Capitulo 13º: COMPATIBLES

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Mis dedos se deslizan por el sobre abriéndolo, un olor a limpieza me envuelve y siento la emoción esparcirse por mi venas y circular por todo mi cuerpo. Saco el papel del sobré, leo los datos que son innecesarios del comienzo, bajo mi mirada al pie de la hoja y un gran "99.99% DE COMPATIBILIDAD" resalta en el pie de la página.

Una gran sonrisa se forma en mi rostro involuntariamente y mis ojos se iluminan, siento unas lágrimas caer por mis mejillas, me encontraba llena de emoción y alegría, sentía que no podía más de la felicidad, todo se sentía bien y correcto en ese instante, Michi es mí hermana, casi como si fuese magia, esa sensación de hermandad que sentía resultaba ser verdad, miré a Michi a mí lado y la abrace con tanta fuerza y amor, es mí hermana, quizás no sepa nada de mis padres biológicos, pero en estos momentos  se que tengo una hermana, a la que amo muchísimo y no dejaría por nada en el mundo.

—Oh por dios... — es lo único que logró pronunciar, lágrimas de emoción brotan de mis ojos y se deslizan por mis mejillas —Michi— le susurro al oído —Somos hermanas.— le digo. — Somos hermanas de sangre, hermanas biológicas— la emoción era más que presente en mi voz y lloré en el hombro de la joven, de Michi, mi hermana... Mí hermana biológica...

—Angel ¿Enserio?— ella estaba súper sorprendida, le solté el abrazo para mirarla y con mis ojos cristalinos aviento con mí cabeza.

—Si.

— ¡Que genial!— grita ella y me vuelve a abrazar con fuerza.

—¿Quieres hacer algo? — sonrió — vamos a comer un helado ¿vale?—  esta me sonríe y me lleva a afuera de la casa, empezamos a caminar a la parada de buses súper contentas, para mi suerte llevaba un pequeño bolso con dinero y mi celular.

— Al centro.— le indique al conductor mientras le pagaba el pasaje.

(.....)

Pase todo el día de ayer con mi legítima hermana, mi hermana biológica... Comimos helado, paseamos por las tiendas, le compre un espejito portátil de bailarina, un pequeño detalle y ya.   Fue divertido, a pesar de que nos sentimos como hermanas antes de todo esto, el saber que ella es mí hermana real me emocionaba demasiado, en ella podía ver reflejado mí pasado, como si fuese alguna clase de espejo, es mí sangre y nos parecemos, somos hermanas.

  Al entrar en la academia logro ver cómo Avril se me aproxima rápidamente y súper emocionada.

—Tengo que contarte algo.

—Ya... ¿Qué pasó?

   Avril me tomó de la muñeca y me tironeó hasta su lugar secreto que es realmente detrás de los baños, es su guarida dónde me cuenta siempre sus cosas íntimas y secretos, la verdad es que bromeamos mucho en ese lugar y es muy íntimo para ambas.

—¿Recuerdas al chico de los aros?— me pregunta, yo asiento con la cabeza, ella me había dicho que eran novios, se conocían durante 3 años pero llevaban 1 mes juntos demanera oficial. —bien... eh... —esta se rasco la nuca un poco nerviosa para luego mirarme sonriente y sumamente feliz —anoche perdí mi virginidad con el.— dijo la chica sonrojada, yo abrí los ojos de tope y le mire, ella tiene un año más que yo, es decir, 18.

Puede que Avril ya sea mayor de edad, pero me sorprende que se encuentre tan feliz por eso, para mi eh bueno... El sexo es un tema bastante desconocido para mi y hablar esto con Avril se me hacia algo incómodo...    No supe que responder, me sentí como golpeada por una ola que no vi venir y sin saber cómo nadar.    Recuerdo que en el orfanato las señoras del lugar nos señalaban el sexo como un delito y un grave pecado, se debía ser puro y santo para siempre.   Creo que desde ese momento el sexo a sido el tema más raro a tratar, a veces por curiosidad veo videos porno para ver cómo es, no me causa ni la más mínima excitación, solo observo como es y se me hace muy ajena la emoción y casi delirio que les causa a las personas en los videos.

I.H.L.Y. - L.H. [Book#1]        |REPUBLICANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora