-Buenos días princesa
-Buenos días mi amor -Sonreí al verlo
-¿No te cansas de dormir nena?
-Estaba muy cansada Ariel, me tuviste despierta toda la noche -Sonreí
-Lo sé -Sonrío con picardía- Pero ya debes levantarte mi amor, llevas mucho tiempo aquí, nadie puede dormir tanto
-Bueno yo sí puedo
-Ay mi nena, tu siempre tan carismática
-Ven, mejor siéntate aquí a mi lado y abrázame -Señalé un lugar en mi cama
-Jenny -Rodó los ojos
-¿Ariel? -Le sonreí
-Dame un beso amor mío -Se acercó y depositó un largo y tierno beso en mis labios
-¿Y ese beso porque fue ?
-Porque te amo nena
-También te amo mi niño
-Pero yo más
-No tendremos está discusión de nuevo -Sonreí con ternura- ¿Sabes? tuve una pesadilla -Le dije
-¿A si? Y ¿que soñaste?
-Que tu no estabas ya conmigo, que me dejabas sola para siempre, fue muy horrible, yo no podía vivir ya sin ti mi amor, por favor prométeme que jamás me dejarás -Dije con tristeza
-Jamás te dejaré vida mía, siempre estaré contigo, incluso aunque no me puedas ver
-¿Y qué significa eso? -Pregunté confundida
-Significa que debo irme mi princesa hermosa
-¿Irte? ¿a donde? ¡no te vayas por favor! ¿E echo algo malo?
-No nena, no hiciste nada malo, es sólo que ya debo irme y pronto entenderás porque lo hago
-No Ariel, por favor quédate
-Quisiera hacerlo pero no puedo
-¿Porque no? Quédate conmigo
-Te veré pronto mi nena, por cierto ya debes levantarte no seas floja
-Ariel por favor
-Te amo mi Jenny
-Yo también te amo
-Te amaré siempre -Susurró a la vez que dejaba un beso en mi frente
-Siempre tuya -Susurré con lágrimas en mis ojos
-Siempre mia... -Salió por la puertaMe quede sentada en la cama viendo como se marchaba, al llegar a la puerta el se dio la vuelta, me guiñó un ojo y se marchó.
Abrí los ojos y el reflejo de la luz lastimaba mis pupilas, poco a poco los fui abriendo hasta acostumbrarme a la luz completamente, me encontraba en una habitación completamente blanca y una de mis muñecas tenía puesta una aguja, mi mano estaba hinchada y tenía un respirador, me sentía muy adolorida, habían máquinas por todas partes, estaba confundida...
-Hola
Gire mi cabeza hacia un lado y me encontré con un chico mirandome muy atento y con una gran sonrisa en su rostro
-Hola -Dije con dificultad
-¿Como te sientes?
-No lo sé...
-¿Quieres que llame al doctor? lo llamaré Si quieres, ya regreso
-Espera -Me miró de nuevo- ¿Quién eres tú?
-Soy Ethan, Ethan Prescot
-¿Y que haces aqui? ¿Que ago yo aquí?
-E sido yo quién te trajo, estás en un hospital
-¿Que me pasó? -Lo miré confundida
-En realidad no lo sé, te encontré inconsciente un día, estabas muy mal
-¿Me encontraste?
-Si, salí a correr como todas las mañanas pero me desvíe un poco de mi camino habitual ya que tenía planeado ir por unas cosas al minisúper, así que fui en mi coche y lo dejé en la gasolinera mientras me disponía a correr alrededor un rato, pase por donde habían muchos arbustos y de repente escuché a alguien murmurar, me quedé quieto un rato para poder oír de dónde provenía ese sonido y fue así como di contigo, al verte en ese estado rápidamente te tomé en mis brazos, te lleve a mi auto para después traerte aquí, los doctores te atendieron rápido, han sido muy atentos contigo, pensaban que no ibas a sobrevivir. Llegaste con una sobredosis y las heridas de tu cuerpo eran muy profundas, habías perdido ya mucha sangre, esta clínica es muy pequeña, fue muy difícil conseguir un donador para ti, estuviste inconsciente mucho tiempo pero me alegra que ahora porfin allás despertado
-¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
-6 meses aproximadamente
-¿6 meses? -Respondí sorprendida
-Así es
-¿Y tú has estado cuidándome todo este tiempo? -Pregunté
-En realidad... si...-Bajó la mirada apenado
-¿Porqué?
-No lo sé, quise esperar a que te despertaras para asegurarme de que estabas bien
-¿Has pagado todo tú?
-Si, pero no te preocupes, no voy a cobrarte
-Voy a devolverte todo en cuanto pueda
-No hace falta
-Si si hace falta, has hecho mucho por ti, es lo mínimo que podría hacer por ti
-No te preocupes por eso ahora ¿De acuerdo?
-Bien
-Y a todo esto ¿cuál es tu nombre?
-¿Mi nombre?
-Si...
-Mi nombre...
...
-Jennifer
-¡Vaya! Lindo nombre Jennifer, mientras estabas dormida pensaba en todo tipo de nombres que quedaban con tu cara pero jamás pensé en Jennifer
-Pero qué grata sorpresa -Dijo el doctor que venía entrando a la habitación
-Hola doctor -Mencionó Ethan con una gran sonrisa
-Por fin ha despertado la bella durmiente ¿cómo te sientes jovencita?
-Me siento bien, ¿podría?... -Señalé el respirador
-Claro que sí -Me lo retiró
-El es el doctor Fernando Saldaña, ha sido él quien atendió desde que llegaste aquí hace seis meses
-Mucho gusto doctor Fernando, yo soy Jennifer
-Me alegra saber tu nombre al fin, Ethan a estado inventando un sin fin de nombres que podrían quedarte
-Eso me comentó -Sonreí debilmente
-¿Sientes dolor ?
-Si un poco, casi nada
-Bien, voy a hacerte una revisión rápida ¿De acuerdo?
-Si de acuerdo, y gracias por atenderme doctor Fernando
-No solo te atendió como doctor, si no que también fue él quien donó de su sangre para salvarte la vida, a estado llevando tu caso desde el principio, cada día viene a visitarte y a verificar que todo marche bien, es un excelente doctor
-¿Es verdad ? ¿Usted hizo todo eso por mi?
-Haria lo que estuviese en mis manos por salvar una vida, salvar vidas es mi vida
-Gracias doctor
-No es presisamente a mi a quién debes agradecer, si no a Ethan, este joven fue quien te trajo aqui y ha venido cada día durante todos estos meses a esperar a que despiertes, si él no te hubiese encontrado quizás no estuvieras con vida ahora
-Claro, estoy agradecida con ambos, yo sé que si él no me hubiese traído moriria en medio de la nada, pero también fue usted quién me donó la sangre que me salvó la vida, y a todo esto ¿que Acaso no tienen donadores?
-Si los tenemos pero lamentablemente esta clínica es muy pequeña y se nos dificulta mucho conseguir diversa cantidad de sangre, tú eres una chica con suerte, estaba de guardia y al enterarme que yo tenia la misma sangre que tú, en una manera desesperada por salvar tu vida fui tu donador, pero como te repito, si este joven no te hubiese traído aquí como lo hizo entonces mi sangre de nada habria servido
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"REBECA" Una historia jamas contada...
Novela JuvenilJennifer tiene una vida normal como cualquier adolescente, con unas amigas maravillosas y un novio que la adora. Sin embargo, la felicidad siempre dura poco, acontecimientos muy desafortunados le dan un giro inesperado y cruel a su vida... ¿Que harí...