—¡Alexa, levántate! Ya son las 12:54 p.m. —Escuché la voz de mi madre—. No puedes dormir hasta mediodía, Alex. —Refunfuñó.
—Agh. Má, cinco minutos, por favor. —Supliqué y oculté mi rostro en la almohada.
—No, te levantas. Ahora. —Ordenó con voz firme.
—Okay. Okay —Suspiré y me senté en la cama, mirando el techo acostumbrándome a la luz que entraba por la ventana—. Ya… —Bostecé—ya bajo.
—Te quiero en veinte minutos abajo. —Y con eso, salió por la puerta.
Me tiré de espalda a la cama y cerré los ojos unos segundos.
—Arriba, floja. —Escuché una voz que me sonaba familiar.
—¿Qué demonios? —Abrí los ojos abruptamente y me senté rápidamente en la cama, logrando así marearme y ver puntitos blancos—. Ahhh, ya me acuerdo de ti. Eres la chica vampiro que me acosa por las noches y en mis sueños. —Vi a la pelirroja frente a mí, parada con los brazos cruzados.
—Así que te acuerdas de mí, ¿Eh, humana?. —Preguntó burlona.
—¿Cómo olvidarme de ti, vampira acosadora?. —Reí y me levanté de la cama, dirigiéndome al armario mientras iba bajando un poco el short del pijama que traía puesto y que se había subido un poquito mucho, sin importarme que ella estuviera ahí.
—No soy acosadora. —Giré y la vi parada cerca de mí.
Mier... coles por la mañana.
Perdida en mis pensamientos, no me di cuenta que se acercó hasta mí y que yo soltaba un leve risa.
—Qué bonita risa que tienes. —Dijo susurrando con un destello en sus ojos y cerca de mi rostro.
—Eh… muchas gracias, en verdad. Ahora…, eh… ¿Puedes salir de mi espacio personal, por favor?. —Pedí incómoda.
—¿Por qué?, ¿Te pongo nerviosa?. —Y me acorraló contra las puertas de mi armario. ¿Cómo es posible? No lo sé.
—No. ¿Por qué deberías ponerme nerviosa? Más bien me pones incómoda. —Hice una mueca y me pegué más al armario.
—Eres bonita cuando estás incómoda. —Rió y me miró fijamente a los ojos. Sus ojos empezaron a brillar de un intenso rojo carmín.
—Qué lindos ojos. —Murmuré media embobada, mientras me acercaba a su rostro, porque me sentía atraída. Algo me impulsaba a lanzarme contra ella y otra parte me impulsaba a darle un empujón y alejarla de mí.
¿Qué carajos me pasa? Me tengo que alejar.
Antes de alejar la vista, observé que cerró los ojos, tomé eso como una señal y me escapé de dónde me tenía arrinconada sin que se dé cuenta.
Para ser un vampiro, no tiene los sentidos tan atentos.
—¿Te pasa algo, vampira?. —Pregunté burlona.
Se dio media vuelta y se notaba un color rosa en sus mejillas:—¿Q-Qué? N-No. C-Claro que no —Tartamudeó. Carraspeó la garganta y se acercó a mí con pasos firmes—. Ten cuidado con lo que haces, no sabes cuándo puede ser el final. Me retiro porque se acerca tu madre. Hasta luego, querida humana. —En un movimiento rápido, besó la comisura de mis labios y desapareció por la ventana que no me había dado cuenta estaba abierta.
Al contacto de sus labios con las comisuras de los míos, se me revolvió el estómago. Tal vez es el lazo con Jordan.
Escuché a mi madre en las escaleras y rápidamente salí de mi shock para acercarme a mi armario, abrirlo y sacar algo de ropa.
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Conociendo al Lobo [TD #1] |Terminada|
WerewolfEra irónica la manera que la vida te hacía ver todo, cambiando tus ideas, pensamientos y perspectivas. Algunas veces destruyendo tus ilusiones y otras veces volviendolos realidad. Digamos que la vida me demostró que aún se podían conservar los sueñ...