"REBECA" Una historia jamas contada...

CAPITULO 7

A pasado casi una semana después de todo lo que pasó, me encuentro en la escuela platicando con mis amigas y pensando en qué será de mí, llevo días viviendo con Ariel y a las chicas no les agrada mucho la idea pero adónde más podría ir sin sentirme como un estorbo.

-Jenny, ¿que harás después de la escuela?

-Creo que iré al parque Sofi, quiero distraerme un poco miéntras espero que Ariel pase por mí

-Vamos a mi casa a comer y de ahí te acompañamos al parque ¿Quieres?

-Está bien, me parece buena idea

Le avisé a Ariel que estaría en casa de Sofía y que lo vería más tarde en el parque o en su casa si ya estaba ahí pero él prefirió pasar a buscarme al parque pues tenía asuntos que resolver.

Después de salir de la escuela fuimos a casa de Sofia; llegamos, Comimos y nos sentamos a ver televisión, era una película que a mí no me gustaba así que tome mi teléfono y entré a Facebook, no había nada bueno así que como toda ex novia dolida revisé el perfil de Gabriel, estuve a punto de llorar cuando vi que acababa de poner una relación con una tal Elena, seguí espiando su muro y me encontré con varias fotos de él y la tipeja esa que había subido recientemente, fui bastante masoquista al revisar cada una de esas fotos... Me detuve en una foto que tenía bastantes comentarios asi que leí todos y cada uno de ellos, llegué a la conclusión que esa foto había sido tomada en las 2 semanas que Gabriel se había ido a Cancún con sus padres, sentí como mi corazón se destrozaba en mil pedazos al darme cuenta que Gabriel me había mentido, se había ido porque tenía una nueva relación, me pregunto ¿cuánto tiempo me estuvo engañando? quería saberlo y a la vez no pero merecia saber la verdad así que le conté a las chicas lo que acababa de descubrir y les pedí ayuda para saber desde cuando tenía esa relación y ellas sin pensarlo accedieron, agregaron a Elena y enseguida le sacaron información, ellos llevaban saliendo casi dos meses, eso quería decir que Gabriel me puso tremendos cuernotes desde ya hacía un tiempo asi que sin más me solté a llorar.

-No llores nena no vale la pena llorar por ese imbécil -Renata intentaba cesar mi llanto

-Jugó conmigo Renata, me mintió, me engaño y no tuvo los suficientes pantalones para decírmelo de frente, tuvo el descaro de decirme que me amaba cuando ya alguien más me reemplazaba

-Y por eso mismo merece que no llores por el nena -Me decían las chicas mientras me brindaban un acogedor abrazo

-¡Es un maldito estúpido! ¡PUDRETE GABRIEL! -Grité ahogando mis palabras con mi llanto

Después de casi media hora llorando me tranquilicé y fui al parque, quise ir sola necesitaba despejar mi mente así que camine como en automático hasta que llegué, me senté en una de las bancas y me quedé mirando al vacío.
Pasaron segundos, minutos, no sé, hasta que reaccioné al sentir la mirada de alguien sentado a mi lado.

-Hola tesoro... -Mencionó un hombre sentado a mi lado

Era un hombre ya algo maduro, su cabello en su mayoría se tornaba blanco por las canas que tenía, tenía un buen aspecto pero sus palabras me causaron terror de repente.

-¿Quien es usted? Alejese porfavor no lo conozco -Me paré enseguida para marcharme

-¿A caso ya no me recuerdas?

-¡No! Y alejese o llamo a la policía -Retrocedí al ver que intentaba tocarme la mejilla

-Tranquila cariño no te haré daño

-No me diga así porque yo no lo conozco ¡Alejese porfavor!

-Cariño yo soy tu padre...

El tiempo se detuvo, no supe cómo reaccionar ni qué decir, me quedé callada sin hacer gesto alguno.