Conociendo al Lobo [TD #1] |Terminada|

Capítulo 2 |Editado|

—¡Te lo juro!. —Jane chilló con algo de pánico brillando en sus ojos jade.

Qué ironía. Jane... jade... mejor sigamos.

—Cálmate. —Comenté con una sonrisa divertida.

—Pero... ¿Tú entiendes que le dije que sí, no? ¡No quiero hacerle creer que podemos llegar a más, Alex!. Sabes que mi corazón está flechado por otra persona. —Se lamentó mi amiga y rodé los ojos.

Les paso a explicar la situación.

Como ya se habrán dado cuenta, estaba hablando con Jane (más bien ella estaba chillando) sobre Gael, un chico que gusta de Jane. Él la invitó a salir este viernes y, ella como ya se sabe, aceptó la invitación, pero ahora se arrepiente de aceptar, ya que piensa que le va a crear falsas esperanzas a ese rubio.

—Juro que si no paras de chillar, te voy a lanzar cualquier cosa que me encuentre para que pares. No quiero quedarme sorda.

Ella respiró hondo y después sacó el aire lentamente.

—Lo siento. —Se disculpó.

—No pasa nada..., enana. —Y ella me miró con enojo.

—¡No me digas enana!. ¡No lo soy!. —Gruñó molesta.

—Sí... claro... —Miré para mis costados y hablé lento—. Si tú no eres enana, entonces yo estoy casada con Patch Cipriano. —Hablé con sarcasmo.

—¿En serio? —¿Esta es idiota?—. ¿¡Y por qué no me lo dijiste!?. —Habló alterada.

—¡Es sarcasmo!, ¿¡Sabes lo que es el sarcasmo!?. —Ahora chillé yo.

—Síp. —Contestó encogiéndose de hombros.

—¡Vas a acabar con mi paciencia! —Me recosté en el respaldo de mi silla con un poco de fuerza y ella empezó a reír— y yo que quería ser buena amiga y por eso te distraje de lo que hablamos. Ojalá te sigas sintiendo mal. —Le saqué la lengua.

—Deberías haber visto tu cara. —Y siguió riéndose, hasta que tocó la campana indicando la entrada a las últimas horas de clase.

Me levanté y Jane copió mi acción, posicionándose al lado mío, emprendiendo camino al salón.

(...)

—Extraño a Brubru. —Me quejé cuando salimos de la escuela, queriendo tontear con mi amigo un rato.

—Seguro que mañana ya lo verás. No te preocupes —Me animó Jane—. ¿Quieres ir a mi casa ahora?. —Preguntó.

—Sí, claro. Deja que le aviso a mi mamá.

Saqué el móvil del bolsillo de mi pantalón, donde lo llevo siempre. Prendí la pantalla, lo desbloqueé, busqué el contacto con el nombre de "Señora Madre" y le di al botón para llamarla.

Al segundo tono contestó.

—Hola, Alexa. ¿Pasó algo?. —Habló mi mamá.

—¡Holis, mamá!. —Contesté con emoción.

—¿Estás bien?. —Mi mamá preguntó con cansancio en su voz.

—Sep, estoy bien, ¿Tú cómo estás?, ¿El trabajo bonito?. —Pregunté al escucharla cansada.

—Estoy cansada, pero es lo que toca. —Suspiró y se hizo silencio del otro lado de la línea, excepto por todo el revoloteo que había a su alrededor.

—Okay. Um... quería preguntarte si podía ir a casa de Jane... ¿Puedo?. —Pregunté rogando que la respuesta sea afirmativa.

Se escuchó como suspiraba del otro lado y después como se aclaraba la garganta.