¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eran las doce y media de la tarde cuando Lucy se encontraba despertando en un lugar diferente a su lugar habitual. Tenía un dolor de cabeza insoportable, no sabía en qué momento se había descontrolado todo. Es más: no recordada que había pasado anoche.
Se toma unos segundos para despejarse antes de poder sentarse en la cama. Mira hacia su costado donde encuentra el cuerpo de Sarah. Recorre toda la habitación observando que se encontraba en la alcoba de Aaliyah Mendes.
Toma una bocanada de aire antes de ponerse de pie. Ya parada una sensación de nauseas recorre su garganta sin embrago, es controlado. Justo ahora se lamentaba el haber tomado tanto.
― No arrastres tanto los pies ―pide Sarah acomodándose en el colchón― me duele tanto la cabeza.
Lucy mira a su amiga, la ignora volviendo a caminar hasta la cama donde toma asiento en la esquina.
― No recuerdo mucho de lo que sucedió anoche ―confiesa― mis recuerdos terminan hasta Shawn y Sophia besándose.
Sarah se sienta en la cama mirándola apenada recordando aquella escena― siento mucho que vieras aquello.
Lucy se encoge de hombros restándole importancia. Ya no podía hacer nada al respecto― vámonos a mi casa, quiero bañarme ―dice olfateándose.
Sarah ríe ante la acción. Ambas chicas se ponen de pie, limpian su desorden. Una vez que dejan la recamara impecable salen de ella yendo escaleras abajo donde se encuentran a, casi toda, la familia Mendes desayunando.
― Buenos días, niñas ―saluda Manuel― ¿se quedan a desayunar?
― No puedo ni oler la comida ―confiesa Sarah ocasionando risas por los adultos.
― Gracias, pero igual paso ―habla Lucy― nosotras nos vamos.
― Adiós ―Sarah camina hasta la puerta al despidiéndose.
― Gracias por prestarnos tu habitación, Aaliyah.
Sin más que decir salen de la casa caminando hasta la residencia Miller donde de igual forma la familia se encontraba tomando el desayuno.
― Pero miren quienes finalmente despertaron ―saluda Marie al ver llegar a su hija y Sarah.
Sarah se echa en el sillón de la sala recostando su cabeza en el respaldo― No hablen tan fuerte, porfa ―coloca sus manos sobre su cabeza
Lucy camina hasta el comedor tomando asiento frente a su padre.
― Veo que estuvo buena la fiesta ―observa en señor David dejando de leer el periódico.
― Siento que todo me da vueltas ―se recuesta sobre sus brazos ―además, creo que vomitare.
― Espero nunca ponerme así ―Harper la señala con su tenedor.
