Todo es temporal

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Rodeada de oscuridad, caía. Se sentía como caer al infinito. Una presión increíble aún apretaba mi pecho, haciéndome casi imposible respirar. Mi mente se encontraba vacía en aquellos momentos, en mis pensamientos no había una Allison, no había una selva, no había un hombre con escamas, no había sentimiento alguno.
Por un momento, incluso disfruté estar cayendo. O así era, hasta que mi estruendosa caída irrumpió en mi cabeza. Sentí un profundo dolor en la espalda, que atravesaba mi columna vertebral y hacía vibrar mi pecho.
Me vi rodeada de agua, agua oscura. Era como estar en las profundidades del océano. Extendí los brazos frente a mi, pero no era capaz de observar mis dedos, o las palmas de mis manos. Ni siquiera mis brazos eran visibles en aquella embriagante oscuridad. Se sentía como morir, o al menos la idea que mantenía hasta ese momento. En aquel instante, pensé en el hecho de que el cerebro humano no está hecho para comprender su no existencia. Incluso en aquellos momentos, mi cerebro saltaba de una idea a otra.Reí en mi mente. El violento deseo de gritar me invadió, se sentía como perder la cordura. No necesitaba pensarlo mucho, así que decidí hacerlo. Al  principio me concentraba en aquel sentimiento de liberación sosegada que me producía el haberlo hecho. No fue hasta cinco minutos después que me di cuenta de que realmente estaba respirando, y que mi voz ocupaba un espacio. Me daba un poco de exasperación ver el agua a mi alrededor y sentirme como si estuviese en tierra firme.

Comencé a sacudir mis brazos y piernas de forma exagerada a causa de la desesperación dentro de mi. Lucía como un niño ahogándose en una piscina dos centímetros más alta que él, intentando llamar la atención de su madre, quien probablemente estaba ligando con alguien mientras su hijo fingía ahogarse.

-¡Allison! - Grité -

Fue lo primero en lo que pensé, era imposible pensar en otra cosa. Mis pensamientos estaban inundados por Allison, mi muerte y (De nuevo)¿Dónde demonios estoy?

Cerré mis ojos, en un intento por tranquilizarme. Me concentré de nuevo en lo que pasaba a mi alrededor. Otra vez, otra maldita vez, pude sentir aquello que tenía la misma textura que un alga. Rápidamente me di cuenta de que no era cualquier cosa, era una mano; Cuyos dedos tamborileaban sobre mi brazo izquierdo. Una respiración apareció: La sentía en mi cuello, se sentía agitada y pesada, como la de alguien que acaba de correr un maratón. Intenté moverme para librarme de aquellas terribles sensaciones, pero no podía. Una sensación de irrealidad me invadió, como si estuviera en un sueño.

Caí dormida.O al menos así lo sentí: Como una larga y terrible siesta. Incluso había despertado sudorosa, confundida y  con dolor de cabeza. Me di cuenta de que ya no estaba en mi cama, ni siquiera estaba en el edificio: Estaba sentada, sentada frente al río, recargada en el tronco de un gran árbol; con las piernas, brazos y cabello empapados de agua del río. Esto fue lo único que podía distinguir entre mi profunda confusión. Con la vista un tanto nublada me puse de pie, y comencé a caminar sin dirección alguna. Pude distinguir que aún era de noche, siendo la luz de la luna la única acompañante que tenía.

Andando sin rumbo, yo no tenía ni la más mínima idea de cómo es que había logrado ubicarme en aquel mapa invisible. Y así, el edificio se alzaba amenazante frente a mi. Se sentía como estar ebria.

-¡¿Qué haces ahí?! - Me gritó Allison, recargada sobre el barandal del segundo piso, donde se encontraba la habitación que utilizabamos -

Allison me recordaba al estereotipo de ama de casa. Incluso la imaginé con una bata rosa, tubos en el cabello y labial color rojo pasión. Se sentía como un programa de televisión bastante extraño.

-¡No lo sé! - Grité, dando la impresión (Nuevamente) de estar ebria -

Allison obviamente notó que no estaba en mis mejores condiciones, así que salió corriendo dramáticamente hasta donde estaba yo, para ayudarme a subir. Se posó delante de mí, viéndome con preocupación. Me recordó a mi madre, cuando me caía de la bicicleta y se posaba delante de mí para asegurarse de que no hubiese muerto.

-¿Qué te pasa? - Me preguntó, como si estuviera ofendida - Suenas como una maldita ebria

-Cállate, deja de preguntar, soy demasiado estúpida -

Allison me miró con confusión, con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Sinceramente, había dicho lo primero que pasó por mi cabeza, y había funcionado justo como quería, era el mismo contexto que tenía en mente. Por supuesto, no eran las palabras que yo tenía pensado utilizar pero funcionaron. Allison suspiró y me sostuvo fuertemente, pasando mi brazo por detrás de su cuello, haciendo que mis dedos tocaran suavemente su hombro. Estaba demasiado confundida como para prestar atención a cada detalle a mi alrededor. Aun así, me mantenía moviendo la cabeza de lado a lado, intentando observar algo; Así fue como en la parte interna de aquel lugar, oculta entre los árboles, pude descubrir la silueta de aquella mujer misteriosa que tanto me atormentaba. Pude observar su vestido blanco, corto por encima de la rodilla, manchado de tierra y sangre. Me saludaba con una sonrisa en su rostro, como si se riera de mí, como si supiera algo que yo no. Cómo si estuviera a punto de suceder algo importante y yo no pudiera verlo.  Un escalofrío recorrió mi espalda. Algo importante venía. 

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora