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Viernes a medio día en la tienda de discos. Lia y Jungkook notaban la venida del verano con la subida de las temperaturas y el número de clientes que cada vez iba aumentando y daba más trabajo. La chica colocaba los nuevos discos recién llegados en sus correspondientes sitios mientras que Jungkook atendía la caja. La semana laboral se había pasado bastante lenta desde aquella tarde en el parque de atracciones; sin embargo, la compañía de Jungkook siempre le hacía bien.

Taehyung y Lia hablaban todas las noches, cuando ambos tenían tiempo de descansar de sus exhaustivos trabajos, pero nada fuera de lo común: tan solo preguntaban por sus días, se pasaban alguna foto haciendo el tonto o de sus comidas y ya está. Aún así para Lia, las conversaciones con aquel chico eran su parte favorita del día. Le gustaba hablar con él y además empezaba a sentir interés en conocer más de la vida de ese chico. ¿De dónde era su familia? ¿Tenía hermanos? ¿Podría enseñarle alguno de sus cuadros o sus fotografías algún día y que le explicase el significado y la historia tras ellos? Lia quería saber más de Taehyung, pero no pretendía tener ese tipo de conversaciones por mensajes; así que pensó en decirle de quedar con él aquel fin de semana. Sin embargo, con el estrés de la tienda, la chica lo había olvidado.

En un momento dado, la tienda pareció quedarse vacía por un rato, y Lia, que acababa de terminar con su tarea, se acercó recogiendo su pelo en una coleta hasta la caja con su compañero.

-Hoy nos espera un día algo duro. -dijo Lia.

-Lo sé. -aseguró Jungkook.- Quiero que llegue julio ya. ¿Trabajaras en verano?

-No. -respondió.- Cogí julio y agosto de vacaciones igual que tú, ¿recuerdas?

-Oh, cierto. Entonces podremos estar juntos todo el verano.

Lia cogió la mano de Jungkook y la llevó a su cara para apoyar su mejilla en ella.

-¡Buenos días!

La voz angelical de Jimin interrumpió aquel momento. El rubio lucía contento aquella mañana mientras caminaba hasta Jungkook y Lia, la cual soltó la mano de su amigo muerta de incomodidad.

No había tenido contacto alguno con el rubio desde aquella noche en casa de Jungkook y en esos momentos ella no sabía ni qué decir. Además, su mejor amigo también estaba enterado de lo ocurrido y estaba delante por si la situación no era lo suficientemente tensa ya de por sí.

Lia miró a Jimin, esperando (o más bien deseando) que él actuase con total normalidad, lo cual hubiera sido lo más sano para ella. Sin embargo, los ojos de Jimin estaban lejos de comportarse con normalidad, y en su lugar, analizaban cada centímetro del cuerpo de Lia de arriba a abajo, acompañados de una sonrisa ladeada y sugerente.

-Jimin-ssi. -rió Jungkook, que parecía haber leido la mente de su amiga e intentaba normalizar el ambiente.

-Jungkookie, hoy no vengo a verte a ti. -le dijo Jimin, por primera vez mirando a su amigo, aunque fue brevemente, puesto que enseguida regresó su mirada hacia su compañera.- He venido a ver a Lia.

La chica apartó un mechón de pelo detrás de su oreja nerviosamente, mirando entonces los ojos de aquel chico que emanaba encanto; mientras Jungkook bajaba la mirada a sus manos.

-Vaya, eso es nuevo. -se atrevió de decir Lia.

-Sí, ¿verdad? -preguntó retóricamente Jimin.- Espero que no te haya molestado, Jungkook-ah. Sabes que te amo.

Deal {Kim Taehyung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora