El sonido de la ambulancia era lo único que podía escuchar.
Lograba ver imágenes borrosas de luces de automóviles, de personas con chalecos de colores resaltantes y a lo lejos podía recordar ver un auto en llamas, mi auto en llamas.
Eso pasó en cuestión de segundos, antes de quedar inconsciente.
Poco después me desperté, en una camilla de hospital, conectada a una máquina, llevaba un catéter en el brazo y una mascarilla de la cual salía oxígeno.
"¿Que me había pasado?"
Me sobre salte de golpe asustada por donde y como estaba, escuché el pitar de las máquinas advirtiendo que mi pulso cardíaco se había acelerado y... Por un segundo pensé en Paula.
"¿Acaso ella estaba conmigo?"
Lo cierto es que no recordaba nada, sólo esas pequeñas sobras de recuerdo con las que pude armar algo:
"Tuve un accidente de tránsito"
Pero no sabía cuando, como, donde o con quien estaba en ese auto.
- La paciente Raquel Murillo ha despertado, necesitamos que el médico de piso venga a revisarla - escuché decir detrás de la puerta.
La puerta se abrió y dejó ver el rostro de una mujer, joven, quien me miró con una sonrisa de alivio y se acercó para quitarme el respirador.
-Buenos días Sra. Raquel... - dijo con una sonrisa.
Sacó unos medicamentos de su bolsillo y me los fue inyectando uno a uno con el catéter.
- Su novio fue a por café, debe venir en unos minutos - dijo sin dejar de hacer su trabajo.
-Normalmente hace eso, sale 5 minutos antes de que yo llegue y regresa 5 minutos después de que me he ido - terminó de inyectarme y tomó un cuaderno para anotar algunas cosas.
- No sabe que despertó así que cuando la vea despierta será una gran sorpresa para él... quedó en traerme una botella de sidra cuando usted despertara.
La computadora comenzó a pitar de nuevo por mi ritmo cardíaco y eso hizo que la enfermera se alertara.
- Hasta luego Sra. Raquel, nos vemos dentro de un par de horas.
La enfermera salió y me dejó sola en aquella habitación, mi mente daba muchas vueltas y esos medicamentos me estaban comenzando a confundir y a marear.
"¿Mi novio?"
"¿Sidra?"
"¿Qué?"
Cerré mis ojos esperando volver a abrirlos tras un par de segundo pero no fue así, no fueron segundos, fueron minutos.
Cuando los abrí de nuevo pode sentir que algo ya no era igual, había alguien más ahí y ese alguien estaba tomando mi mano.
Vi a un hombre recostado a un lado a la baranda de la camilla, no podía verle el rostro, sólo veía un montón de cabello oscuro.
"¿Quién era?"
Apreté mi mano que estaba aferrada a la de él y como si fuera un botón al que había presionado él se sobre saltó e inmediatamente volteó para ver mi rostro.
"Él era Sergio".
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La Casa de Papel: Raquel y el Profesor.
FanfictionEste es un fanfic sobre lo que puedo haber pasado luego de que raquel se diera cuenta de que el profesor era Salva, el hombre con el que había estado saliendo desde hace unos días y de lo que puede suceder con ellos cuando se encuentren. Al princip...