Dear Sophie

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Ambas chicas intercambiaron miradas y después, como si lo hubiesen coordinado, dijeron al unísono:

-Cuéntanos lo que tu quieras -

Sophie esbozó una pequeña sonrisita nerviosa.

-Creo que deberían sentarse ambas -

Allison y Lana tomaron asiento en el suelo. Allison tenía ambas piernas dobladas completamente hacia abajo, ocultando solamente sus pies, y Lana tenía las piernas estiradas en dirección a Sophie.

-Pues... - Sophie tomó aire - La noche en que Lana me encontró yo venía de confrontar a lo que vive aquí - Hizo una pausa - Lo llaman "The Nightmare". Tiene el físico de un hombre, pero no lo es. Vive en el agua y está detrás de una de ustedes -

Allison sintió un intenso vacío en el estómago. Lana sintió que su cabeza daba vueltas.

-No es el unico. También está la bestia. Es la bestia a la que las personas adoran, la llaman "The Darkness" y va detrás de ti, Allison - Dijo Sophie, apuntando con la cabeza hacia ella -

Allison puso en su rostro una expresión de miedo exacerbado, de completa preocupación.

-¿Cómo sabes todo eso? - Preguntó Lana, con la voz temblorosa -

Una lágrima pasó desapercibida por la mejilla de Sophie.

-Yo estaba con esas personas - Su voz comenzaba a cortarse - Yo fui el sacrificio para The Darkness. La próxima es Allison, por favor, busquen la manera de irse lo más antes posible - Dijo, antes de romper en llanto -

La duda de Allison seguía sin responderse: ¿Quienes eran esas personas?. Sin embargo, no creía prudente el hacer más preguntas a Sophie. No en ese momento. Esperaría un día. Un día.

-Sophie, deberías dormir aqui hoy - Allison tomó aire - Yo dormiré en el suelo -

"¿Por qué de repente confía en ella?" Pensó Lana antes de que, casi de forma automática, el recuerdo de Allison hablando de Sophie llegó a su cabeza. Tal vez una versión más hipócrita y retorcida de Allison. Una idea que hasta aquel momento, Lana ni siquiera imaginaba, podía habitar su mente.

Sophie asintió, mientras se tallaba suavemente los ojos con los nudillos de su mano derecha.

-Voy por mis sábanas - Dijo, antes de salir -

Despues de un rato, Allison se encontraba tendida en el suelo, con la vista hacia el techo. Lana estaba acostada en la cama de abajo, poniendo todo su peso sobre el lado izquierdo de su cuerpo para poder mantener su vista hacia Allison.

-Sophie ya tardó - Dijo Lana, con preocupación en su voz -

Allison la miró fijamente.

-¿Qué? - Preguntó Lana -

Allison no despegó la vista

-Deberiamos ir a buscarla - Dijo Allison, aun sin despegar la vista -

Lana se levantó y salió de la habitación. Allison la siguió, y caminaron hacia la habitación de Sophie. La puerta estaba abierta y el suelo estaba lleno de rasguños. Un chillido ahogado salió de Lana.
Salieron de la habitación y, sin intercambiar palabras, se pusieron en su busqueda.

-¡Sophie! - Gritaban ambas, creando una cacofonía en segundos -

Obviamente Sophie no había escapado por su cuenta, pero era posible que estuviese perdida en la oscuridad del bosque. De igual manera no perdían nada intentandolo. No se podía perder nada que no hubiesen dado por acabado con su llegada.
Se dieron por vencidas cuando el sol salió por encima de sus cabezas. No encontraron ninguna señal de Sophie o de lo que había pasado.
Se sintieron más nerviosas que nunca. Especialmente Allison; Se sintió ansiosa por
Fueron a descansar un rato y volvieron a separarse para seguir buscando. No habían dormido absolutamente nada. Sus ojos pesaban, al igual que las grandes y oscuras bolsas que reposaban debajo de los mismos.
Habían quedado que cuando la luna se haya ocultado, cuando la noche aún fuese oscura, regresarían a los dormitorios. Y cuando el momento llegó, Allison regresó y se sentó en una esquina a esperar que Lana llegase. Sin embargo, el tiempo pasó y Lana no llegaba. Allison comenzó a intuir que algo malo había pasado. Quiso salir a buscarla pero, victima de los brazos de morfeo, cayó rendida. Despertó cuando el sol se encontraba en su cenit, iluminando la niebla, coloreando el paisaje con una etérea tonalidad amarilla grisácea.

Allison salió de la habitación, desorientada y confusa. Bajó las escaleras a tientas, rezando por no caerse, pero su cabeza dolía con la intensidad de mil infiernos y la obligaba a cerrar los ojos. Sentía las piernas pesadas, cansadas. Podía escuchar risas, risas femeninas que se burlaban de ella desde las sombras y, cuando menos lo esperaba, cayó. Cayó estruendosamente a mitad de las escaleras, justo en el descanso. Pudo ver sombras, figuras femeninas que bailaban y reían a su alrededor.

-Lana - Susurró, con los ojos cerrados -

Pudo escuchar una estruendosa risa y una respiración en su cuello. Sabía lo que significaba. El principio del final podía olerse.

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora