Deal {Kim Taehyung}

22

Cuando Lia abrió sus ojos, todo parecía ser un sueño. Su visión aún estaba desenfocada, y se encontraba completamente desorientada. Tras unos cuantos parpadeos comenzó a ser consciente de donde estaba: en el coche de Taehyung. Tumbada en los asientos traseros. Poco a poco, se fue incorporando hasta comprobar que se encontraba sola en el vehículo, aparcado enfrente de la casa de Jungkook.

Se dispuso a salir, pero en ese momento, el peligris salió de la casa, cargado de bolsas y una maleta que Lia reconoció como suyas. Vio al chico ir hasta el maletero para dejar las cosas y segundos después sentarse en el asiento del conductor.

-¿Cómo estás, mi vida? -se apresuró él a preguntar, girándose para acariciar la mejilla de la joven.

-Pues... no lo sé. -Lia comenzó a recuperar el malestar que la había invadido, recordando todo lo sucedido hacía solo unos momentos.- Jungkook... -dijo.

-Vamos a casa, Lia. -soltó Taehyung, arrancando el coche.- Allí hablaremos cuando estés más tranquila.

Lia asintió y permaneció en silencio durante todo el camino. Pensando. Intentando asmilarbtoda la nueva información que se le acababa de venir encima.

Jungkook estaba enamorado de ella. ¿Por qué? ¿Desde cuándo? ¿Cuánto le había hecho sufrir sin saber ella nada? ¿Había llorado por su culpa? ¿La odiaba? ¿Los odiaba a Taehyung y a ella? ¿Podrían volver a ser amigos?

Y no solamente eso. Jungkook además era el ex novio de Yu. El mismo al que hizo jurar a Taehyung, Namjoon y Seokjin que no iban a intentar nada con ella nunca.

Entonces Taehyung también debería responder algunas preguntas. Todo daba vueltas en su cabeza, hasta que llegaron de nuevo a la casa del chico. Una sola noche había podido dormir en casa de Jungkook; las otras dos que faltaban las tendría que volver a pasar en casa de Taehyung, o al menos eso dio ella por supuesto. Nunca antes había echado tanto en falta su piso, aunque fuera compartido con la altiva de Yu, causante de tantos estragos.

Que por cierto... ¿Jungkook y Yu? ¿Qué clase de pareja era esa?

Sin decir una plabra ninguno de los dos, Taehyung y Lia sacaron todas las pertenencias de la chica del maletero del coche y lo organizaron todo dentro de la casa. Las cosas de Lia volvían a estar en el mismo sitio que los pasados días. Aquel hogar parecía lucir poco a poco cada vez más familiar y cómodo para ella. El pequeño Yeontan, que ya echaba de menos a la joven, se puso muy contento de recibirla de nuevo.

-Hola Tannie. -le saludó Lia con voz apagada entrando al salón. El perrito revoloteó bajo sus piernas, y ella se agachó para tomarlo en sus brazos y abrazarlo contra su pecho mientras acariciaba su suave pelaje.- Ojalá pudiera ser tú ahora mismo. Sin preocupaciones de ningún tipo y con Tae todo el rato para ti. -habló.- ¿Cómo lo haces, Tannie?

El perrito se dejó abrazar y acariciar gustosamente en sus brazos, quedándose casi dormido. Lia no aguantó más y soltó todas las lágrimas que inevitablemente, estaban destinadas a derramarse por sus ojos. Lloró sobre el animalillo, abrazándolo con fuerza como si él pudiera quitar su dolor. Tomaba bocanadas de aire y continuaba llorando. Todo era demasiado injusto.

Unos brazos la giraron para quedar de frente ambos. Taehyung cogió a su mascota de los brazos de la chica, y suavemente lo retiró, dejándolo en el suelo, donde rápidamente correteó hasta su cunita de nuevo. Él no tardó ni un segundo en pegar a la chica a su cuerpo para abrazarla fuertemente.

-No entiendo nada. -se oyó decir a Lia a duras penas a través de los brazos del peligris.

-Cálmate, por favor. -le pidió, antes de besar su cabeza.