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Era miércoles por la tarde cuando Shawn y Lucy se encontraban tirados en el suelo de la recamara de la chica planeando su fiesta de cumpleaños número dieciocho.
Shawn cumplía años un dia antes que Lucy por lo que, desde niños, sus mamás siempre festejaban sus fiestas de cumpleaños juntos. La tradición seguía hasta hoy día.
Siempre solían "tirar la casa por la ventada" inventándose las mejores temáticas. Así que ahora, el castaño se encontraba impaciente por tener alguna genial idea, pensaba que al ser su cumpleaños número dieciocho tendría que ser la fiesta más increíble y nunca antes vista en todo Canadá.
― ¿Qué te parece una fiesta hawaiana? ―propone Shawn.
― Esa ya la hicimos hace dos años ―le recuerda Lucy, colocándose una almohada sobre su cara.
Shawn cierra un ojo tratando de recordar― Cierto. Se me acaban las ideas ―muerde la tapa de su bolígrafo.
― Yo me quede sin ideas desde nuestra fiesta de diez años.
Para aquella fiesta Lucy fue la encargada de elegir la temática, siendo así una fiesta con temática de conejos, esto incluía que todos debían vestir algo que tuviese que ver con aquellos animalitos peludos. ¿Qué esperaban?, era una niña de diez años amante de los conejos.
― Odie esa fiesta ―sus amigos aún solían burlase de su atuendo, el cual, por obvias razones, también fue elegido por su mejor amiga.
El silencio apoderó la habitación. Shawn dejo de pensar en temáticas recordando aquel tema pendiente del cual quería discutir con su mejor amiga. Mientras que Lucy luchaba por no quedarse dormida.
Las manos del castaño le sudaban, temía que aquello arruinara su amistad. Se arma de valor respirando varias veces antes de hablar: ― Sabes, desde que salimos de los análisis quiero preguntarte algo ―habla aclarando su garganta.
― ¿De qué? ―pregunta Lucy, aun con la almohada en su cara.
No sabía cómo iniciar aquella conversación. Nunca había sentido esos nervios al hablar de algo importante con Lucy, siempre se sintió con total libertad y comodidad, pero ahora era distinto. Posiblemente está conversación sería la más incómoda para los dos.
― Cuando estábamos en el hospital, Harper me comentó algo que me confundió mucho ―comienza a hablar jugando con sus manos. Lucy estaba desorientada.
― Wow, ¿ahora tienes conversaciones serias con mi hermanita? ― al parecer no pretendía sacarse aquella almohada de la cara.
― No supe que responderle, no supe cómo reaccionar ante aquello, todavía no sé cómo hacerlo ―Shawn comenzaba a divagar.
― Solo suéltalo, amigo ―Lucy ríe.
― Bueno, Harper me dijo que te escucho decir que morías por mí ―Lucy deja caer la almohada de su cara para ver a su amigo.
