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Lunes por la mañana en la tienda. Aquel día se sentía el triple de vacía desde que Jungkook no había ido a causa de un resfriado. Lia estaba sola, pero por suerte para ella acababa su turno unas horas antes de lo previsto, así que podía ir a visitar a su mejor amigo enfermo antes.

Lia terminó su turno antes de la hora de comer, por lo que se dirigió enseguida a casa de Jungkook. La chica se quitó los auriculares de sus orejas para pausar la música de su móvil y tocar la puerta, a pesar de abrirla igualmente con la llave que Lia sabía que Jungkook guardaba en la tercera maceta de la derecha de su entrada.

-¡Jeon Jungkookie! -lo llamó al llegar.

Sin embargo, en lugar de obtener la voz de Jungkook como respuesta, un murmullo de varias voces masculinas que venían del interior del pasillo llamó la atención de Lia.

-¡Está claro que yo sería un mejor padre!

Aquella era la voz de Seokjin. Lia fue encaminándose hasta la habitación de Jungkook.

-Tú le consentirías todo a nuestro hijo. -respondió Yoongi.- Nuestro niño definitivamente necesitaría un padre que sepa controlarlo y no dejar que haga tanto el tonto.

-Yoongi como padre es algo que me cuesta imaginar. -se oyó a Namjoon comentar.

Las risas de Jimin y Hoseok retumbaban en la sala. Sobretodo la de Hoseok.

-Creo que he oído la puerta.

Y ese era Taehyung. Lia apareció unos segundos después en la puerta de la habitación de Jungkook, el cual se encontraba tumbado en su cama, con una nariz más roja que la del reno Rudolph y los ojos llorosos; rodeado de todos sus amigos esparcidos por la amplia habitación. Todos los ojos expectantes se posaron en la chica en cuanto ésta hizo su entrada en el cuarto, haciendo que por un momento se sintiera muy incómoda por la sobredosis de hombres atractivos por metro cuadrado.

Sin embargo, por mucha belleza acumulada en aquella habitación, los ojos de Lia quedaron únicamente atrapados por la sonrisa de Taehyung al verla.

-Hola a todos. -saludó ella.

-Gracias a Dios... -suspiró Jungkook.- Te necesitaba.

Lia automáticamente dejó todo de lado para dirigirse hasta su mejor amigo y sentarse en su cama. El chico lucía cansado y enfermo, pero algo de su particular brillo quedaba en sus ojos. Ella no tardó en coger su mano y estrecharla en la suya.

-Jungkookie... ¿cómo estás?

-Algo debilucho, pero no es nada que oppa no pueda superar.

Namjoon rió al escuchar "oppa".

-¿De quién vas a ser tú oppa si eres un bebé? -añadió Hoseok.

Jungkook puso sus ojos en blanco y suspiró.

-Ayúdame por favor. -pidió a Lia.

-Oye. -se quejó Jimin.- ¿Hemos venido todos tus hyungs a cuidarte y es así como nos lo agradeces?

-Me habéis despertado y creo que me ha subido la fiebre desde que llegasteis. -respondió el menor.

Lia rió muerta de ternura ante la situación. Sonrió y se inclinó para dejar un besito en la frente de su mejor amigo. Él dejó que se formara una sonrisa en sus labios tras aquel gesto. Miró en el reflejo del espejo a Taehyung, que sonreía con unos ojos brillantes ante la escena. El de cabellos grises se sentía feliz de ver lo buenos amigos que eran su amigo Jungkook y Lia, y más, sabiendo cuánto se querían el uno al otro.

-Voy a traerte algo de agua, Kookie. -anunció Jimin, que enseguida salió de la habitación para dirigirse a la cocina.

Lia se levantó entonces de la cama y dejó hablando a su mejor amigo con Yoongi y Namjoon. Acto seguido, siguió los pasos del rubio y llegó hasta la cocina.

Deal {Kim Taehyung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora