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El día estaba nublado, muy posiblemente comenzaría a llover lo cual era extraño puesto que no era temporada de lluvias.
Lucy observaba el cielo desde su habitación. Pensaba que el día no podría estar más triste teniendo hoy su primera quimioterapia.
Durante su última cita médica, el doctor le explicó que existen cuatro tipos de leucemia. El tipo de leucemia que ella padecía era "leucemia linfocítica aguda".
Este tipo consiste en un aumento anormal los linfoblastos en la persona que la padece esto hace que bajen los glóbulos rojos, las plaquetas y los glóbulos blancos normales lo que se traduce en anemia, posibles sangrados e infecciones. Un montón de cosas que Lucy no logro comprender.
Solo sabía que hoy tomaría su turno.
Decide no retardar más su mañana. Como primer acto, entro en la aplicación de mensajes para avisarle a Shawn que hoy tampoco necesitaría de sus servicios para llevarla a la escuela.
Shawn preguntó el motivo, estaba intrigado al no saber qué pasaba en su vida. Siempre sabía todo de ella pero ahora se sentía mal, pensaba que ya no confiaba más en él. Lucy solo le dijo que irían al salón de belleza, ya que su mamá quería hacerse un cambio de look y necesitaba su opinión.
Obviamente el chico no creyó nada de eso, sin embargo no dijo nada. Necesitaba crear mentiras más creíbles. Esperaría el momento en que Lucy estuviera lista para decirle lo que pasaba en su vida.
Lucy vistió con un lindo y no tan formal vestido amarillo estampado con pequeñas flores blancas, se colocó sus zapatos blancos y ató su cabello en una alta cola de caballo. Maquilló su cara con un poco de base y polvo para después enchinar sus pestañas y colocar rímel en ellas.
Una vez lista se dio un último vistazo en el espejo, tomó su chaqueta de mezclilla que se encontraba en el perchero y salió de su habitación. Bajó trotando las escaleras dando un pequeño salto en el último escalón. Se sentía bien a pesar de lo que pasaría hoy.
En el comedor un plato con fruta junto con un yogurt natural descremado y un vaso de jugo de naranja natural la esperaban ya en la mesa. Tomó asiento delante de su desayuno disponiéndose a devorarlo.
— Buenos días —saluda Marie entrando al comedor.
— Buenos días, mamá —responde Lucy metiendo una fresa a su boca.
— Ahora si no demoraste nada para vestirte. Te ves linda —sonríe.
— Gracias y lo que pasa es que estoy muy nerviosa.
— Todo estará bien —coloca una mano en su cabeza.
— Harper y yo hemos visto tantas películas de personas con esta enfermedad, nunca pensé que nos tocaría pasar por algo así.
