Capítulo 6

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A toda prisa subo de dos en dos las escaleras que me llevan hasta la clase de química en el último piso, miro mi reloj y una vez más llego cinco minutos tarde, aunque como la química se me da bien, el profesor Tanaka suele ignorarlo y sólo tengo que sentarme intentando hacer el menor ruido posible.

He de admitir, aunque me cueste, que el motivo de mi retraso son una melena decente y unas pestañas rizadas. También me he puesto un brazalete de plata y un collar a juego para decorar unos vaqueros grises y una camiseta de tirantes blanca con la cara de un tigre en negro mostrando los dientes bajo el lema "TIGER'S PRIDE" que no decían mucho por sí mismas.

Cuando entro, el profesor ya se encuentra recordando lo que vimos en la clase anterior, mi nuevo vecino se ha sentado en un pupitre al final de la clase, parece que finalmente sí estudiaremos juntos este año y también parece que me he perdido su presentación. Me dirijo hacia el asiento que suelo ocupar en el laboratorio y él me saluda con un gesto de mano. Le respondo al saludo con un leve movimiento de cabeza y una sonrisa un tanto forzada mientras saco un bolígrafo azul de mi estuche.

Como es habitual,  la clase se me pasa volando y cuando quiero darme cuenta todo el mundo abandona la clase mientras yo hago las últimas anotaciones adicionales en mi cuaderno. Sonrío al señor Tanaka antes de abandonar el aula y me encuentro con que Raner me espera en la puerta.

— Te dije que acabaríamos en la misma clase.

—Eso parece. —Lo esquivo y voy hacia mi taquilla.

—¿Cuál es la siguiente clase?

—Yo tengo Historia.

— Entonces yo también, porque también estoy matriculado en Historia.—Lo dice de una forma socarrona mientras sonríe divertido. Yo arrugo la frente y sonrío.

—¿Eres siempre tan alegre? —Nos detenemos al final de la escalera.

—Todo en la vida debería ser sumar, nada de restar.

—Supongo que es una buena filosofía de vida. —Sonrío y me paso el pelo por detrás de la oreja. Lo miro de nuevo y algo me dice que tal vez esté siendo un poco borde, este chico es nuevo aquí y debería aprovechar esa circunstancia para intentar socializar antes de que descubra que soy una marginada. — Parece que me he perdido tu presentación.

—Eso parece. Pero si te interesa conocer las sórdidas razones por las que los dos chicos nuevos han acabado en Boråsgymnasiet, solo tienes que preguntarme —dice con un tono de misterio fingido.

—¿Sórdidas razones?¿Hay una historia interesante y oscura tras la vida de mis nuevos vecinos?

Raner se balancea sobre los talones y mira en todas las direcciones sin mover la cabeza hasta que se centra de nuevo en mí y sonríe.

—En realidad no, pero habría estado bien. ¿Verdad? Al menos he añadido algo de misterio a un hecho totalmente irrelevante. —Me gusta Raner, es un tío optimista y divertido, eso me gusta, de forma natural le devuelvo la sonrisa.

—Has dicho ¿《los dos chicos nuevos》?

—Sí, mi hermano Kol también ha empezado hoy, va al último curso.

—Ah, genial —digo sin saber muy bien que más decir, no es que esté muy acostumbrada a hablar con chicos de mi edad.

Doy un paso hacia atrás y alguien choca conmigo haciendo que nuestros libros caigan al suelo.

—¡Eh tío! —Oigo decir a Raner a mi espalda, pues yo ya me he agachado a recoger mis cosas.

Entonces miro al chico con el que he chocado.

TRAS EL SILENCIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora