Conociendo al Lobo [TD #1] |Terminada|

Capítulo 11 |Editado|

—¡Ya llegamos!. —Señaló Keyla con una sonrisa hacia las personas y carpas que se alzaban ante nosotros.

—¿Te parece?. —Contestó Daniel, burlándose de su hermana.

—No me trates así. —Hizo un puchero.

—Owwww… —Alargué y junté mis dos manos, entrelazadas, bajo mi mentón e hice un puchero al igual que ella—, ¡Pobre mi niña!. —Me acerqué a Keyla.

—¡Oye!. —Se quejó Jane.

—Linda, también hay de mi amor para ti. —Sonreí coqueta y señalé que se acerqué.

Con los hombros caídos, se acercó y las abracé a las dos por los hombros, apretándolas contra mí.

—Te juro que si no las conociera, diría que son lesbianas. —Rió Bruno.

—Obviamente, yo sería la activa. —Sonreí con prepotencia.

—Claro que sí, Thompson. —Keyla pasó su brazo por mi cintura.

—No, yo lo sería. —Se enderezó Jane.

—Ajam. Claro y con esa estatura no provocas más que ternura. —Reí y frunció el ceño.

—No es mi culpa que ustedes dos… —Nos señaló a Keyla y a mí que seguíamos en la misma posición mientras empezamos a entrar a la feria—sean unos jodidos postes de luz con patas. Además, no depende de la estatura el ser activa o no. —Refunfuñó y cruzó sus brazos.

—¡Ey!. —Se quejó Keyla e hizo un puchero.

—Tranquila, no la escuches. Es pura envidia —Le revolví el cabello y me gruñó—. Bien, gente. Dejando esto de lado… —Señalé a las dos chicas que me observaron con fingida indignación—, ¿Qué hacemos?. —Y miré todo a mi alrededor.

—¿Qué te parece caminar y, no sé, buscar algo que comprar o algo así?. —Se encogió de hombros Gael.

—Okay. Vamos. —Jordan agarró mi mano, lo miré a los ojos y nos sonreímos.

—Me quedaré por aquí… —Llegó lentamente Keyla, posicionándose a mi lado derecho.

—¿Qué pasa, Key?. —Pregunté.

—Me están dejando de lado. —Señaló frente a nosotros, a unos cuatro metros de distancia, a Daniel y Bruno en el medio y en los extremos estaban Gael y Jane, hablando entretenidos.

—Ouch. Sé lo que se siente —Hice una mueca—. Vente pa' ca. —Canté e hice un movimiento con mis manos, indicando que se acerque, por más que estaba a mi costado.

—Eh… ¿Qué?. —Preguntó confundida.

—Nada importante, sólo era parte de una canción. —Le resté importancia con un movimiento de mi mano.

—Tú eres mala. —Me miró y cruzó sus brazos sobre su pecho.

—Es más entretenido hablar sin que te entiendan. —Reí divertida.

—Pero no es entretenido para el que no entiende lo que dices. —Refunfuñó.

—Bueno. Okay. Lo siento, no lo haré más… por ahora. —Sonreí burlona.