Conociendo al Lobo [TD #1] |Terminada|

Capítulo 4 |Editado|

—Me sacaste del aprieto de estar sola y comer cereal —Sonreí divertida—. ¡No tenía ganas de prepararme algo!. —Exclamé.

—¿Por qué sola?. —Jordan me observaba con una ceja alzada.

—Porque mi madre se tenía que quedar en el hospital. —Respondí. Corté un pedazo de carne y lo llevé a mi boca para saborearlo.

¡Definitivamente cocina como los Dioses! Y él es uno de ellos.

—¿En el hospital? ¿Por qué?. —Sus “¿Por qué?” me hacían recordar a los niños pequeños.

—Eres igual de curioso que yo. Creo que ya te amo —Sonreí divertida y él se sonrojó a la vez que sus ojos se iluminaban—. Respondiendo a tu pregunta, mi madre trabaja en un hospital, es doctora.

—¿Pero no trabajaba en una empresa?. —Ladeó la cabeza con curiosidad.

—Sí, pero ella estaba estudiando medicina en esos momentos y luego los siguió con la ayuda de mi padre. —Le aclaré.

Dejé los cubiertos en el plato, estiré mi mano y tomé el vaso de agua para tomar un trago. Había que aclarar que Jordan seguía todos mis movimientos con la mirada y yo lo observé con curiosidad.

—L-Lo siento, no quería parecer un acosador —Bajó la mirada apenado—. Así que… mi Luna sabe hablar español. —Cambió de tema.

—Eso parece, Alfa. —Dije en español.

—Eso realmente me alegra, mi Luna. —También dijo en español y eso me sorprendió gratamente. Su español era fluido.

—¿Sabes hablar español?. —Pregunté atónita.

—Sí. —Se escogió de hombros.

—¿Dónde aprendiste?. —Era hora que yo hiciera preguntas.

—De algo tiene que servir viajar por el mundo desde pequeño. —Me sonrió ladino y siguió comiendo.

—¿En serio viajaste por el mundo? Yo que apenas vine para aquí y me la paso encerrada. —Dije un poco triste.

¡Maldita gente rica!, Yo estoy pobre. Bueno, estoy bien económicamente, pero no me da el alcance para viajar por el mundo, sólo me servía para comprar lo necesario para la escuela, comida y lo demás restante.

—Es en serio.

—Wow. Eso debe ser increíble —Sonreí emocionada. Y… ya había terminado mi comida así que no tenía nada más que hacer, además de hablar, claro está—. ¿Por dónde pasaste?.

—Creo que viaje a España —De sólo escuchar eso sentí emoción. Mi sueño era viajar a España—, Venezuela, Rusia, Colombia, Guatemala, Inglaterra, Chile y Argentina —Terminó de enumerar con los dedos. Y preguntó:—. ¿De qué parte de Chile eres?.

—De Copiapó, que está al Norte de Chile. —Le sonreí.

—Definitivamente estuve ahí. ¿Cómo no nos cruzamos antes?. —Preguntó con una sonrisa ladina.

—Y, no lo sé. —Sonreí y luego agarré el vaso con agua para tomar un trago nuevamente.

—¿Viajaste a otro lugar?. —Me preguntó, observando como tomaba agua y dejaba el vaso sobre la mesa.

—Déjame pensar… —Pensé por tres segundos, cuando me acordé—, sí.

—¿A dónde?.

—Argentina. —Esa vez fue una experiencia divertida.

—¿Por qué razón?.

—Curioso —Canté levemente y reí—. Mis padres tenían unos amigos ahí, entonces íbamos una o dos veces al año y viceversa. —Sonreí al recordar algunas cosas de esas visitas.