Deal {Kim Taehyung}

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-Lia onnie, yo de mayor quiero ser tan guapa como tú. -le dijo la joven Eunji mientras se abrazaba a su brazo.

-¡Pequeña, pero si ya eres preciosa! -rió Lia, abrazándola con más fuerza.

-Lia noona es más guapa que tú. -se burló su hermano Yeongsu.

-Las dos somos muy guapas. -le dijo Lia.

-Te van a volver loca. -dijo Taehyung, que apareció momentáneamente para coger una botella en el salón para regresar a la cocina con sus padres.

-Tú también dijiste que Lia te volvía loco, hyung. -dijo su hermano menor.

Lia, enternecida, le sonrió.

-Ese... es otro tipo de locura, Yeongsu. -rió mientras se retiraba.

-Oppa y tú... ¿sois novios ya? -preguntó Eunji.

Lia sonrió.

-Sí. -afirmó.

-¿Os queréis mucho?

-Muchísimo.

La pequeña sonrió.

-Me gusta.

-Por eso hyung no va a irse a estudiar a París. -soltó Yeongsu.

Lia dejó de respirar tras oír al niño.

-Yeongsu, ¿qué has dicho?

El niño, comprendiendo que probablemente había dicho algo que no debería haber dicho, miró sus manitas agachando la cabeza. Lia, se agachó en frente de él.

-No pasa nada, no voy a decirle a nadie que tú me has dicho nada. -le murmuró.- Será nuestro secreto. -le aseguró Lia, ofreciéndole su meñique para entrelazarlo con el del pequeño en una pinky promise.

Yeongsu lo tomó y en voz baja, habló.

-Mamá me dijo que mi hermano te quiere mucho mucho mucho... y... él podía irse muy lejos a estudiar pero... al final no va a ir porque no quiere estar lejos de ti.

Lia, con el nudo en la garganta, cerró los ojos.

La primera emoción que reconoció fue el inmenso alivio de pensar en que su novio no iba a irse lejos. Ya no sentía que cada segundo con él iba a ser una despedida. El dolor de imaginarse la situación se había esfumado.

Sin embargo, algo se estaba pudriendo dentro de Lia: la culpa. La responsabilidad por ser el motivo. ¿Acaso no le convertía eso en una distracción para alguien a quién se le había presentado la oportunidad de su vida? Ella le iba a quitar su sueño.

-Gracias, amigo. -le sonrió al pequeño.

-Yeongsu, eres un bocazas... -le riñó su hermana.

-¡Eunji! ¡Yeongsu! ¡Venid a poner la mesa, anda! -les llamó su padre desde la cocina.

Los niños corrieron al instante a la llamada del deber mientras que Lia se quedó sentada en el sofá dándole vueltas a lo que acababa de enterarse.

Entonces, unos labios fueron presionados en su mejilla.

-¿Estás bien, princesa? -le preguntó Taehyung.

-Sí. -sonrió Lia.- ¿Y tú?

-Tengo hambre. -respondió.

-Iré a ayudaros a poner la mesa.

Lia se forzó a mantenerse lo más tranquila y normal posible. Rió las bromas del señor Kim, conversó amablemente con su mujer y siguió jugando con los hermanos pequeños de Taehyung. Por un momento hasta llegó a olvidarse del problema, mas el nudo en el estómago seguía ahí.