- ̗̀ 𝑆𝑒𝑥&𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦! ;｢taegikook｣

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╰❃신이 곱게 빚은 한 송이의꽃❃╯

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JungKook no podía evitar sentirse nervioso.

Todavía no llegaba YoonGi y él ya estaba temblando de nervios.

Miró a su alrededor y mordió su labio.

¿Por qué sus padres habían invitado a tanta gente? Nisiquera estaban presentes.

En un mal momento, cuando tenia sus pensamientos divagando y probablemente se reflejaba en su cara, fue cuando la puerta se abrió y YoonGi entró del brazo de Jin.

Detrás de él iban Yuta y el pequeño HyoJong tomados de las manos y siguiendo a YoonGi el cual iba sonriendo de oreja a oreja.

Claro que YoonGi tenía ventaja. Ya se había casado una vez, ya sabía como era.

YoonGi llegó junto a el y Jeonguk no pudo ni devolverle la hermosa sonrisa que le estaba dedicando su prometido y futuro marido en cuestión de minutos.

Se veía tan hermoso.

Llevaba el traje negro que contrastaba con el negro de su cabello y su piel pálida.

Como bien se sabia por todo el mundo "Min YoonGi era un hermoso contraste."

Su sonrisa, sus ojos. Su Dios existía entonces había sido demasiado generoso al ponerlo en su camino.

—Acepto— dijo YoonGi. Jeon ni siquiera había escuchado lo que iba antes, simplemente no podía apartar la mirada de Min.

Prestó un poco más de atención y escuchó el momento en el que el juez le pidió que aceptara la mano de YoonGi.

—Si acepto— dijo y por dentro se dio una auto bofetada.

¿Se había escuchado muy largo? ¿Estaba mal? ¿Debió haber dicho sólo Acepto?

Mal. Muy mal. Había empezado a divagar de nuevo.

Tomó aire y miro de nuevo a YoonGi.

De verdad era tan bonito.

—Con este anillo, Yo, Min YoonGi, te tomo a ti, Jeon JungKook como mi esposo.

Jeon tragó saliva.

—Con este JungKook te tomo como anillo...

JungKook dejó de hablar al escuchar risas.

No fue hasta después de unos segundos que el mismo se dio cuenta de lo que había dicho y se sonrojó de la vergüenza.

Kim Taehyung no lo habría arruinado como él lo estaba haciendo.

YoonGi le sonrió divertido y Jeonguk no se pudo sentir peor.

A YoonGi le daba risa.

—Cos este anillo, te tomó como esposo— fue lo único que dijo.

El juez los hizo firmar un contrato, como quien firma el contrato de un carro o de una casa.

Sin embargo JungKook no necesitaba ese mugroso contrato. No necesitaba nada escrito para amar a Min YoonGi.

Se besaron. Frente a tanta gente.

No conocía ni a la mitad pero estaba feliz.

Ya eran grandes. Ya eran adultos. Ya no estaban los padres de YoonGi y el ya era dueño de poco más de la mitad de su empresa.