ETHAN:
Todos nos cansamos de ser débiles, dejar nuestros problemas a otros y de sentirnos inútiles, pero siempre tenemos una nueva oportunidad para reescribir nuestra historia, un punto de reinicio. Cuando decides reinventarte, pasar todas las barreras que te impiden ser quien de verdad quieres, ahí es cuando creces como persona.
Si yo todavía estoy aquí, no es por mérito propio, es por suerte. Me he topado con personas que me apoyaron muchísimo, y lo siguen haciendo, pero ya es hora de independizarme como ser humano y caminar por mí mismo, sin apoyarme en nadie más. Ya no.
No es momento de lamentarme por mi vida, hay personas que pasan por cosas mucho más malas que las mías y se levantan, entonces, ¿por qué yo no, que me lo impide?
Ayer la petición de mi novio me dejó atónito, no supe darle una respuesta coherente en ese momento y salí huyendo del lugar. Es tan triste que debemos pasar por momentos muy difíciles, para que reaccionemos y nos pongamos en pie. Cuando algo malo pasa, tienes dos opciones: avanzar y cambiar, o retroceder y hundirte más en tu mierda.
Creo firmemente que los seres humanos que aceptan sus errores y están dispuestos a cambiar, son los más valientes. Se requiere mucha valentía para quitar una parte de ti, pero se requiere mucha más para aceptar tus errores.
Las cosas en casa nunca estuvieron bien, mi padre golpeaba a mi madre cuando nosotros estábamos fuera o cuando dormiamos. Obviamente intentabamos tomar venganza por lo ocurrido pero mi madre nos detenía. Hubo un tiempo en el que nuestros vecinos intentaban intervenir pero al llegar la policía, ella lo defendía y con el tiempo, dejaron de intentar defenderla ya que no tenía caso.
—¿Por qué sigues con él si te hace todo esto? —reclamo al llegar a casa y encontrarla sentada en uno de los sofás.
—Hijo, ya llegaste —sonríe ignorando lo que he dicho.
—Te hice una pregunta —la confronto con fuerza—. ¿Por qué sigues en la misma mierda con un hombre que te maltrata y encima de eso, no te ama? —avanzo hasta posicionarme en frente del sofá.
—¿Tienes hambre? —restrega sus manos nerviosa.
Ignorando el sentimiento de culpa y el pinchazo en el centro de mi pecho, sigo:—¿tienes una maldita idea de lo que pasamos a diario por ustedes? —suspiro sonoramente—. Trabajamos los días en los que no asistimos a clases, nos están robando la adolescencia, ni siquiera puedo salir los fines de semana porque si no trabajo, me quedo sin comer —las lágrimas salen de mis ojos como si un nuevo río decidiera instalarse en ese lugar—, todo por tu falta de valor, por no querer dejar a ese asco de persona a quien no me atrevería a llamar padre nunca más —formo puños con mis manos.
—Cariño, no digas eso de tu padre —intenta ponerse en pie, pero falla debido a la lesión en su pierna.
—Mira como te dejó, mira como te golpeó y humilló a mitad de la calle —los hipidos por el llanto incesable, me impiden continuar con lo que de verdad quiero decirle.
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El chico de los suéteres.
Novela JuvenilEthan es un chico que asiste a la preparatoria 3 días a la semana: lunes, miércoles y viernes. Marco se interesa por este extraño hecho ya que sus maestros actúan como si fuese normal el que no vaya a clases dos días. Así es como él decide acosar...