Kol es un hombre lobo.
Bien, no tenía suficiente con los fantasmas que ahora resulta que existen los hombres lobo y sus derivados o sucedáneos, según sea el caso.
Por un momento mi vida parece una comedia sobrenatural de Woody Allen. Kol es un chico lobo, Raner es un fatasma y Alexsy un ángel guerrero, y cuando vuelva al coche estaré con ellos solo que el único que verdaderamente está para el resto del mundo es Kol.
—Alexsy.
Cuando por fin reacciono, me doy cuenta de que Alexsy no debe estar demasiado bien o ya habría aparecido a mi lado. Recuerdo su rostro pálido y cómo el sudor le caía por la frente mientras respiraba con dificultad.
—Alexsy... —repito, y me vuelvo hacia Kol—. ¡Tenemos que volver al coche!
—¿Quién es Alexsy? —Pero no le respondo, empiezo a correr sin saber muy bien en qué dirección lo hago y Kol me grita—. ¡Ey! —Cuando lo miro, me responde con su habitual tono de voz—. El coche está por el otro lado.
Me detengo y vuelvo sobre mis pasos para correr en la dirección que me ha dicho.
—Vale, si tan claro lo tienes, llévame hasta el coche y rápido.
—¿Rápido?
Asiento decidida, pero eso es porque esperaba ir a una velocidad normal y con mis pies en la tierra. Kol me ha cogido en brazos y corre a una velocidad sobrehumana, hundo la cabeza en su cuello para evitar que las hojas y los bichos me den en la cara, entonces se detiene.
—¡Janne! ¡Tu amigo está muy mal! ¡ Ha vuelto a empeorar! —Raner se acerca nervioso a mí, me alegra saber que se ha quedado junto a Alexsy.
—¡Alexsy! —Grito zafándome de Kol y salgo corriendo hacia él.
—¿Estás bien? —pregunta Alexsy acariciándome la mejilla, asiento—. No he podido transportarme.
—No tienes buena cara. ¿Qué es lo que pasa?¿Qué eran esos polvos que te lanzaron?
—Oye, no sé con quién demonios hablas, pero te aseguro que ahora mismo das más miedo tú que yo. —Kol habla a mi espalda.
Lo ignoro, sé que él no puede ver a Alexsy, ni a Raner, para él ahora solo soy una chiflada hablando sola. Pero no me importa.
—Dime Alexsy, ¿qué puedo hacer para ayudarte?
—Tú no puedes hacer nada. —Una voz fuerte y seria aparece de la nada y cuatro figuras brillantes emergen por detrás de Alexsy. Son ángeles guerreros, igual que él, ángeles de El Círculo—. Sólo hay dos cosas que pueden herir a un ángel, una de ellas, incluso podría llegar a matarlo en contacto con su sangre. Sin embargo, esperamos que sea esa.
—¿Y eso por qué? ¿Qué hace la otra?
—La otra lo enferma lentamente mientras lo arrastra a la oscuridad —dice otro de ellos, ahogo un grito y me llevo la mano a la boca. Soy incapaz de imaginarme un Alexsy oscuro—. Si nos lo llevamos ahora, tal vez podamos aplacarlo.
—No, han atacado a Janne y volverán a hacerlo. —Alexsy rechista pero lo cierto es que no puede casi ni moverse.
—¿A qué estáis esperando? ¡Llevároslo ya! —Cojo la mano que Alexsy había puesto en mi mejilla y la beso—. Vuelve cuando estés bien.
Los otros ángeles se acercan y le sujetan por los hombros a la vez que lo ayudan a ponerse en pie.
—¡Esperad! —Todos se detienen y veo como Alexsy avanza lentamente hacia Kol quien no separa la vista de los cristales del coche, como si allí estuviese siendo capaz de presenciar toda la escena tal y como yo lo hago.
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TRAS EL SILENCIO
Paranormal'"¿Es porque estoy muerto?" Esa es la pregunta de Alexsy cada vez que lo rechazo. Somos amigos desde...no sé si puedo recordar desde cuando.' Janne Erikson es una adolescente de 17 años bastante peculiar a la que le cuesta hacer amigos, al menos cua...