Indigo Puff

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Abrí mis ojos completamente, pude ver como un grupo de personas bailaba a mi alrededor. Sus espaldas eran iluminadas por el fuego. Me mostraban sus caras. Ellos probablemente pensaban que yo no despertaría. Por un momento desee lo mismo, justo antes de recordar a Lana. Recordé su expresión de temor del primer día en que nos encontramos con este lugar. Maldito sea el día en que decidimos que dormir en el camino.

Pude escuchar como aquellas personas gritaban  y reían. Giré sobre el mismo ángulo para encontrarme con el cielo despejado. Extrañamente despejado; Sin una nube, o una estrella. Nada más que la oscuridad y el humo.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Recordé las palabras de Sophie con exactitud, recordé cada detalle.  "Y va detrás de ti, Allison": La frase se repetía una y otra vez. Bloqueaba mis otros pensamientos. Me pregunté dónde estaba Lana.

Sin previo aviso, las personas se detuvieron y me miraron fijamente a los ojos. ¿Podían leer mis pensamientos?, me daba miedo siquiera pensar en la posibilidad. Una mujer sonrió, me concentré en su rostro, cubierto por el humo. Intenté enfocarla. Esperé un poco para que el humo se disipara. Y entonces, sucedió; Un fuerte dolor apareció de golpe en mi pecho y subió a mi garganta. Era mi madre, aquella mujer sonriente era mi madre. Un par de lagrimas salieron desapercibidas y resbalaron por mis sienes, me causó un leve cosquilleo, pero no tuve tiempo de prestarle atención. Otra mujer se arrodilló a mi lado, me tapó los ojos y me susurró al oído:

-Duerme, Alli, descansa -

Inmediatamente reconocí aquella voz tan tranquila pero tan alegre que solía amar: Era Margaret. Era demasiado para mi. Mi madre, Margaret, y justo cuando pensé que nada podía estar peor pude reconocer la combinación de dos olores que me hizo comprender todo lo que había y lo que estaba por pasar. Cada uno de los olores eran demasiado fuertes como para dejarlos de lado. Al principio llegó de golpe el olor a perfume de rosas, y poco a poco fue desapareciendo por debajo de otro olor que conocía perfectamente: El olor a gasolina.

 Luché por quitarme la mano de Margaret y pude darme cuenta de que estaba siendo arrastrada lejos del fuego. Y entonces, el fuego desapareció, y detrás de su viejo sitio pude observar el rió. Estaba siendo arrastrada por una sola persona: Mi madre. Seguí luchando para liberarme de aquella persona. Lo logré en cuestión de segundos. Salí corriendo hacia el río. Me quedé a un metro del rió, y pude ver dos siluetas que me resultaron bastante familiares a lo lejos, debajo de la oscuridad de los árboles, ambas mantenían la parte inferior de sus cuerpos dentro del río. Lucía como si una de ellas estuviese siendo atacada por la otra, y hubiese gente detrás de los arbustos observándolo todo. Fue lo ultimo que pude ver antes de ser arrastrada violentamente por cuatro personas. Y así, yo también me perdí en la oscuridad de los árboles, justo en el otro extremo. 

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora