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«Narra Tom»

Al cerrar la puerta detrás de mí, no pude evitar sentirme asqueado. Caminé arrastrando los pies hasta mi habitación, ahora tenía el corazón colgando de un hilo, pues tenía una chica en mi casa que estaba enferma, o al menos lo parecía a simple vista. Eso no podía ser así, ella no puede estar enferma, al menos no de un trastorno alimenticio. Mañana llamaría a Chris, él debía hacerle un chequeo un poco más completo.

Me sentía cansado, pero no dejaba de pensar en todo lo malo que le había pasado a esa chica, y lo estresante que podría llegar a ser pensar en todo a tu alrededor.

Cuando por fin pude dormir, ya estaba más aliviado, pues ella estaba en mis manos y estaba a salvo.

[...]

Otra vez rodaba por la cama pensando que tenía que levantarme para ir a trabajar... <<Es domingo Thomas>> esa voz que siempre me hacía pensar las cosas más de dos veces, me recordó que hoy sería un día ordinario. Me senté en la cama con pereza, mirando a mi alrededor, estaba olvidando algo...

<<¡Aitana!>>

Salté de la cama casi volando, temía que hubiese salido de mi casa sin decirme y...

—¡Aitana! —La llamé con desespero al no verla en la cama, ¿Dónde se habrá metido? Bajé las escaleras, debía llamar a Jules, no sabía dónde estaba...—

—Buenos días...

<<Mierda>>

—Pensé que te habías ido... —Ella estaba en la cocina, al parecer estaba haciendo el desayuno, yo casi nunca me acercaba a la cocina por obvias razones, falta de tiempo y era aburrido cocinar solo. Me acerqué a ella, estaba sonriente y eso era brisa fresca chocando contra mi cara.

—Siéntate... Te hice de comer... En forma de gratitud —Me senté donde ella me señalaba, luego puso un plato frente de mí, todo se miraba extremadamente delicioso espero que sepa igual como se ve y huele. Al ver que no había un segundo plato para ella, baje el tenedor, no quería tomar el tema de su peso pero era algo que hablaríamos tarde o temprano.

—Vas a comer conmigo... —Demandé serio—.

—No tengo hamb...—Antes de que pudiera negarse, la tome del brazo y la obligue a sentarse a mi lado, era como mover una muñeca de trapo o de porcelana, no quería romperla.

—No fue una pregunta...

Luego de obligarla a comer, conseguí que se comiera la mitad de mi plato hasta que me dijo que era suficiente, sino vomitaría... Eso lo tengo que limpiar yo, así que desistí.

—Te llevaré al hotel esta tarde... Primero iremos a ver a Chris, él tiene que hacerte un chequeo completo.

—Se lo que estás pensando, pero no estoy enferma, solo que siempre he comido poco, mi estómago está acostumbrado a eso.

Ella hablaba con demasiada tranquilidad, como si fuera algo normal pero de todas maneras no era una pregunta, estaba dándole una orden de que se fuera a dar un baño. Tenía ropa de mujer que podría servirle. Ésta vez no esperé que saliera del baño, sólo deje la ropa en la cama y salí de ese lugar, antes de tener un colapso.

Llevaba días con una erección permanente, desde que era un adolescente no tenía que masturbarme, pero admito que lo hago desde que la conocí, mi apetito sexual era el mismo pero no había otra mujer que no fuese ella que me pusiera tan caliente.

—¿Qué haces conmigo? —Aitana era la única responsable de que tener aquel desequilibrio ante todo, no podía concentrarme pensando en su cara.

EME.

Mía nena, mía. || Tom Hiddleston FanFic ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora