Cornerstone

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La luz de la luna se colaba por el pequeño espacio descubierto entre el umbral y la puerta. Allison se encontraba sentada en el suelo, al lado del umbral. Lana estaba sentada en la cama, con sus manos a los lados, como una pequeña niña.
Estaban hablando acerca de sus recuerdos juntas. La melancolía se respiraba en el ambiente, e iba aumentando con cada palabra que salía de sus bocas. Las lágrimas se asomaban por debajo de sus ojos.
Con cada minuto que pasaba, Allison se acercaba más a su cama, hasta que terminó acostada. Plácidamente dormida sobre las impecables sábanas blancas que cubrían el colchón.
Lana se levantó y salió de la habitación. Era una noche cálida. Algo bastante extraño para un lugar como ese.
Comenzó a caminar hacia las duchas con paso lento.
Era difícil explicar cómo es que Lana siempre terminaba por olvidar lo que habían visto ahí. No se sentía asustada en absoluto. No recordaba las razones que tenía para hacerlo.
Todo el camino pensó en ello.
Salió rápidamente y continuó con paso lento. Hasta que, de entre los arbustos, apareció un sonido muy tranquilo. Sigiloso.
Lana se detuvo un momento.
Aquel sonido sonaba cada vez más cerca. Una respiración. Era una respiración que cada vez sonaba más cerca. Entre más se acercaba más rápida se volvía. Más se exaltaba. Lana comenzó a caminar rapidamente. Sintió como la perseguían. Quiso correr, pero sus pies comenzaron a arder de repente. Y entonces, pudo escuchar como una voz débil intentó gritar.

-¡Ayuda! -

En serio sonaba tan desesperada. Lana sintió una punzada en el pecho. Giró lentamente, para encontrarse con una chica tirada en el suelo. Tenía la frente recargada en el mismo, y su largo cabello se encontraba esparcido de forma majestuosa, cubriendo sus hombros, parte de su espalda y la mitad de sus brazos.

-Ayuda, por favor - Dijo, con un hilo de voz -

Lana la llevó hasta la habitación, llevando todo su peso con sus hombros. El viaje fue lento, o al menos así lo sintió Lana.
Llegaron y la dejó en el suelo. Fue entonces que sintió el dolor punzante que apareció en sus hombros.

-¡Allison! - Gritó Lana, de forma desesperada -

Allison despertó inmediatamente, confunida y exaltada bajó de su cama para encontrarse con Lana y aquella otra chica en el suelo.

-¿Quién es ella? - Preguntó, haciendo caso omiso de todas las marcas que tenía
-Te explico luego - Hizo una pausa - Necesito agua y vendas -

Allison fue a la habitación de viveres. La persona encargada de esa habitación en serio las quería vivas. Encontró un pequeño botiquin básico, se lo entregó a Lana e hicieron lo debido.

-Gracias - Dijo la chica -

Allison sonrió con la boca cerrada.

-¿Entonces? - Preguntó -

La chica miró a Lana, quien procedió a contar lo que había pasado. Allison escuchó atentamente cada palabra.

-¿Cómo dices que te llamas? - Preguntó Lana, amablemente
-Sophie, me llamo Sophie -

Ambas asintieron.

-La habitación de la esquina tiene una cama individual, puedes dormir ahí - Dijo Allison, de forma fría -

Sophie salió de la habitación sin decir palabra. Sus pasos alejandose era lo unico que podía escucharse.

-Se pudo haber quedado con nosotras
-Lana... - Allison suspiró - No podemos confiar en ella. No la conocemos, ni siquiera sabemos cómo se lastimó
-Está asustada, Alli
-Nosotras también. Lamento que suene tan mal, pero no podemos confiar en nada que provenga de este lugar. Ni siquiera sabemos si estará aquí por la mañana. -

Allison estaba en lo correcto. Lana frunció el ceño.

-Mejor vamos a dormir - Dijo Allison, antes de subir a su cama -

Lana apagó la luz y se dejó caer pesadamente sobre su cama, deshaciendo el orden de las sábanas.
Allison cayó dormida, pero Lana no logró hacerlo. Sus ojos se mantuvieron abiertos hasta que el sol salió.
Allison despertó y salió de la habitación. Se sentó en el suelo, de espalda al sol. Quería ver a Sophie salir. Quería ver cómo actuaba al verla a ella y no a Lana.
Sin embargo tuvo que esperar mucho, hasta que se dió cuenta de que Sophie no saldría.
Tranquilamente se levantó y caminó hasta la ultima puerta. Se detuvo un momento y tocó tres veces. Nada. Volvió a tocar. De nuevo, nada. Tomó aire y empujó la puerta de forma violenta.
Sophie estaba acostada en la pequeña cama individual en el centro de la habitación. Tenía un par de lagrimas escurriendo por sus mejillas, aun cuando mantenía los ojos cerrados.
Allison salió de la habitación, dejando la puerta abierta tras de sí.
Caminó hasta su habitación y se puso de rodillas al lado del colchón de Lana.

-Lana - Dijo con suavidad - Vamos a desayunar -

Lana abrió lentamente los ojos, los sentía pesados. Ardían.
Se levantó de la cama y comenzó a caminar en dirección a la puerta. Allison la siguió.

-Voy a despertar a Sophie -

Caminó hasta aquella habitación y la encontró sentada a orillas de la cama, viendo el espacio oscuro entre el suelo y la pared.

-Vamos a comer, ¿Vienes? - Dijo Lana, interrumpiendo sus pensamientos -

Sophie asintió y salió de la habitación.

Como ya era costumbre, comieron en el espacio vacío frente a las duchas y el edificio. Nadie dijo nada, tan solo se dedicaban a intercambiar miradas en ciertos momentos.

"Seguí observando a Sophie. Había algo en ella que me recordaba terriblemente a Margaret. Su forma de hablar, su suave cabello y facciones delicadas. Pero cuando intentaba recordar a Margaret no terminaba de hacerlo, comenzaba a olvidar cómo es que lucía. Incluso estuve a punto de llamar "Margaret" a Sophie. De igual manera no le dirigía mucho la palabra, había algo en ella que no terminaba de aceptar. Un mal presentimiento rodeaba su aura. Me deprimía verla. Probablemente tenía algo que ver con que yo las relacionara."

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora