What Once Was

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Ambas se quedaron en silencio, observando el brazo de Lana.

-¿Sabes lo que significa, no? - Dijo Lana, con cierto cansancio -

Allison la miró, tragó saliva. Era complicado responder a una pregunta de ese tipo.

-Tengo muchas cosas en mente - Dijo, levantando los hombros -

En realidad, tan solo dos cosas habían pasado por la cabeza de Allison en aquel momento, la primera: Una planta desconocida que causaba ese efecto; La segunda: Algo, algo que respiraba, algo que tenía bastante conciencia de su entorno. Ninguna tenía la respuesta lo bastante clara como para realizar una afirmación.

-Mejor concentrémonos en el cielo - Dijo Lana, sonriendo

-Hace mucho que no observábamos un cielo así, ¿no?

Lana asintió y se dejó caer, colocando sus brazos debajo de su cabeza como una almohada. Siguieron observando el cielo hasta que un pequeño detalle captó su atención. Al principio, para Lana era tan solo un punto más en el inmenso cielo. Pero no tardó demasiado en darse cuenta de que lo que realmente estaba observando no era tan solo un  punto banal en el cielo, era un planeta.

-Allison, ¿Tú también ves eso? -

Allison se puso en busca de aquello que captaba la atención de Lana, unos cuantos segundos le costó, hasta que finalmente lo vio: Resplandecía como una segunda luna, y destacaba como una pegajosa melodía en medio del imperioso silencio.

-¿Tanto tiempo ha pasado? - Preguntó Allison, indiferente -

Unas cuantas lágrimas se escaparon de los ojos de Lana.

-Mi mamá debe estar como loca - Dijo, mirando hacia el frente, evitando contacto visual con Allison

-Ella está bien, tiene a tu padre para apoyarla - Dijo, acariciando la espalda de Lana

-¿Y tu mamá?, ella está sola - Dijo Lana -

Estás palabras realmente tocaron a Allison, quien hasta ese momento no se había detenido a pensar en su madre. Una punzada atravesó su pecho, era la culpa, que carcomía lentamente su funesta alma, que a esas alturas había sido masacrada por el paroxismo del miedo, que se hacía presente en cada situación inquietante que era obligada a vivir. Sin embargo, estas palabras no sólo fueron pesadas para Allison, también lo fueron para Lana, quien le tenía un especial aprecio a Julia, la madre de Allison.

-Confío en que estará bien, ella es fuerte - Allison tomó aire - Ha pasado por esto antes -

Verdaderamente, no habían reflexionado sobre el hueco que sus presencias habían dejado. Habían desperdiciado meses de sus vidas ahí. Cada vez el ánimo decaía más y más. Habían llegado a un punto donde la depresión se hacía presente, pero ninguna de las dos pensaba en admitirlo, como si fuera un acuerdo que nunca se mencionaba y que fue tomado por separado. Sin embargo, era un hecho bastante ostensible. Algunas veces, Allison no dormía por escuchar a Lana sollozando; Así como algunas veces, Lana  se despertaba a mitad de la noche por los nada sutiles sollozos de Allison. Desesperación. Desesperación era la palabra correcta.

-¿Por qué no nos habíamos detenido a pensar en ellas?, somos tan egoístas - 

Allison asintió, sus pensamientos no siempre coincidían y a Allison no le quedaba más que asentir y neutralizar sus comentarios.

-No podiamos detenernos a hacerlo, sabes - Allison tomó aire - Hemos estado demasiado ocupadas sobreviviendo -

Lana asintió. Comprendía lo que Allison pensaba, lo comprendió tanto que le dio la razón. El silencio se hizo presente, mientras ambas reflexionaban acerca de todo lo que habían vivido durante su estadía en aquel misterioso lugar: Mujeres misteriosas, tías pérdidas, rituales extraños y posibles monstruos eran tan solo una pequeña parte de las cosas que estaban por venir.  Comenzaba a parecerles interesante si lo miraban desde la perspectiva de un espectador, es decir, el vivirlo en primera persona no es precisamente el tipo de emoción que un usual espectador esperaría.

Siguieron ahí, admirando el cielo hasta que cayeron dormidas en el frío suelo. La noche transcurrió tranquilamente: sin Allison's Night, sin lluvias extremas, cosas similares a algas, mujeres extrañas o respiraciones misteriosas. Se despertaron con la primera luz del día, con una sonrisa en sus rostros.

-Buenos días - Dijo Lana, al ver que Allison estaba despierta -

Allison se levantó rápidamente, y comenzó a correr mientras reía. Lana la siguió, riendo. Nuevamente lucían como dos pequeñas niñas jugando a las atrapadas, riendo y jugando, siendo felices. Experimentando una de las muchas emociones que creían muertas después de tanto tiempo viviendo ahí.

-¡Allison, sabes que yo no tengo condición! - Dijo Lana, deteniéndose un momento, mientras aún reía -

Allison seguía corriendo, mientras miraba a Lana, quien se encontraba de pie entre los arboles, sosteniendo el peso de la parte superior de su cuerpo sobre sus piernas, mientras recargaba sus brazos en las mismas.

-¡Si no te apuras, tendré que dejarte ahí! -

Fue lo último que Lana escuchó de labios de Allison antes de escuchar un estruendo: ramas, arbustos, un grito; Allison se había caído. Inmediatamente, Lana salió corriendo en su búsqueda, para encontrarse con Allison en el suelo, con la cabeza recargada sobre un arbusto y los ojos llenos de lágrimas.

-Me duele el tobillo - Dijo Allison, entre sollozos -

Lana se agachó un momento para revisar el tobillo de Allison

-Por el momento  no se ve nada, pero si realmente tienes una lesión se hinchará después de un rato -

Allison extendió el brazo para que Lana le ayudara a levantarse. Lana tomó aire antes de hacerlo y , como ya había hecho antes, colocó el brazo de Allison pasando por detrás de su cuello y cubriendo sus hombros para ayudarla a caminar. La guió hasta los dormitorios y la ayudó a sentarse en la cama de abajo, donde Lana solía dormir.

-Vas a tener que dormir aquí - Dijo Lana, como si intentara hacer entender a una niña pequeña los cambios que llegarán a su vida -

Allison solo asintió, mordiéndose el labio por el severo dolor en su tobillo. Lana se dedicó nuevamente a revisar el tobillo de Allison, dándose cuenta de que se había hinchado y se había tornado de un color rojizo.

-Es una torcedura menor, pero si te duele mucho no te levantes -

Allison asintió nuevamente, aun cuando el dolor era muy fuerte no podía hacer nada más, así que cerró sus ojos y se dedicó a dormir, desconectandose de la realidad una vez más.

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora