CAPÍTULO 18

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Han pasado 35 días ya desde que llegamos a Cancún y así como todo tiene un principio tiene un final, ha llegado la hora de regresar a la ciudad, estamos sentados en los comodos asientos del avión que nos llevarán directo a casa.

Cristian se había comunicado con Ariel para decirle que todo era seguro para regresar pero que no podíamos quedarnos mucho tiempo pues a pesar de todo mi padre podría encontrarnos y esta vez nos mataría tanto a mí como Ariel y si tenía oportunidad también a Cristian ya que había sido el quien me había ayudado a escapar.

Sé que era mala idea regresar pero tenía tantas ganas de ver a mi madre aunque sea de lejos y decirle que estoy bien, a pesar de todo yo la amaba pues era mi madre y quería saber cómo estaba, ansiaba poder verla y abrazarla si era posible, tenía ganas de llamarle pero Ariel me había prohibido hacerlo, el me habia regalado un teléfono para comunicarme solo con mis amigas o con él por si acaso aunque siempre estábamos juntos pero no estaba de más tenerlo por cualquier emergencia. Todos estos días en Cancún habían sido inolvidables, casi todos los días nos íbamos de fiesta aunque aún no entiendo de donde sacaba Ariel tanto dinero, a veces Santi nos invitaba todo pero él sí que tenía mucho.

Los días en Cancún fueron maravillosos; bailamos, bebimos, consumimos unas cuantas cosas raras pero nada grave pues Ariel me cuidaba siempre, ¡fue estupendo! me  había estado sintiendo mal los últimos días por eso fue que decidimos regresar, ya que planeabamos quedarnos una semana más, creo que regresar era lo mejor, tanto beber y mal pasarnos en comer habían ocasionado que me sintiera mal así que ya era hora de parar.

-¿Te sigues sintiendo mal?
-Sólo un poco pero ya pasará no te preocupes
-Llegando te llevaré al doctor nena
-Creo que no hace falta Ariel, solo necesito descansar bien y comer a mis horas, han sido muchos días de fiesta es normal supongo
-Cuando tu cuerpo se acostumbre durarás más días enfiestada y sin síntomas -Sonrió
-¿Piensas aun en fiesta después de todo los días que pasamos?
-La vida es para disfrutar y divertirse nena
-Tienes razón cariño
-Sí mi amor
-Dence amor donde no estemos nosotros -Gritó Jeffrey desde su asiento
-No seas celoso -Le respondió Santiago -Que nadie les dijo nada a ti y a Renata anoche que estaban besándose
-Uhhhhhhh -Dijimos todos muriendo de risa
-¡Ya guarden silencio o nos bajarán del avión! -Respondió Jeffrey
-Claro te darán una patada en el trasero y te tiraran al vacío
-Qué gracioso Santiago
-Ya niños comportense -Dijo Luisa
-¿En serio te besaste con Jeffrey?
-Creo... -Bajó la mirada
-No cambias renacuaja -La miré y sonreí
-Ya sabes como soy
-¡Sí! y así te quiero tonta
-¡Hey! y ami ¿quien me quiere?
-Nosotras sofi ¡obvio!
-Juntas por siempre -Dijimos las 3 mientras sobre poníamos nuestras manos
-Si tengo que irme de nuevo las extrañaré chicas -Las miré con nostalgia
-Lo sabemos nena, pero todo sea por tu bienestar
-Niñas no se ponga sentimentales -Dijo Ariel interrumpiendo nuestras lágrimas
-Todo estará bien, yo la cuidaré siempre y ustedes tendrán comunicación
-Si pero no será igual -Mencionó Renata
-Solo será temporal lo prometo -Traté de sonar segura al decir eso
-¿Promesa?
-Promesa -Unimos nuestros meñiques

Los minutos que quedaron del viaje la pasamos platicando y recordando las mejores experiencias de nuestra estancia en Cancún, como cuando Renata y Jeffrey se besaron y minutos después desaparecieron, o cuando Sofía intentó ligar a un tipo y termino vomitando sobre él, o cuando le hicieron bolita a Jeffrey y cuando todos nos quitamos de encima nos percatamos que se había quedado dormido, sin duda alguna esos recuerdos serán los más bonitos y graciosos de mi vida.
...

El avión aterrizó y todos tomamos nuestros distintos destinos; Renata y Sofía a sus respectivas casas con sus padres al igual que Erick y Santiago, Luisa se fue a su departamento sola y Ariel y yo a nuestro hogar.

-Por fin en casa nena
-Si, por fin...
-¿Tienes hambre?
-La verdad no, comimos muchas cosas en el avión y me siento llena aún
-Ok nena, entonces hay que desempacar de una vez
-Bien -Sonreí

Comenzamos a desempacar todo y cuando terminamos nos dimos juntos una ducha y nos acostamos a dormir un rato.

Sin duda alguna en estos momentos sentía algo más que solo cariño por el pues me había ayudado y cuidado durante todo este tiempo, estuvo en las buenas y malas, bueno más bien siempre fueron malas y se lo agradecía mucho, había sido tan lindo y considerado siempre, tanto que había empezado a amarlo, no sé qué haría sin él, tenía tanto miedo de perderlo si se enteraba de lo que había pasado con Erick, me sentía muy preocupada pues me había sentido mal estos últimos días y mi periodo se había retrasado unas dos semanas, las chicas me aconsejaban decirle a Ariel pero la verdad es que tengo miedo de cómo vaya a reaccionar, no podría seguir mi vida sin él a mi lado.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que pude quedarme dormida, despertamos un par de horas más tarde solo a comer y nos recostamos de nuevo a seguir durmiendo...

"REBECA" Una historia jamas contada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora