Capítulo 16

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Las vacaciones estaban cada vez más cerca, se podía notar por la gran cantidad de personas que se encontraban en el bar. No había suficiente espacio para poder andar o ir por algo de beber. Los cuerpos se arremolinaban por todas partes, las risas se podían escuchar por encima de la música y el dinero se veía correr por todas partes.

Todavía no veía a Lisa, y dudaba hacerlo antes de que subiera al escenario. Traté de preguntarle alguna que otra persona que trabajaba ahí pero nadie la había visto.

-Para ser sólo tu amiga pareces un poco desesperado por verla- rompió el silencio Miranda.

Le lancé una mirada acusatoria.

-¿Podrías repetirme porqué viniste?-.

-Grosero-articulo sacándome la lengua.

Aunque no quisiera aceptarlo la novia de mi amigo tenía razón, no podía ponerme como un chiquillo emocionado si solamente éramos amigos. Así que traté de relajarme y pasar el rato.

Muchas caras por todos lados pero ninguna era la que yo quería ver. Las chicas que bailaban pasaban una tras otra y ella seguía sin aparecer.

-Quita esa cara Tyler, mejor toma esto –me dijo Dalton extendiendo la mano con una cerveza.

La tomé y la bebí casi de un solo trago. Pero eso no me quitaba el sentimiento de decepción por no verla. Volví a echar una rápida ojeada para ver si la veía pero la pelea que se estaba llevando a cabo en ese momento entre Miranda y Dalton me distrajo por un segundo.

-Ser una bailarina no te da el derecho de pensar que es una mujerzuela-.

-Yo no dije eso, simplemente comenté que no me gustaría que tú trabajaras de eso- alzó un poco más la voz Dalton.

-Lisa trabaja aquí y Tyler no tiene ningún problema con eso-.

Entorné los ojos ante el comentario.

-Ellos no son nada Miranda-.

La novia de mi amigo pareció darse por vencida, nadie dijo algo más.

En un momento de la noche me levanté de la mesa y me establecí en la barra. Había dejado a Miranda y Dalton marcharse sin mí asegurándoles que más tarde me iría a casa. Me pareció ver a Tom en un punto de la noche, pero fue sólo eso. Todavía tenía asuntos pendientes con él, pero los dejaría para otro día.

Me iba a dar por rendido e irme a casa cuando por fin la vi. Acababa de subir al escenario acompañada de una música que hacía retumbar todo el lugar. Su semblante era serio, se enfocaba en cada movimiento, en el público. La observé detenidamente de pies a cabeza y cerré los ojos. Ella sin saberlo me estaba torturando con el atuendo que portaba en ese momento, maldito encaje rojo que dejaba poco a la imaginación. Me comenzaron a picar las manos por poder tocarla, y no creo que fuera el único en el lugar que no se moría por hacer eso. Respiré apartando esos pensamientos, necesitaba controlarme.

La música dio un cambio brusco de algo sensual a Rock. Lisa comenzó a subir por el tubo mientras extendía una pierna en el aire, nunca entendería como una persona que lucía tan dulce y tierna como ella podía hacer esa clase de movimientos. De un momento a otro las luces bajaron su intensidad y se centraron en ella, en cada parte de su cuerpo, en sus infernales movimientos. Me faltó el aire cuando se deslizó por el metal con una sola mano y se impulsó con su torso para mantenerse en el aire y al mismo tiempo girar hasta caer al piso. Todo el mundo parecía sumergido en lo que hacia ella. Su cuerpo brillaba por la cantidad excesiva de brillantina que llevaba. No se lo había dicho antes pero su peluca rosa me encantaba. Continuó con su rutina hasta que la canción terminó para darle paso a una tranquila y sensual, como la primera.

Lisa © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora