- ̗̀ 𝑆𝑒𝑥&𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦! ;｢taegikook｣

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Jeonguk miraba a el YoonGi como nunca pensó verlo, mientras este estaba inmerso en su celular.

Sabía que la hermosa sonrisa en su rostro no era a causa de él. Sabía que había alguien más. Sabía que era Taehyung el que al otro lado de la linea, le mandaba corazones y mensajes llenos de cariño.

Y Jeon estaba bien con eso.

JungKook había vivido sabiendo que no era el único y que jamás lo sería. Pero entonces le agradecía a Taehyung por ser como era con YoonGi. Porque cuando en su tiempo de estupidez donde trataba al mayor como la mierda, ese era el tiempo en el que al menos YoonGi no estuvo solo, y Taehyung  estaba con él.

—Si quieres puedes tomarme una foto. Duran más —inquirió YoonGi.
—Pero no me gusta besar a las fotos.

JungKook se arrastro entre las sabanas para robarle un beso al mayor.

—Deja de ser tan lindo. Cuando eras un odioso era más fácil soportarte.
—¿Qué quieres decir?
—Antes al menos podía fingir que te odiaba y no tener ganas de besarte todo el tiempo. Ahora no me quiero separar de ti.
—Tienes una semana para descansar de mi hyung.

YoonGi no dijo nada.

Jeonguk sabía lo que pasaba. YoonGi no descansaba de nadie. Mientras él y Taehyung tenían una semana extrañando a YoonGi. Este solo estaba ahí. Siempre ahí. Complaciendo lo que le pedían.

YoonGi nunca había sido libre. Por más que se quería convencer de que a su hyung no le pesaba estar con ellos, sabía que nadie podía aguantar tanto tiempo así.

Su matrimonió era una jaula. De oro. Pero una jaula.

YoonGi no se quejaba. YoonGi simplemente les sonreía, les mostraba todo de él y los esperaba solitario en las noches antes de que llegaran.

—¿Quieres ir al cine hyung?

YoonGi alzó la mirada hacia su esposo, y le sonrió.

—Estoy agotado Kookie, corrí más de lo necesario.

YoonGi solía salir a correr diario. Para tratar de liberar el estrés. Como un ratón que se gira en su rueda una y otra vez, para librarse de la claustrofobia de una jaula.

—Entonces podemos darnos una ducha juntos...
—Ya me bañe Kookie. Gracias.

Su relación había llegado al punto en el que ya no podían hacer demasiado. Ambos parecían sin más ganas que abrazarse y darse cariñitos.

JungKook no quería que llegara en día en el que aquello ya no los complaciera. Que todo se volviera tan monótono que el mismo hecho de darse compañía ta no fuera suficiente.

—Por cierto. SeokJin-hyung me dijo que tendrían una junta el sábado. Para algo de su empresa.
—¿Una junta?
—Así me dijo. Debe ser algo para ver hacia donde moverán los nuevos modelos de su empresa.

YoonGi asintió.

—Bien.
—Bien.

;☝

YoonGi estaba acostado sobre una de los grandes sofás de su habitación, con lentes de sol y una limonada en su mano. Parecía estar asoleándose, cuando por un lado. JungKook apareció.

—¿Disfrutando de el sol señorito?— preguntó amablemente.
—Más bien, el sol me está disfrutando a mi— dijo con un dejo de superioridad.

Se acomodó en el asiento y miró al joven mesero con descaro.

—Por cierto. Pedí un mojito, y me trajo una limonada.
—No pareces tener edad para tomar. Es más ¿Dónde están tus padres?
—Imbécil.