Capítulo 10

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Me he saltado la primera hora y la directora Johansson me ha llamado a su despacho. Dado que tenía los ojos rojos y algo hinchados por las lágrimas que solté al descubrir lo de Raner, ha considerado que había debido ocurrirme algo grave y que, por esta vez, no avisaría a mis padres. En lo que a ella respecta mis lágrimas podrían ser tanto el resultado de una discusión con mis progenitores como la ruptura con una pareja, sin embargo, me alegro de no haber tenido que dar explicaciones y menos, a mis padres.

Al volver a clase encuentro a Kol en su taquilla y pienso en la promesa que le he hecho a Raner hace un momento, 《prometo intentarlo》. Si quiero cumplir con mi palabra voy a tener que acercarme a Kol, cosa que, siendo sincera, me apetecería si no fuese porque parece la persona más inaccesible del mundo.

Pienso rápido y me acerco a él cuando cierra la puerta de su taquilla tras sacar el libro de biología.

-Eh...¡Hola! -Kol enarca una ceja y arruga la nariz como si se preguntase "¿Qué clase de ser es este?", "¿Por qué me habla?", "¿De qué planeta proviene?", "¿Será hostil?" Hago un esfuerzo por pasarlo por alto y continúo hablando-. Esto... me he dado cuenta de que aún no te he agradecido lo de ayer.

-Ah. -Bien, al menos ha dicho algo y ha cambiado su expresión, ahora dice: No sé de qué me hablas y tampoco me importa.

Me resulta complicado resistir la tentación de darle otra bofetada, zarandearle, gritarle que reaccione... ¿Es que no tiene sangre en las venas?

Suspiro.

-Gracias.

-¿Por qué? -dice serio, en un tono seco y distante con su particular voz grave, una de esas voces que se te mete dentro y vibra en tu pecho con cada sílaba.

-Pues porque me ayudaste anoche.

-No. -Se acerca más a mi, arrinconándome contra las taquillas y me habla tan cerca que noto su aliento cerca de los labios-. Sabes que no te estoy preguntando eso.

Su gesto desafiante lejos de asustarme me cabrea y adopto una postura retadora.

-Entonces no sé qué me estás preguntando -digo, y me obligo a dibujar una cínica sonrisa en mi rostro a la vez que enarco una ceja-. Vale, ya me he cansado de tu rol de tipo duro. -Acerco mi cara aún más a la suya, tanto, que un centímetro más cerca y lo estaría besando-. ¿Qué tal si vas al grano haciendo las preguntas adecuadas y ambos dejamos de perder el tiempo?

Él sonríe y se aleja un poco, <<bien hecho Janne.>>Me digo a mí misma, pues esta posición me da seguridad.

-¿Por qué hablas de mi hermano como si estuviese vivo?

Vale, me ha salido el tiro por la culata, no sé que esperaba, tal vez que lo dejase pasar y se marchase. Pero el tipo "escaso en palabras" ha decidido ir al grano y ahora, no tengo respuesta para una pregunta tan directa. ¿Le digo la verdad? ¿Le miento?

-Vi a un chico por tu casa y pensé que era un hermano tuyo, no sabía que tuvieses un hermano, ni que hubiese fallecido. De haberlo sabido, no habría sido tan inoportuna.

-Su nombre.

-¿Cómo dices?

-El nombre del chico que creíste que era mi hermano.

-Anton. -No sé por qué digo ese nombre, es el primero que me viene a la cabeza, pero no creo conocer a nadie llamado así. Espera, sí conozco a un Anton, bueno, algo así. Anton se llamaba el chico con el que choqué el otro día, el que me dijo《Jódete》a la vez que me hacía el corte de manga.

No me he dado cuenta, pero Kol me mira serio, directamente a los ojos, intento mantenerle la mirada pero pronto sus ojos me pueden y acabo mirando su cuello. Entonces él se acerca lentamente al mío y sube hasta mi oreja para hablarme con voz ronca y sexy.

TRAS EL SILENCIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora