Lisa © (TERMINADA)

Capítulo 19

Lisa me estaba evitando. Era mi única conclusión para estos tres días sin saber absolutamente nada de ella, ni un mensaje o llamada de su parte. Parecía patético esperar algo tan simple como eso, y por lo tanto no había querido ir al bar a verla tratando de evitar causarle más problemas, comenzaba a darme miedo la forma en la que esa chica estaba afectando muchas cosas en mí. Traté de acallar mis pensamientos subiéndole el volumen a mi televisor. Últimamente hablaba más con mi mente que con la gente y eso comenzaba a gustarme, era una forma de mantener ciertos asuntos en silencio. Me gustaría entender tantas cosas, pero había veces que era mejor dejarlas ahí, porqué entre más las entiendes más sufres.

Acababa de darme un baño y recostarme en mi cama cuando recibí un mensaje de la persona en la que había estado pensando.

Sé que querías verme e hice tu sueño realidad.

No comprendí a que se refería pero el timbre sonando aclaró mis dudas. Bajé lo más rápido que pude y abrí la puerta. Ahí bajo una gabardina negra y botas hasta la rodilla estaba ella. Sonrió apenas me vio y quise a traerla hacia mí para darle un beso, pero el maldito frío me estaba matando con la escasa ropa que llevaba puesta. Me hice a un lado para dejarla pasar al calor de la casa, su nariz me indicaba que la temperatura había estado bajando. Agradecí que ese día mi padre se hubiera llevado a Robert a una cena con sus colegas, yo no quise ir, y estaba seguro que no me iba arrepentir de esa decisión. Lisa miró a todos lados como esperando que yo dijera algo.

-He estado ocupada-dijo ella tratando de justificar por qué había estado ignorándome.

-Apagaste tu celular-le récriminé.

Lisa frunció su ceño, al parecer no esperaba que yo le estuviera reclamando por eso.

-¿Qué estabas haciendo?-preguntó cambiando el tema.

Entendí perfectamente que no era quien para cuestionarla sobre sus decisiones.

-Escuchando música-.

Lisa se apretaba las manos como tratando de controlar sus nervios, cosa que me pareció muy extraña.

-Puedo acompañarte-no entendí si fue una pregunta o afirmación pero asentí con la cabeza y le hice señas para que fuéramos hasta mi cuarto.

Tener a Lisa ahí, tonteando y riendo por ver quien se había avergonzado más en público fue algo que nunca había tenido con nadie. No era la primera chica que llevaba a mí habitación, pero si la única con la que me estaba divirtiendo y aún mantenía la ropa puesta. Morgan siempre había sido muy seria y discreta con sus cosas y fue algo que en su momento nunca se lo cuestioné. Le había mostrado a Lisa algunas de mis canciones favoritas y ella sólo accedió a mostrarme una canción, una canción con la cual sentí mostraba más de lo que aparentaba ser, pero también pude notar que no eran cosas agradables. Lisa sufría por algo que solamente ella sabía y que no me dejaría ver con facilidad, y no podía culparla por eso, cada quien sufría a su manera.

Algo atrajo mi atención en el momento en que se quitó las botas para estar más cómoda.

-¿Como sigue tu tobillo?-

-Bien supongo-se encogió de hombros.

-Ya no duele como los primero días, pero la venda ya me incomodaba mucho y me la quité-.

La observé detenidamente, esa chica era terca en verdad.

-Es bueno que te mantengas caminando eso hará que te recuperes pronto, pero deberías considerar ponerte algo para hacer presión, ¿puedo?- le señalé el pie para que me dejara inspeccionar como seguía.