Capítulo 13

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Era mi sexto vaso de whisky y ya comenzaba a sentir los efectos del alcohol. No entendía como Lisa podía seguirme el paso y continuar en perfectas condiciones. Dalton nos había abandonado al tercer vaso alegando que tenía que llegar sobrio a su casa.

Marica.

Pasada la medianoche el bar comenzó a llenarse de más gente. Cada tanto Lisa se acercaba hasta donde yo estaba para tomarse su respectivo trago. La barra donde estábamos comenzó atiborrarse de adolescentes curiosos por ver a la chica morena que servía sus bebidas. Con cada gota más de alcohol que ingería, me daban ganas de partirle la cara a cada imbécil que intentaba coquetear con ella.

-Estoy tan cansada-soltó Lisa cuando regresó a su puesto habitual junto a mí. –Solo a Ander se le ocurre hacer este tipo de fiestas-.

-¿Quién es Ander?-pregunté.

-El dueño del bar-rodo los ojos.

Asentí.

La música cambió de género a uno más movido. Me giré cuando la gente comenzó a gritar y arremolinarse aún más en la pista de baile. Cuando me volví para seguir hablando con Lisa, esta me miraba con una sonrisa que iluminaba toda su cara.

-Aguarda un momento- se dirigió hasta el otro extremo de la barra y le dijo algo en el oído a una chica, que al igual que ella servía bebidas. Cuando la susodicha asintió Lisa se encamino hacia mí.

La seguí con la mirada todo el trayecto.

- Vamos a bailar -gritó cuando llegó a mi lado.

Alcé las cejas instintivamente.

-No sé bailar-mentí.

-oh, no creo que seas tan malo-agitó sus pestañas al tiempo que mordía su labio inferior.

Maldita sea. No podía negarme a eso. No era un experto bailando, pero no lo hacía tan mal. Miré a donde toda la gente chocaba sus cuerpos unos con otros.

-En serio, no creo que sea buena idea-.

- No me importa-dijo tomando mi mano para dirigirme al centro del lugar.

La seguí esquivando cuerpos sudorosos.

Comenzó a moverse apenas llegamos al lugar, yo solo podía observar cada movimiento de su cuerpo. Tenía que hacer algo, no podía quedarme parado como imbécil. Me acerqué y coloque una mano detrás de su cadera, la atraje un poco más cerca de mí. Lisa seguía meneando su cuerpo al ritmo de la música y de vez en cuando dirigía su mirada a mis pies. Me movía tratando de sincronizar mis pasos con los de ella.

Creo que lo estaba haciendo mal.

-Deja que tu cuerpo se acostumbre a mí-susurró en mi oído.

Me paré en seco.

El calor que estaba sintiendo se multiplicó en el instante que ella dijo eso.

Lisa no imaginaba las ganas que tenía de dejarme llevar en ese momento, pero necesitaba controlar mi interior si quería parecer un ser humano racional. Levantó la mano derecha para pasarla por mi cabello.

-Naturalmente no digo lo que siento, pero me muero por besarte-dije acercándome un poco más.

Tragó.

-Hazlo-.

No lo dudé ni un segundo y pegué mi boca a la suya. Esto es lo que tenía que pasar, el único resultado que se sentía bien.

Lisa © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora