que ayudaba a un hueón que tenía depresión.

La Cata llegó a sentarse a mi lado.

—No mires, pero el Bruno te está mirando y desde que sentaste aquí.— quité la vista de mi celular pa' mirar a la Cata y la curiosidad me mataba, necesitaba verlo.

—¿Demasiado?— hice una mueca. Me puse super nerviosa.

—Sí.— contestó. No lo pensé y giré mi cabeza hacia su dirección y efectivamente, me estaba mirando de una manera tan linda.

Cuando sus ojos conectaron con los míos, dio un pequeño salto y miró hacia otra parte. Se hacía el hueón, pero justo lo había pillado.

Sonreí ante su reacción.

[...]

Me había preparao' pal carrete y cuando llegué, estaba bacán. No era tan grande la hueá y era lo que más me gustó.

Me senté con la Paz y comenzamos a tomar suave. Hablabamos de cualquier hueá y nos dimos cuenta que de a poco llegaban hueones.

—¡Weeena, Bruno!— escuché y miré a la entrá. Vi al Bruno y se veía tan lindo, pero...