Salad Days (Final)

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Mientras corría, no podía pensar en nada además de Lana. Tenía miedo. Escuchaba una respiración acercarse rápidamente.

-¡Allison! - Gritó Lana sin darme tiempo de responder -

Lana tenía sus brazos alrededor de mi. Correspondí y nos quedamos así por un par de minutos, los cuales se sintieron como segundos. Mantuve mis ojos cerrados hasta los últimos cinco segundos; Cinco segundos bastaron para darme cuenta de el incendio que se había propagado sobre los árboles y grandes arbustos de las selva, no dije nada y nos separamos Cuando nos dimos cuenta del tiempo, recobramos la cordura y salimos corriendo hacia el auto, rezando para que funcionara. Subimos rápidamente e intenté. Intenté, en serio lo hice, pero parecía que el destino no estaba a nuestro favor, así que simplemente caímos dormidas.

Unas intensas luces me despertaron, aparecieron a nuestras espaldas, colándose por el vidrio trasero del auto. Eran de tres colores: Rojo, azul y blanco. En mi pecho pude sentir una gran emoción, sentía que las lagrimas saldrían en cualquier momento.

-¡Lana!, ¡Lana, despierta! - Moví sutilmente a Lana, esperando que despertara -

Abrió los ojos lentamente.

-¿Qué? -

Giré mi cabeza hacia atrás para indicarle hacia dónde debía ver. Lana siguió mi mirada y sonrió. Bajamos del auto a la vez y caminamos hacia las luces. Un muchacho bajó del auto.

-¿Están bien? -

Ambas asentimos, estábamos en trance. Probablemente pudo notarlo. Sonrió.

-Suban - Dijo, apuntando a la patrulla -

Pudimos observar que detrás de la patrulla se aproximaba una grúa, abriéndose paso por encima de la niebla. Lana y yo subimos al auto, ambas en el asiento trasero. El muchacho subió también.

-Fue una buena idea lo del fuego - Se aclaró la garganta - ¿Eran las únicas aquí? -

Ambas negamos con la cabeza, y el muchacho no volvió a dirigirnos la palabra. Conforme avanzábamos por la carretera podíamos ver las leves siluetas de las montañas, que se camuflaban con la noche. Lana se recargó en mi hombro, cerró los ojos y pude sentir como una lágrima caía en mi pecho.A través de las ventanas, podíamos observar como la niebla poco a poco se disipaba. Podía sentir alivio.

Miré hacia atrás una vez más: En la cima de la colina, reposaba un ya seco árbol que majestuoso me observaba con recelo entre su soledad y el cielo. Entre su oscuridad y la mía. Supe que ese era el adiós. Sonreí. Sentí una punzada en el pecho al pensar en volver a ver a mi madre. Esta vez no sería "The Darkness", sino, mi madre, mi madre en realidad.

Y los días pasaron rápidamente, mi madre no hizo demasiadas preguntas y yo no dije mucho al respecto. Lana y yo habíamos decidido descansar unos días, decidimos quedarnos en casa y una vez por semana salíamos a la playa. Por lo pronto estábamos demasiado cansadas del color verde y la vida silvestre. Disfrutábamos los viajes a la playa como nunca disfrutamos el viaje a aquel lugar. Y una vez más podía admirar un día soleado, una vez más podía admirar los cabellos dorados de Lana bailando a través de la ventanilla del auto, y una vez más Lana y yo podíamos reír, mientras de fondo escuchábamos la canción catorce de Allison's Night, sin siquiera pensar en aquel lugar.

En ese momento, recordé a Margaret. Lana en serio lucía como Margaret con aquellas gafas oscuras, pero era un lindo recuerdo. Me hacia bien pensar en ello. Ahora Margaret era un recuerdo, un recuerdo hermoso y melancólico; Pero nada de que lamentarse. Probablemente jamás me despedí de Margaret, pero estuvo bien jamás hacerlo. Mi conciencia estaba tranquila. Y, por primera vez en mi vida, sentí que todo estaba bien.

Todo se sentía como una nueva historia, un nuevo comienzo en el que mi vida por fin se arreglaba, y dejaba atrás todos mis problemas. Y ahora, por fin, estaba segura de decir que había superado el peor momento de mi vida.

Y así, me di cuenta de que nada sería lo mismo, y estaba feliz de pensar en ello.

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora