CAPITULO 9

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A pasado una semana, ayer el estúpido de mi padre me castigó de nuevo por intentar escapar, casi lo logró pero uno de sus malditos perros me alcanzó y se fue sobre mí, los hombres que trabajan para él me lo quitaron de encima aunque logró morderme la pierna y después que me trajeron al cuarto me propinaron una golpiza de aquellas.

Me duele todo, mi ropa está llena de sangre, quiero darme un baño para que no se me infecten las heridas pero sé que será doloroso, es de noche y desde ayer no he comido nada ni me he bañado.
Con todas mis fuerzas me metí y tome la ducha, cada gota de agua que caía era como un cuchillo clavándose en mi piel...

Después de media hora salí, me sequé bien todo el cuerpo y principalmente las heridas que tenía, me puse la ropa que me había quitado el día que llegué aquí que estaba limpia por suerte, me acosté en la cama y me quedé dormida.

-¿Que vamos a hacer jefe? la tienen que atender

-Llamaremos a un doctor para que venga hasta acá

-Esas heridas se ven muy mal jefe

Desperté por el ruido de varias voces hablando en la habitación, se oían preocupados, así que abrí los ojos y vi que eran los hombres y mi padre mirándome fijamente

-Subanla al carro, la llevaremos a la clínica

Yo no entendía que estaba pasando, me sentía confundida y mareada a la vez, la cara me ardía y tenía frío, uno de los hombres me cargó en sus brazos, quise hablar pero la lengua y mi boca no respondían, no tenía ganas ni de respirar... El otro hombre me preguntó si tenía frío, asentí y me envolvió en una colcha grande y gruesa, después me subieron al carro, cerré los ojos y no supe más...

Abrí los ojos de nuevo y me encontraba en un cuarto blanco, llena de agujas en mis brazos. Un hospital, era más que obvio, frente a mí se encontraba ese odioso señor

-Hola -Me dijo

-¿Que hago aquí? -Respondí

-Tenías un cuadro infeccioso, te veías muy mal, pudiste haber muerto -Dijo algo preocupado

-Hubiera sido lo mejor...

-No podría dejarte morir, no podría con la culpa...

-¡Ah! sí se me olvidaba que todo lo haces por ti

-Sólo vine a advertirte Jennifer, que si intentas algo te irá bastante mal, así que por tu bien no vuelvas a intentar nada ahora

¡Vaya! ¡no lo había pensado! que buena idea me había dado, estás idiota si crees que no intentaré algo

No me importaban las consecuencias porque si lograba escapar valdría la pena, hay que arriesgarse a él todo por el todo, lo miré sin decir nada.

-Te lo advierto Jennifer -Dijo amenazante

-¡Ok! déjame descansar ¡largate!

Cerró la puerta y se fue...

A los pocos minutos entró la enfermera para checar mi estado, seguramente si me veía mejor me darían el alta y no tendría tiempo para mí plan, por otro lado si le pedía ayuda había probabilidad de que mi padre le hubiese pagado o amenazado para no ayudarme y al decirle mi plan me echaria de cabeza con el.

-Hola Jennifer, ¿Cómo te sientes?

-Pues no tan bien... me siento débil -Respondí tratando de sonar agonizante

-Déjame checarte

Me quedé quieta para que me revisará mientras pensaba cómo salir de aqui...

-¿En que hospital estoy? -Le pregunté para ayudarme en mi planes

-Villa Fontana

-¿Y en qué piso estoy?

-En el segundo ¿porque? -Me miró confundida

-Por nada, simple curiosidad. La verdad me dan miedo las alturas y saber que estoy en un piso no tan alto me hace sentir mejor -Fue lo primero que se me ocurrió

-¡Muy bien! ya terminé, pareces estable asi que en unas horas más podrás irte -Me sonrío

-¡Gracias enfermera! -Devolví la sonrisa -Oiga ¿puedo pedirle un favor?

-¡Sí! claro

-¿Podría no dejar que entren? quiero descansar pero mi padre es un gruñón y aunque sea unas horas quiero evitarlo y relajarme, solo dígale que son órdenes del Médico es que es tan necio que es capaz de entrar aunque usted se lo pida de favor.

-Claro nena no te preocupes -Me sonrío

-¡GRACIAS! -Le devolví la sonrisa

Ella se fue y me paré hacia la ventana para ver qué tan alto era, habían unas escaleras en donde estaban enredadas unas plantas, espere unos minutos para cerciorarme que nadie entrara y finalmente tomé mi ropa que estaba a un lado, me vestí tan rápido como mi doloroso cuerpo me lo permitió y procedí a escalar, no sé cómo lo hice pero cuando me di cuenta ya estaba en el primer piso me faltaba la mitad para bajar pero algo me impedía seguir; las escaleras se habían terminado y aún era mucho el tramo como para brincar, no sabía si mis débiles piernas soportarían la caída pero ya estaba ahí tenía que arriesgarme o morir en el intento así que sin pensar me solté...

Todo mi peso cayó en mis piernas pero estaba tan débil que no lo soporté y el impacto me tiró al suelo haciéndome golpear la cabeza contra el pavimento, caí y quedé inconsciente.

...

Desperté de nuevo en el hospital pero esta vez custodiada por Marcos y Damián los dos hombres que me habían secuestrado y capturado en mis dos intentos por huir de la casa de mi padre. A los pocos minutos entró el y se podía notar la Furia en su rostro ¿que podía hacerme? ¿que podría ser peor que todo lo que ya me había pasado? mala idea preguntarme eso pues lo que me esperaba seguramente si era peor.

-¡Te lo advertí y no pudiste dejar de hacer estupideces! ¡me trajiste problemas con la policía! ¡te lo advertí y no me voy a tentar el corazón de ahora en adelante contigo Jennifer! vas a aprender de una vez por todas quién manda aquí

-¡No te tengo miedo! -Exclamé

-Pues lo tendrás cariño...

"REBECA" Una historia jamas contada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora