Capitulo 12

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Les soy sincero.

Estoy perdiendo la esperanza de que alguien me venga a buscar.

No sé cuánto ha pasado, no sé si es de día o noche, no sé si podía seguir vivo.

Mi mente está en un completo caos.

Mis sistemas aún peor.

Estoy acostado abajo de la ventana, la única fuente de luz que ilumina la habitación. Poco, pero ilumina.

Estoy muriendo de a poco, mi vista a veces se nubla, no solo con las advertencias de los biocomponentes dañados, también se pone borrosa.

Tengo miedo, no quiero morir.

Lo único que me mantiene vivo es la esperanza de volver a ver a Hank. Pero esa esperanza se está agotando.

Como puedo me siento apoyado mi espalda en la pared, veo mis piernas, bueno, lo que queda de ellas. Mi única mano tiene un agujero en la palma por el disparo que recibí la otra vez, puedo moverla pero son movimientos torpes.

Note que estoy llenando de humedad, debe ser por que la habitación es húmeda y esta haciendo frio.

Intento recordar a Hank, pero no puedo.

Lo estoy olvidando.

No quiero olvidarlo.

No quiero perderlo.

No quiero...

Estoy olvidando las cosas.

El tiempo que estuvimos juntos.

Los casos que hicimos juntos.

Todos lo abrazos que nos hemos dado.

El calor de su cuerpo.

Y su sonrisa.

Lo estoy olvidando todo.

Me estoy apagando.

No...

No quiero...

No quiero morir....

Quiero volver ver a Hank.

Acompañarlo cuando come.

Verlo como duerme y cuando se queda dormido en el sofá cuando ve televisión.

Quiero volver a tocarlo.

Pero por alguna razón lo estoy olvidando.

Y no quiero...

Mi mente quedo en blanco, lo único que siento es el miedo que invade todos mis sistemas.

Estoy perdido.

Tengo miedo.

Quiero...

Por un momento todo ese dolor se me olvidó.

Desde la ventana entra un pequeño copo de nieve, veo como cae hasta llegar al frente mío. Levanto mi mano y se detiene en uno de mis dedos.

Veo cada detalle, los cristales de agua que la conforman, su forma irregular y a la vez que tiene sentido.

Me hizo acordar a una promesa.

Cuando lo acompañe a comer esa comida china, el día que confesé lo que sentía por él. Me prometió que cuando nevara me llevaría a algún parque para hacer un muñeco de nieve.

Recuerdo su risa y sonrisa.

Esos ojos cansados que me ven.

Su pelo canoso que a veces se lo tomaba ya que le molestaba.

Sus quejas y sus insultos.

Cuando me acaricia el pelo.

Lo he vuelto a recordar.

Miro hacia la ventana y veo que siguen entrando copos de nieve.

Me invadió una alegría y unas ganas de llorar. ¿Por qué no fui programando para llorar?

Ya no me acordaba de ese dolor de antes ni ese miedo.

Al fin pude recordarlo.

Pero esa felicidad no iría a durar para siempre.

La puerta se abre, dejando ver a Dylan.

Su mirada es seria, y pude notar que tiene otra herida en la cara, esta vez una herida en la mejilla opuesta a la otra herida.

Se acerca lentamente a mi, cuando llega al frente mío se agacha para quedar a mi altura.

-Tic Tac, Connor, el tiempo se nos agota- dice mientras saca un cuchillo -Dime, ¿Qué tengo que hacer para hacerte hablar? Mi paciencia se agota, igual que la de él. Y digamos que no queremos que él se enoje. No sabes lo que es capaz de hacer- cuando dice lo último se toca la heridas de la cara -Pero te doy una oportunidad, dame permiso a tu memoria y te dejaré volver a ver a tu querido Hank ¿Qué dices?-

La habitación se quedó en silencio. No iba a hablar, prefiero morir que decirle algo a ese loco.

Dylan después de un suspiro me clava el cuchillo en el hombro derecho.

-Habla, maldita sea, ¡habla!- dice de manera alterada.

Empieza girar el cuchillo en mi hombro, luego lo saca y lo vuelve a clava, una y otra vez hasta que me quede sin brazo. Mi brazo cae al suelo.

-¡¿Por qué te importan tanto los humanos?!- dice mientras coloca el filo del cuchillo en mi cara -Ellos son tan ANIMALES, odian todo lo que no sea o piense como ellos. Los lástiman y los detruyen, solo queremos limpiar este mundo de esa plaga y para hacerlo nesecitamos algo que está en tu cabeza, PERO TU NO QUIERES DARLO. ¿Por qué? ¿POR QUÉ?-

Clava de nuevo el cuchillo, esta vez en el otro hombro.

Note su mirada, ya no es la de un loco desquiciado, no. Es la de uno asustado, perdido, que hace lo que hace por miedo.

-Se que tienes miedo...- vi su cara de sorprendido ante mis palabras -...los humanos pueden ser algo agresivos, pero no todos son así. Deja mostrarte, que los humanos no son todos malos-

Se quedó unos segundos viéndome sorprendido, luego su cara cambió a uno de rabia con odio.

-¡Mientes!- al gritar eso me toma del brazo y me lo arranca.

Los sistemas volvieron a salta por la pérdida de las extremidades y la pérdida de thirium. Comencé a tirita de nuevo.

-No- dice Dylan asustado -No debes morir, si mueres también moriré yo-

Deja caer mi brazo y sale corriendo de la habitación, dejándome solo mientras me desangro. No paso mucho cuando volvió con dos androides, uno de los androides es una mujer que daba a entender que posee un gran poder, el otro se acerco a mí para ver mis heridas.

-¿Qué hiciste cabeza hueca? Te dijeron que no lo molestaras- dice la mujer androide dándole un golpe a la cabeza a Dylan.

-Lo siento, no lo pense bien- dice Dylan como un niño con los ojos llorosos y con las manos en donde fue golpeado.

-Tu nunca piensas, eres un inutil- dice la mujer agarrando del pelo a Dylan -Si muere será tu culpa y esta vez no habrá perdon- la mujer se lleva a Dylan de la habitación.

Mientras el otro androide me cura las heridas cauterizandolas y luego se va.

Me quede en silencio, asustado. Viendo mis dos brazos alejados de mi cuerpo.

Ya estoy cansado de todo esto, solo quiero que está pesadilla acabe.

Mi nueva misión [Hank x Connor] (EDITADO?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora