Capítulo 10

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Un ruido incesante se colaba en mi subconsciente. Me giré en la cama tratando de alejarlo lo más posible de mí, pero este crecía cada vez más. Cuando este paró trate de dormir otra vez, pero un movimiento brusco en la cama hizo que me levantara de golpe.

-¡Feliz Cumpleaños Tyler!- gritó Robert y el ruido comenzó de nuevo.

Llevaba en su mano una cuchara que golpeaba contra un sartén mientras brincaba sobre la cama. Una sonrisa apareció en mi cara al verlo tan entusiasmado, pero se fue de golpe cuando mi padre apareció en la puerta de mi habitación.

- El desayuno está listo- dijo y se marchó.

Me levanté de la cama tratando de alejar la flojera.

- En un momento voy- le dije a Robert, este de un salto salió corriendo escaleras abajo.

Caminé hacia el baño perezosamente, mientras lo hacía mi teléfono comenzó a sonar en alguna parte. Esperé hasta terminar de asearme para contestar.

Una vez que salí y tomé mi celular, me tiré en la cama y comencé responder los mensajes. El aparato comenzó a sonar entre mis manos, Morgan estaba llamando. Solté un largo suspiro y contesté.

-Hola-.

- Feliz cumpleaños amor-.

Desde la vez que me había dicho que no quería perderme, comenzó a ser más cariñosa y romántica conmigo.

A veces me incomodaba.

-Gracias-.

-Hoy será un buen día, deberíamos vernos más tarde, tengo algo muy importante que decirte-.

- Claro, nos ponemos de acuerdo más tarde- dije sin ganas.

-Quería cantarte un.......-

-Morgan me esperan para desayunar, hablamos luego- la interrumpí para luego colgar. Últimamente me irritaba demasiado.

Lancé el celular sobre la cama y me encaminé hacia la cocina. Cuando llegué vi a mi hermano y padre sentados en una mesa repleta de comida.

-Te organizamos un desayuno de cumpleaños- dijo Robert.

-Gracias enano- carraspeé - También a ti papá- agregué.

-Bueno pues comencemos - dijo el susodicho.

Me senté en la mesa con ellos y tomé un poco de todo.


Estaba demasiado lleno, había comido como nunca antes. No me quería ni levantar del asiento. Hacía más de un rato que mi padre se había marchado y Robert estaba jugando en su habitación. Llevaba cerca de 10 minutos tratando de encontrar algo bueno en la televisión pero estaba a punto de darme por vencido.

Admitiendo mi derrota me levanté y tomé los regalos que me habían dado mi progenitor y hermano. Subí las escaleras tratando de no vomitar la comida, cuando llegué a mi habitación deposité los obsequios sobre la cama y los observé detenidamente. Mi colchón comenzó a vibrar y me percate que era mi teléfono. Me acerqué sólo para darme cuenta que tenía diez llamadas perdidas de Morgan. Regresé mi mirada hacía el regalo de mí padre que me había negado rotundamente aceptar, y que ahora no lo veía tan descabellado. Había pensado que él estaba tratando de comprarme con el nuevo celular que me dio, pero si era así ahora no me importaba. Lo saqué de la caja y agregue los números de mis amigos, y para cuando mi antiguo celular marcaba quince llamadas perdidas de mi novia, lo apagué.

Después de mandarle un mensaje a Dalton con mi nuevo número, este me marcó.

-Saldremos en la noche, no preguntes nada, te llamo más tarde- colgó.

Lisa © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora