Con toda honestidad

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A Allison nunca le había gustado la honestidad. Le parecía que algunas veces las pequeñas mentiras eran importantes para mantener el balance en el mundo. Porque a veces la verdad duele, aun cuando en algunas ocasiones las mentiras solo caven un hoyo más profundo debajo de una capa delgada de tierra. Mientras que, para Lana, la regla más importante era decir la verdad. A menos que la verdad doliese, era entonces que ella prefería guardar silencio. Ninguna tenía lo bastante claro la importancia de la honestidad. Ninguna se preocupaba por ello.

Aun cuando a Allison la honestidad no le pareciese un valor real, le frustraba no conocer la verdad. Le frustraba el no saber. Lana lo sabía, y así es como ambas se habían adaptado a las políticas de la otra. Adaptarse es el paso más importante para sobrevivir, ¿No?

Una vez más, Allison y Lana se encontraban de pie recargadas sobre el balcón, admirando el amanecer que se posaba por encima de los árboles y detrás de las delgadas nubes grises. No habían dicho nada desde que ambas despertaron, pero realmente no les importaba; No era para nada un silencio incómodo. Sin embargo, Allison no había olvidado lo que sus ojos habían presenciado, y algo dentro de ella advertía que Lana tenía algo que ver.

-Lana - Llamó Allison, sin despegar la vista del horizonte -

Lana giró la cabeza hacia Alllison, que se encontraba a su lado derecho.

-Dime - Dijo, con una sonrisa pegada a su rostro

-¿Dónde estabas antes de llegar a dormir? - Preguntó Allison, sintiéndose culpable por borrar la sonrisa de Lana de su cara - 

Lana tragó saliva. Se quedó pensando un momento acerca de si debía decir la verdad o guardar silencio. Hasta que finalmente habló.

-Fui a tomar un baño, y cuando salí vi una luz desde lejos - Lana tomó una gran bocanada de aire - Fui a ver que era -

Lana por primera vez, había podido comprender cómo es que Allison realmente pensaba. Acababa de mentirle a su mejor amiga. Tal vez no era la primera vez, pero no podía explicar por qué dolía más.

-No más preguntas - Dijo Allison. sonriendo -

Por supuesto, Allison sabía que Lana estaba mintiendo, pero no quería hacer un drama. Estar enojadas no haría las cosas mejores. Lamentablemente, la curiosidad la carcomía poco a poco. La ansiedad se asomaba por encima de las comisuras de su alma consumida.

-¿No tienes hambre? - Preguntó Lana, apuntando hacia abajo -

Allison asintió con la cabeza, antes de comenzar a avanzar hacia las escaleras. Lana la siguió, sin decir palabra mientras caminaban.
Llegaron a la habitación de los víveres, y se quedaron observando la pequeña canasta que tenían frente a ella.

-Esta vez dejaron hamburguesas, Lana - Dijo Allison, conteniendo la emoción - Hamburguesas -

Lana observó sorprendida lo que se encontraba frente a ella. Dos hamburguesas envueltas en una bolsa de plástico. Aun cuando ambas desconfiaban un poco, decidieron comerlas. Si iban a  morir, al menos morirían bien.
Lana gritó de la emoción, ambas se sentían como una persona que acababa de ganar la lotería.
Era increíble como pequeñas cosas que antes podrían parecerles banales, ahora les parecía el paroxismo de la felicidad.
Ambas lucían como niñas pequeñas, con las bocas llenas de comida y una sonrisa intachable en sus rostros. Sentadas como dos muñecas en el espacio abierto, con las piernas separadas y los brazos a los costados, lucían como si estuviesen tomado el sol.
Allison estaba demasiado feliz como para pensar en el fuego. Lana estaba demasiado feliz como para pensar en Allison. Por supuesto, el gran vacío seguía dentro de sus pensamientos. Un par de segundos lejos de los problemas no hacen mal a nadie.

-Lana, ¿Pudiste ver algo cuando te acercaste? - Preguntó Allison, rompiendo el comodo silencio -

Lana giró la cabeza hacia Allison, con la boca aún llena de comida. Puso la parte dorsal de su mano mirando hacia Allison, mientras cubría su boca para terminar de masticar.

-Cuando yo llegué ya no había nada - Dijo, negando con la cabeza
-¿Donde era? -

Lana se quedó pensativa, mirando a Allison a los ojos.

-No lo sé, no pude seguir el rastro porque ya no había nada -

Allison no era estúpida. Había comprendido las inconcordancias de la historia de Lana. Pero de nuevo, las mentiras se atravesaban en un punto importante.

-Me hubiera gustado saber que era - Dijo Allison, con inocencia
-A mi también - Respondió Lana, apartando la mirada -

Allison comenzó a pensar que tal vez la verdad no era tan mala como ella creía. Tal vez la verdad hubiese arreglado todo. Ambas estaban de acuerdo en ello, pero no lo decían. En todo caso, es casi imposible mantener secretos bajo esas situaciones. La culpa terminaría matandolas. De nuevo, ambas lo sabían. 

Se sentían demasiado culpables para hablar. Y así, una vez más coincidían en que las mentiras terminarían matandolas, de una forma u otra.

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora