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«Narra Tom»

El roce de las largas piernas de la mujer por el tubo de baile me volvía loco, esa rubia con tatuajes en las espaldas sabía cómo moverse. En mis manos se encontraba uno de los licores más caros que había en el local, la música hacía que mi pie se moviera al mismo ritmo. La rubia que estaba a unos metros de mí, movía su trasero tratando de llamar mi atención, pero algo me robó la atención por completo...

Justo en el momento que desvíe mi mirada de la bailarina, vi una melena larga que cubría la mayor parte de su rostro. Con la pequeña luz que hacían los brillantes letreros del local, vi su delgado rostro y solo pensé en lo hermosa que era.

La chica notó que la miraba con curiosidad, terminó de limpiar la mesa y salió corriendo hacía la parte trasera del establecimiento. Una sonrisa apareció en mi cara al ver su reacción tan impulsiva y asustadiza.

Terminé el último trago de mi bebida y me levanté de mi asiento. La muchacha del tatuaje y caderas prominentes me miró confundida.

— ¿Ésta vez no vas a querer un privado? —Dijo ella colocando sus manos en su cintura, parecía indignada.     

Sonreí.

—No dulzura, ésta vez no —Dije paciente. Fui con Jules, la administradora del lugar, ella me esperaba con una sonrisa. Éramos amigos desde hace tiempo, yo ayudé a que el lugar tuviera tanto prestigio.

—Tom... ¿Te irás antes? —Preguntó mirándome a los ojos, era extraño para ella, pues apenas eran las 11 de la noche.

—Sí, Jules... Tengo cosas que hacer —Mentí con una sonrisa. Saqué mi tarjeta para pagar lo consumido—. Jules... ¿Quién es la nueva?

— ¿La nueva? —Pensó unos segundos hasta que volvió a abrir la boca para hablar—. ¡Aitana! ¡Claro, claro! Es linda, ¿No? —Asentí pensando en sus ojos—. La contraté hace unos días, se encarga de limpiar el lugar en las noches. Solo trabaja un par de horas. ¿Por qué?

—Necesito un favor tuyo Jules —Mencioné. Apoyé mi brazo en la madera del mueble.

—Claro, lo que sea.

—La quiero en mi cama —Dije sin vacilar.

—No creo que sea posible Tom, ella es... —La interrumpí enseguida.

—Pagare lo que sea. Vendré en unos días. Espero sí puedas convencerla —Le guiñe un ojo, yo no aceptaba un no por respuesta y ella lo sabía—. Adiós linda, espero no me defraudes —Dicho eso, salí del local. Ya en mi auto, no deje de pensar en esos ojos. "Oh dulce abejita" pensé burlón. Iba a ser mía.

«Narra Aitana»

Esa tarde salí temprano de ayudar en aquellas clases de arte, ya que el profesor aún no me pagaba debía caminar hasta mi segundo trabajo, debía estar a las 8:30 de la noche en la puerta, tenía 35 minutos para llegar y me echaba unos 40 minutos, apenas era jueves pero esta ciudad se encendía desde hoy, así que todos los locales estaban abiertos desde hace un par de horas y algunos otros apenas abrían.

La música sonaba aunque las puertas de las discotecas estén cerradas, no quería imaginarme lo horrible que sería estar dentro.

—Tina... —Jules, la administradora y la actual dueña del lugar, me saludo con una sonrisa. Yo no estaba de acuerdo con las cosas que se hacían dentro de su local, las chicas eran damas de compañía, yo no podía imaginarme en esa situación, no tengo experiencia de ningún tipo con hombres.

—Jules... —Sonreí al sentir su abrazo, era una persona muy cálida, a pesar de ser una "proxeneta"—. Comenzaré con las habitaciones, deben estar listas antes de que abran. —Debía esforzarme si quería quedarme más tiempo con el trabajo, no era mucha la paga pero si lo suficiente para reunir e irme de casa mis tíos.

Una pequeña sonrisa salió de mis labios cuando el dj puso la primera canción, Roxanne de The Police, que divertido pues la canción hablaba de una prostituta, aunque las chicas que trabajaban para Jules no se sentían una putas, por la clase de personas que iban al lugar, casi todos ganaban más de medio millón dólares al año, políticos, empresarios, artistas, así que ellas se sentían de la élite lo acostarse con esos hombres.

—Linda, necesito que limpies las mesas en el VIP, allí solo se encuentra Rose con un cliente —Asentí. Estaba distraída esa noche, algo era distinto esa noche, me sentía pesada, todo a mi alrededor se movía muy lento, o yo muy rápido. Otra vez la música cambiaba. Subida sobre un pequeño escenario estaba Mya, era una de las populares entre los hombres que llevaban aquí. Al ritmo de I Put A Spell On You de Annie Lennox, movía sus caderas y piernas. La miré unos segundos antes de volver a mi trabajo. No era momento de perder mi tiempo mirándola. 

Mi pie estaba siendo poseído por la música, esa canción me gustaba mucho, y disfrutaba escucharla. Una incómoda sensación invadió todo mi cuerpo cuándo giré mi cara otra vez hacía Mya, detrás del escenario se encontraban un hombre mirándome, esos ojos llenos de... Algo muy frío. Tragué en seco, y desvíe mi vista de él.
"Mierda" pensé cerrando mis ojos, el primer día su estuve aquí, un tipo tocó mi trasero, no pude estar más avergonzada y asqueada, pero ahora con la mirada de él sobre mí, no parecía molestarme, sólo incomodarme más de la cuenta.

Terminé con la dichosa mesa y sintiéndome extraña, salí de allí. Dejando la mirada del hombre y esa sensación en la habitación.

××01:40 AM××

¡Por fin terminé! Ya todo estaba limpio, sabía que mañana tendría más trabajo pues los viernes era cuándo más había gente saliendo y entrando y tendría quedarme hasta más tarde. Camine hacía Jules, quería irme a dormir, tenía clases y debía madrugar.

—Hola linda —Dijo mujer al verme, a veces no entendía cómo podía tener siempre una sonrisa en la cara, le decían proxeneta sin embargo eso no parecía ofenderle o importarle—. Te daré tú paga de la semana, sin duda era de mucha ayuda. —Me entregó un sobre, me pagaba 10 la hora, de la madrugada del martes hasta el domingo. Ésta semana había hecho unos 130 dólares, sin duda no era demasiado dinero pero lo necesitaba. Le agradecí, al despedirme de ella, me tomó de la mano—. Nena... Necesito decirte algo

"Oh no. Me da a despedir" pensé triste

—Te tengo una propuesta... —"Claro... Ya lo entendí todo", comencé a negar con la cabeza pues sabía lo que venía—. Escúchame... Te estoy ofreciendo muchísimo dinero, te puedo dar 2000 dólares. Con eso puedes irte de casa más rápido de lo planeado... ¿Te imaginas?

— ¿Qué debo hacer? —Pregunté sabiendo cuál era su respuesta.

Ella sonrió antes de responderme.

—Estar con Tom Hiddleston —Giré mis ojos, pero antes de poder responder la mujer me interrumpió—. Ya lo sé, ya sé que me vas a decir, pero... Piénsalo, ¿Sí?

Jules era tan insistente, tenía razón, ese dinero podría ayudarme pero primero estaba mi dignidad, si me acostaba con ese hombre por dinero, la perdería.

Asentí. Ya quería irme a mi casa, el día había sido extremadamente agotador. Tome un taxi, sólo quería dormir.

"Tom Hiddleston" Pensé en su hombre, en algún lado lo había escuchado... ¿Será ese hombre de hoy? Sin duda era muy atractivo pero esa mirada fría no me gustaba en lo absoluto. Cerré mis ojos pensando en esos ojos azules.

Esa noche soñé con él y ahora no abandonada mi cabeza la propuesta esa.

EME.

Mía nena, mía. || Tom Hiddleston FanFic ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora